Ese bueno nervioso y dudoso de Cam lo decía todo. Me estaba ocultando algo o no sabía como contarme lo que le dijeron.
-Loren me dijo que no te contara- lo sabía me estaba ocultando algo- ella si está saliendo con Matt pero no quería que te dijera porque luego te ibas a enojar.
-¿Enojar? Porqué tendría que actuar así.
-Dijo que porque Matt es amigo de Jos, talvez no te iba a gustar esa noticia.
Realmente no me interesa si es amigo de Jos, si mi amiga es feliz saliendo con Matt pues yo no me voy a oponer a eso, ella tiene el derecho de salir con quien quiera. Además parece que Jos y yo nos estamos empezando a llevar como personas decentes.
Dejé a Cam en el salón y salí a buscar a Jos para devolverle su ropa. Ahí estaba sentado en el borde de una mesa tan radiante como la primera vez que lo vi, iba directamente a donde estaba pero una rubia se le acercó primero y se le subió encima para comer sus exquisitos labios, aquello me golpeó tan fuerte. Las manos de Jos bajaron hasta su cintura y suavemente se deslizaron hasta tocar su horrible trasero casi descubierto pues llevaba una mini falda que le hacia ver todo. No quería seguir un segundo más ahí, eso me daba repugnancia, tiré la ropa en el suelo y salí corriendo hasta llegar al salón.
¿Porqué demonios me sentía tan furiosa?-¿Lina estás bien?- preguntó Cam.
-Ah! Si si, estoy bien. Sólo me duele un poco la cabeza- mentí me sentía hirviendo.
A pocos segundos de haberme ido de la escena de Jos y esa tipa, sentí unos trotes que provenían de atrás, alguien tocó mi hombro derecho y me giró bruscamente.
-Oye, ¿acaso esta ropa no es mía?- Jos cargaba su ropa con la otra mano apretándola muy fuerte.
-Sí, es tuya y qué con eso.
Me reclamó y reclamó, porqué dejas la ropa que te preste en el suelo, blah blah blah...
Si le dijera la razón no me creería, o pensaría que estoy celosa o loca. Así que le inventé alguna escusa y lo aparte de mi.
Las clases se habían terminado y salí directo a la casa, estaba molesta, no tenía ganas de hablar con nadie.
Era raro ver las puertas de casa abiertas de par en par, me acerqué más y unos señores, claro! Compañeros de trabajo de papá estaban en la sala de invitados bebiendo unas copas de wisky, mamá estaba en la cocina con Mariah acomodando unos mini sándwiches para servirse.-Lina, hija ¿ya saludaste a los socios?
¿Socios, De que habla?
Oh! Ya me acordé de los señores que estaban en la sala. Creo que si lo hice.-Si mamá, si los saludé. ¿A que se debe su visita?- pregunté mientras cogía un mini sándwich.
-Creo que le están ofreciendo un viaje a Florida por las fiestas de la compañía.
¿Viaje? ¡si! Eso significa que faltare algunos días al instituto y podré disfrutar de las deliciosas playas calientes de Florida ya que aquí siempre hace frío.
-Y faltare al instituto verdad- dije con comida en la boca.
-Lina, nadie ha dicho que vas a ir tu hija- carcajeó- Viajes de negocios de tu papá y yo como su acompañante tendré que ir.
No inventes se suponía que eran de las fiestas, porqué no puede llevar a toda su familia. ¡Eso es algo injusto!
Papá invitó a sus compañeros a la puerta y todos se fueron en sus respectivos autos muy lujosos, papá se acercó a mi y topó mi hombro.-Tu madre ya te ha dicho que tenemos que viajar a Florida ¿cierto?
-Si-dije fríamente con la mirada al aire.
-Cariño, no puedo llevarte, no debes faltar a clases y es un viaje de negocios y reuniones de gente adulta en la que te aburrirías.
Asenti y fui a mi habitación algo molesta, se iban a ir pasado mañana, a las 3:00 p.m salía el vuelo. Me recoste en mi cama calientita pero sentía algo que me incomodaba en la cabecera de mi almohada, era la camisa de Jos que había dejado aquí el día anterior. Eso me hizo recordar la ropa de él que había abandonado en el patio de instituto, ¡es un tonto!. Ya lo había olvidado hasta que recordé esa escena por culpa de esta camisa estúpida en mi cabecera.
De repente un sonido extraño se escuchaba en la ventana de mi habitación, me asome para ver que sucedía pero todo estaba oscuro afuera, el viento corría fuerte, las horas habían pasado veloz ya era de noche. Entonces fue que sentí que mi ventana se abrió y entró una persona con capucha negra, más bien saltó sobre mi haciéndome quedar presionada en el suelo.-¡Pero que rayos! ¿Quién eres?
Levanté muy lento su capucha, ese lunar en el labio se me hacía familiar, vi sus ojos mieles encontrándose una vez más con los míos, su rostro estaba helado y se le notaba cansancio en la mirada.
-Lina- dijo levantándose y quedando sentado en el suelo- me duele el labio.
-¡Que barbaridades dices Canela!, viniste hasta mi casa para decirme eso y ¡¿como subiste por mi ventana?! ¿Acaso estas loco? Qué te pasa, no puedes venir así a la casa de las personas, como un completo lunati..
Sus fríos dedos habían tapado mi boca.
-Calmate, tuve una pelea- mostró su labio, cómo no pude darme cuenta de eso!.
-Quien fue, que te pasó, dónde estabas.
-Fui con a una muchacha a un bar, todo estaba bien, tomamos unas copas y nos besamos pero resulta que ella tenía novio, no lo sabía. Su novio me buscó pelea así que le di el primer golpe luego sus amigos me agarraron y me dieron un golpe en el estómago y en el labio.
Que idiota es, eso le pasa por irse con una completa extraña a un bar. Tenía tantas ganas de golpearlo pero más ganas tenía de abrazarlo y curar su herida. No me gustaba verlo en ese estado.
Lo levante suavemente y lo hice sentar en el pilar de mi cama, le retiré la chaqueta negra y fui por el botiquín de primeros auxilios que estaba en el baño, lavé un poco su herida interna del labio y luego por fuera le heche un poco de crema para golpes.-Jos, esto te va a ser sentir mejor.
Me levanté y fui a guardar las cosas, estire mi cuerpo y le pregunté si tení hambre y dijo que sí. Lo dejé unos segundo arriba y baje enseguida para llevarle algo de comer, por suerte habían quedado tres sándwiches y había un batido de fresa en la nevera.
Subí cautelosa para que mis padres no escuchasen.-Gracias- tomó el plato de sándwiches.
-¡Eres un tonto José Miguel!
-¡Qué te pasa!- río con dolor por su herida- que te hice ahora.
-Es que y si te pasaba algo peor, todo por ir detrás de una cualquiera.
-Ya ya, te prometo que no iré con ninguna desconocida a un bar. Primero la conoceré- caracajeo.
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Rebeldía De Amor(Jos Canela)
RomansaÉl un chico rebelde, casanova del instituto. Ella una chica divertida y seductora de hombres. Ambos tendrán un pequeño tropezón pero lo que no saben es que el tropezón marcará sus vidas... Es mi primera historia, espero que sea de sus agrados y disf...