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Los días pasaron y Lily seguía con su actitud de tratar como basura a quien se le parase enfrente, no entendía que sucedía, llegó siendo la chica más simpática y liberal, ahora es una amargada. Yo que soy amargada me atrevo a decir que ella lo es más.

—Hola, Cinthia —dije mientras ella me ayudaba a dejar mi mochila sobre la mesa.
—¿Cómo estás? ¿hiciste la tarea de física? Joder, a mí se me hizo súper complicado —dijo Cinthia sin dejarme hablar y sin mirarme.

Me limite a asentir sabiendo que ella no me miraba, saque mi libro de mi mochila y mis auriculares para que Cinthia supiera que no quiero hablar con ella.

—Oh... ¿qué escucharás? —pregunto Cinthia mirándome.
—Bueno, no sé... un poco de...
—¿Qué te gusta escuchar? —pregunto ella interrumpiéndome.
—No sé —aprete mis labios mientras pensaba en una respuesta coherente—, yo no tengo un género favorito, un grupo favorito o una canción favorita. Sólo disfruto de la música.
—¿Qué? —pregunto Cinthia sorprendida—. ¿Cómo no tienes nada favorito?
—Bueno, creo que clasificar a algo como "favorito" —dije poniendo comillas con los dedos—, es demasiado. O sea, dentro de un mes podrás cambiar de opinión. Cuando era niña creía que mi color favorito era el rosa porque el rosa es de niñas, pero actualmente creo que es una mierda, todos los colores son hermosos a su manera como para elegir sólo uno.

Cinthia se limito a asentir y un ruido nos hizo dirigir nuestra mirada a la puerta. Era Lily, venía llorando; al vernos limpio en seguida sus lágrimas y salió del salón sin decir más.

Lo que resto del día ella no se presento.

  ...

Cerré el libro que por fin había terminado, mire el estante y note que ya no tenía más que leer, hace no un mes me compre varios libros y ya todos los terminé.

—¿Sami? ¿estás despierta? —pregunto mi tía dando pequeños golpes en la puerta para después abrirla.
—¿Qué sucede? —pregunte mirando que traía el teléfono en la mano.
—Lily te llama —dijo sonriendo. Abrí grandes mis ojos y comencé a negar como loca.
—Dile que no, que estoy dormida...
Mi tía me miro confundida y llevo el teléfono a su oído derecho.—Dice que está dormida...

Mire mal a mi tía mientras maldecía por lo bajo, extendí mi brazo y ella me dio el teléfono para después salir de la habitación.

—¿Hola? —pregunte nerviosa.
—¿Todo bien? —pregunto ella.
—Creo que no debes responder una pregunta con otra —dije obvia mientras jugaba con un mechón de mi cabello.
—Lo lamento, ¿vendrás a mi casa para ponernos de acuerdo con lo se química?
—Oh... es sólo para eso que llamas —logre decir algo decepcionada.
—¿Qué más querría decirte? —pregunto ella.
—Nada, llego en unos minutos.

  ...

Estábamos ambas en su habitación que había cambiado... demasiado. Las paredes ya no estaban decoradas por las enormes flores coloridas.

Todas las cosas geniales ya no estaban, seguía siendo un desorden pero uno triste... me sentía mal de tan solo estar ahí.

—¿Por qué quitaste las flores de tu pared? —pregunte mientras dejaba el lápiz sobre el escritorio.
—Bueno, creo que eso era muy infantil —respondió sin siquiera mirarme.
—¿Qué? Sé que era infantil pero... me gust...

Y cuando estaba por terminar la frase, unos gritos llamaron mi atención, Lily solo torció la boca para después bajar la mirada.

—Mis padres volvieron —susurro—, ellos se divorciaran y están peleando todo lo de valor... valor económico.

Y ahí fue cuando comprendí la dura actitud de Lily, ahora sabía qué pasaba.

—Todo estará bien... —susurre.

Ella sólo me miro con sus ojos cristalizados y se lanzó a mí, la abracé fuerte, también lo necesitaba.


SAMANTHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora