SAMANTHA

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Escupí el agua salada del mar pero era inútil ya que se metía más a la boca. Sentí unas manos tomarme de la cintura y levantarme.

—Sami, ¿estás bien? —dijo papá entre risas. Asentí de la manera que pude ya que traía agua de mar hasta en los pulmones. —Vamos a sacarte de aquí.

Papá me cargo y yo lo único que veía eran las nubes y el brillante sol.

—¿Qué le pasó? —pregunta mamá.
—Nada, solo la arrolló una enorme ola de mar —dice papá mientras me bajaba de sus brazos.
—¿Y eso es nada? —dice mi hermana interrumpiendo—. Pobre, quedará más torpe de lo que ya estaba.
—No seas así con tu hermana —dice mamá.

Papá soltó una risita por el comentario de Margaret y mamá también lo miro mal. Digo también porque yo ya fulminaba a ambos con la mirada.

—Bueno, bueno —dice sonriendo —. ¿No te estás divirtiendo? —dice papá dirigiéndose a mi.
—Después de la ola no tanto —dije molesta.
—Pero deberías estar pasándola bien —dice papá —. ¡Hoy cumples tus quince primaveras!
—Ya toda una mujer —dice mamá con emoción—. Ya lista para tener su primer noviecito.

Papá y yo nos levantamos espantados.

—No, para eso aún no esta lista —dice papá serio.
—No, ¿qué no ves que a pesar de cumplir quince, tiene la apariencia de una niña de diez años? —dice Margaret riendo.
—¡Callate! —digo molesta.
—Oh vamos —dice mamá abrazándome—. Eres una niña muy hermosa. No le hagas caso.
—Lo dice por envidia —dije—. Porque ella a mi edad estaba llena de granos.

Mamá rió y papá negó pero sabía que intentaba ocultar que quería reír a carcajadas. Margaret nos ignoro y volvió a meterse al mar, estaba molesta.

—Anda ve a divertirte —dijo mamá dándome una nalgada.

Asentí y corrí al mar, el mar es lo más bonito del mundo agregando a mi hermosa familia, sí, junto con Maggie.

...

Estaba secándose Margaret cuando llegue y sacudí mi cabello volviéndose a mojar. Reí mientras que Maggie susurraba maldiciones para que no la escuchara mamá.

—¿Listas? —dice papá. Viendo que nadie le responde se levanta y se va a tomar su cerveza a otro lado.

Me vestí y solté mi cabello. Mamá ya estaba vestida y Maggie también. Caminamos a donde estaba papá.

—¡Al fin!

Papá prendió la cámara y nos tomamos una foto todos juntos. El mejor cumpleaños de mi vida.

...

Íbamos en el auto, Margaret llevaba los audífonos puestos he iba viendo a la ventana, yo solo iba mirando el camino. Comenzó a llover muy fuerte, papá volteaba el volante con fuerza.

Ya no se distinguían los autos a lo lejos. Mi papá a cada rato tocaba el claxon.

—Con cuidado amor —dijo mamá acariciando el hombro de papá.

Él solo asintió.

De pronto el carro se patinó con fuerza, papá intento controlar el auto pero era imposible, Maggie grito y yo me aferre a ella.

Lo ultimo que vi fue como papá tomaba la mano de mamá con fuerza.

De pronto se sintió un golpe y todo se puso negro. Maggie ya no estaba a mi lado.

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