03

14.6K 1.2K 350
                                    

Tres años después.

Desperté por el ruido de la alarma, me senté en la cama. Miré aquella horrible cosa, aquella tan espantosa que si por mi fuera, la quemaba. Esa estúpida silla de ruedas.

La jale para acomodarla, diario mi tía venia a ayudarme, pero ahora tenia que intentarlo yo sola.

La tome y cuando creí que podría, la rueda de la silla se movió haciendo que cayera de golpe sobre el piso frío.

Se escucharon pasos rápidos provenir de afuera, sabia que era mi tía.

-¿Sami? -dijo asustada-. ¿Te encuentras bien?
-Sí, tía -dije intentando levantarme, cosa inútil.

Ella entró y al verme ahí tan patética, corrió hacía mi. Me ayudo a sentarme en la silla.

-Oh Sami... -dice ella-. Sabes que tienes que esperarme.
-Sí, lo olvide -dije sin mirarla-. ¿Puedes dejarme sola?

Ella bajo su mirada y asintió.

-Vendré en unos minutos ya con el desayuno.

Asentí y le di la espalda, ella cerró y escuche como bajaba las escaleras.

Mis lágrimas de coraje cayeron sobre mi camisa, joder, maldito el día en el que me dijeron que no podría volver a caminar.

Con mi manos manejaba las ruedas de la silla, por así decirlo; y me dirigí al baño. Abrí la llave para llenar la tina y pode ducharme.

Hoy era mi primer día en la universidad, la preparatoria la tome en casa, estaba deprimida y no me sentía preparada para ir a una escuela pública.

Pero ahora que es la universidad, bueno, ya soy mayor. ¿No?

Salí del baño y fui a mi closet para poder elegir que llevaría...

-Hace tres años que no asistió a una escuela, que no la piso... -reí por lo bajo, eso había sido un mal chiste.

Saque lo primero que vi, era lo más común, una playera blanca, unos pantalones enormes para que no me lastimaran y una sudadera.

Mi tía entro sin preguntar, llevaba en una bandeja un pastel de cumpleaños, olvidaba decir, hoy cumplen tres años de muertos, mis padres, tres años desde que Maggie quedo en coma y ah si, mi cumpleaños número dieciocho.

-¡Feliz cumpleaños! -dijo mi tía sonriendo.
-Tía... -ella no hizo caso-. ¡Tía! -y por fin voleó-. Sabes que no me gusta celebrar mi cumpleaños.

Ella asintió y pude notar como sus ojos de cristalizaban. Acaricio su cabello y dejo la bandeja sobre mi escritorio.

-¿Te ayudo a ducharte? -dijo y sonrió. Me sentí un poco culpable y asentí como disculpa.

Ella me ayudo a desvetirme y a meterme en la tina.

-Vendré en quince minutos, ¿sí? -asentí y ella salió del baño.

La vida no solo a sido difícil para mi. Ellos, mis tíos también han sufrido de una forma extraordinaria. Hace un año ella salió embarazada pero abortó por una caída que tuvo.

Mi tía se deprimió por un buen tiempo, no comía bien, no dormía mucho y lloraba todo el tiempo. Fue a parar al médico y yo entre sollozos le pedí que saliera adelante, que no podía dejarme. Desde entonces me cuida como si en verdad fuera su hija.

Ambas tenemos lo que dios nos arrebató.

Después de los quince minutos, ella llegó y me ayudó a secarme y vestirme. Al principio me daba vergüenza pero ahora sé que la pena es lo de menos.

...

Después de ayudarme a bajar, estábamos sentados los tres desayunando. Mi tío me felicitó por mi cumpleaños, aunque sabe lo que pienso al respecto.

-¡Bien, como primer día de universitaria, tenemos algo para ti! -dijo mi tío y miró a mi tía.

Ambos sonrieron, mi tío saco de su traje una caja y me la entrego. Al abrirla pude ver un dije en forma de un tulipán que al abrirlo, en caja hoja tenia la foto de mi madre, de mi padre y de Maggie.

No pude contener las lágrimas.

N/A
¡He aquí el nuevo capítulo!
Hasta el miércoles. o(╥﹏╥)o

SAMANTHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora