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—¿Cómo estuvo? —pregunto mi tío mientras me subía al auto.
—Genial, Maggie se divirtió mucho hoy.

Mi tío miro a mi tía para después ambos reprimir una sonrisa.

—Me imagino que sí —respondió mi tío para después no hablar en todo el camino.

   ...

Termine de hacer la tarea que me faltaba para después mirar la conversación de Lily. No le había respondido porque después de leerlo, me quedé dormida.

SAMANTHA.
Gracias... es lindo que creas eso...
Enviado a las 12:30 pm.

Deje el celular sobre mi cama y tome mi mochila, la vacíe y comencé a meter lo que ocuparía el Lunes.

Decidí poner un poco de música, así que encendí la grabadora y le di play a la primera canción que saliera, comenzó "In The End" de Linkin Park.

Subí la mirada y vi fijo a la grabadora, sentí como la sangre subía a la cabeza sin siquiera estar volteada. Mire mis piernas, eran patéticas, golpee una pero ni una puta sensación se sintió, como si hubiera golpeado el colchón...

Jale mi cabello con frustración mientras golpeaba mis piernas, pronto comencé a llorar y gritar.

—¡No es justo! —grite jalando mi cabello—. ¡Mi familia se fue, no existe! ¡yo sólo quería un buen cumpleaños!

Mis lágrimas resbalaban por mis mejillas y yo golpeaba las piernas, una y otra vez, las veces que fueran necesarias para que supieran que tienen que moverse.

—¡Mierda, mierda, mierda! —gritaba entre sollozos.

Se abrió de golpe la puerta, eran mis tíos, mi tía llego corriendo a la orilla de mi cama y me abrazo inmovilizando mis brazos, no podía golpearme más.

Mi tía me abrazo más fuerte hasta que mi llanto cesó y correspondí al abrazo.

—Ella no está, nadie está, no quiero vivir, no así —decía entre sollozos.

Mi tío me dio las pastillas que me hacían dormir y eso fue lo que paso. Caí en un profundo sueño.

   ...

A

brí mis ojos con pesadez, me sentía agotada. Mire a mi alrededor, todo estaba ordenado, mire a la mesita que tengo a lado de mi cama y ahí estaban las pastillas reposando como las triunfadoras.

Se escucharon pequeños golpecitos provenir de afuera de la habitación, y después entro mi tía con una bandeja llena de comida.

—Buenas noches —dijo mi tía con una sonrisa.
—¿Noches? —pregunte—. Ahora dormí mucho...
—Tuvimos que darte más pastillas, no te controlabas, estabas trasudando e hirviendo en fiebre, estábamos asustados.

—Perdón, tía —logre decir—, lamento que tenga que ser así, no sé porque pasa cada vez que voy a verla... es como una montaña rusa, por fases. Primero todo es tranquilo y emocionante, después adrenalina, felicidad y de pronto... nada, sientes que te ahogas, que toda la realidad cae sobre ti y necesitas gritar, necesitas respirar o morir...

Mi tía dejo la bandeja sobre el escritorio y se acerco a mí.

—Tú no puedes morir —dijo—, tampoco Maggie.
—Ella no despierta, y no lo hará.
—Lo hará, todo lo que haces por ella, al final dará frutos, como el ponerle música, hablarle de tu día, leerle, recordarle cosas que vivieron juntas; todo eso vale la pena que lo hagas.
—Necesito a mi familia —dije y abracé a mi tía. Ella correspondió en seguida.
—La tienes, tu familia está aquí contigo —me miro y beso mi frente—, debo ir a terminar de hacer el aseo de los platos, vuelvo en un rato para llevarme esa bandeja vacía —dijo señalando la bandeja que trajo hacia mí.

No tenía apetito pero sabía que debía comer algo, así que manosee un poco la comida.

Mire la hora en el celular, eran las 10:30 pm y tenía la notificación de un mensaje nuevo.

LILY.
¿Lindo? Lamento responder hasta ahora, tuve que salir. Mis padres no paraban de discutir, así que me fui con unos amigos. ¿Cómo estuvo tu día?
Enviado a las 9:40 pm.

Sonreí al ver su nombre, recordé mi día para ver si había pasado algo bueno.

SAMANTHA.
Lindo porque nadie me ve así, nadie me ha dicho que soy fantástica ni nada. Vaya, bueno, me alegro de que te distrayeras. Mi día estuvo bien, salí con unos amigos también...
Enviado a las 10:34

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