Capitulo 3

976 60 7
                                    

Quedó totalmente paralizado, se encontraba ahí, perdido en esos mismos ojos azules en los que se encontraba como siempre, ella estaba más hermosa que nunca. Después de tanto tiempo la tenía a unos centímetros, después de soñarla y extrañarla tanto hoy estaba ahí, aquella que lo hizo comprender el amor pero también el dolor de perderlo. tenía los sentimientos a flor de piel.
Y ahí estaba ella, igual o peor de inmóvil que el. Por más que intento prepararse para este encuentro jamás podría describir con palabras lo que sentía en ese instante. Era el, el hombre que estuvo en su mente todo el tiempo, el dueño de todos sus recuerdos y cada lágrimas de amor. Estaba tan perfecto, tan guapo que parecía un sueño típico de Anahi.

Alfonso cayó en cuenta de que habían estado mirándose por un largo momento y decidió romper el hielo, aunque torpemente.
Alfonso: Yo venía...no sabía que tú...este...-Al trabarse rasco su nuca dejando ver lo nervioso que estaba, y callo unos segundos. - Hola, Anahi. -Soltó mirando el suelo.
Anahi: Ho..hola Alfonso. -Respondió mirándolo fijamente, aún con cara de sorpresa.
Alfonso: Yo no sabía que estabas aquí. -La miro nuevamente.
Anahi: Pues ya somos dos.
Alfonso: Bueno... Christian me envió por estas -Levanto la bolsa que cargaba- supongo que quiere que estemos todos allá. -Dijo rápidamente casi imposible de entender.
Anahi: Claro, ya los alcanzo. -Sonrío incomoda, el solo asintió presionando sus labios y salió.
Anahi colocó su cabeza entre sus manos.
Tantas veces se preguntó cómo sería cuando se volvieran a encontrar, como reaccionaria el al verla y todo pasó en menos de 5 minutos. A pesar de que siempre había deseado que cuando se encontraran no fuera un caos total, sentía algo de decepción por cómo se habían dado las cosas. Era Alfonso, sería totalmente ridiculo si negara que con el simple hecho de tenerlo al frente lo único que quería era correr hacia el y abrazarlo como antes, sentir su calor, sentir que estaba ahí. No podía definir con palabras lo que sintió al verlo, lo que hizo que se sintiera mal, sus sentimientos encontrados no harían más que confundirla y en este momento no está en posición de estarlo, pues se encuentra casada.
Después de analizar la situación varías veces decidió salir ya un poco más calmada. Al salir, vio que todos se encontraban sentados en la mesa conversando animadamente, pero el, él estaba con una expresión totalmente sería mirando su celular, podría apostar que no veía nada interesante, solo que el también se encontraba pensando al igual que ella hace unos segundos.
Dulce: ¡Campana ven aquí! -Gritó.
Anahi: Dulchi. -Dio un beso en su mejilla mientras se sentaba en sus piernas.
Christian: ¡Todos juntos de nuevo!. -Dijo con evidente emoción mientras servía en copas el vino que había buscado Alfonso.
Maite: Anhelaba tanto esto.
Anahi tenía la mirada baja aún, Dulce al notarlo solo la abrazo.
Dulce: Luego hablamos. -Susurro en su oído y está solo asintió.
Pedro: ¡Poncho! ¿qué haz estado haciendo? Eres el que mas perdido ha estado.
Alfonso: -Bajo su teléfono- No he parado de trabajar ni un segundo. Ahora estoy grabando una nueva temporada de Sense 8 por acá y bueno también con otros proyectos de serie.
Pedro: Deberías de tomar vacaciones, salir con tu novia.
Alfonso: -Sonrío totalmente incomodo- Estem, pues si, ya habrá tiempo para eso. -Paso una mano por su cabello y desvío la mirada nuevamente a su celular.
Anahi inconscientemente volteó hacia otro lugar rodando los ojos, solo las chicas lo notaron.
Christian: Chavos vamos a tomarnos una foto.- Se agruparon los 6 en el orden:
Christopher, Anahi, Christian, Maite, Alfonso y Dulce. Guillermo tomo la foto.
Maite: Dul, tómame una foto con poncho.
Dulce: Va, pónganse. -Maite abrazo a Alfonso y justo antes de que dulce presionará el botón, Alfonso cargo de ella obteniendo así una imagen hermosa. Anahi los miro con una sonrisa ante el momento, con un poco de nostalgia, quisiera poder hacer eso, abrazarlo, reír con el, tomarse fotos, quisiera poder devolver el tiempo justo ahora.
Un grito típico de Christian la saco de sus pensamientos.
Christian: Bueno, ¡¡Ahora sí, a darle!! -Levanto la copa para unirla con la de los demás para crear un brindis.
Conversaron de cosas sin sentidos por un largo rato, Alfonso y Anahi conectaban miradas muy seguido pero ninguno la mantenía.
Después de un rato ya todos estaban un poco afectado por el alcohol, especialmente Alfonso, había bebido sin control alguno.

Christian: Anita, ¿cuánto estarás acá? -Alfonso miro a Anahi, observó descaradamente todo su cuerpo, cada detalle hasta que llegó a las manos, justo ahí sintió algo en el estomago, al ver que uno de sus dedos estaba adornado por un gran anillo.
Sin importarle quien hablaba, interrumpió.
Alfonso: ¡Anahi! -Hablo fuerte capturando atención de todos y el rostro de sorpresa de ella. - ¡Felicitaciones por tu boda, no había podido felicitarte! -Dijo con total ironía y con un poco de dificultad por ya estar afectado por el alcohol.
Anahi lo miró seria. Los demás abrieron los ojos en forma de sorpresa.
Christian: Poncho creo que ya debes bajarle al trago...-Comentó incomodo.
Alfonso: ¿Por qué? Solo la estoy felicitando porque se casó con un corrupto.
Anahi: -Se levanto de la mesa- Es mejor que me vaya.
Maite: No any...
Anahi: Es lo mejor. Ame haber pasado tiempo con ustedes. -Miro a Guillermo- ¿Vamos?. -El asintió levantándose; se despidió de todos.
Christian: Los acompaño. -Los siguio.
Ya en la entrada.
Christian: La idea no era que terminara así. Perdón. -Bajo la mirada.
Anahi: No es tu culpa Chris, en serio no pasa nada. Solo quiero evitar problemas.
Christian: Bueno. Pero hagamos algo, te invito mañana a almorzar, ven temprano y cocinamos algo acá. ¿Va?
Anahi: A las 11:00am estoy acá.
Christian: -Sonrío- Aquí te espero.
Anahi: Claro que si. -Lo abrazo.
Christian: Maneja con cuidado -Beso su mejilla.
Anahi: Siempre -Subio a su coche junto a Guillermo.

Christian volvió con los demás.
Christian: ¿Dónde está?
Maite: Alla -Señaló a Alfonso sentado en la orilla de la piscina junto a Christopher. Christian se acercó a ellos.
Alfonso: ¿Por qué se fue? -Preguntó con sus ojos entrecerrados.
Christian: ¡Porque eres un idiota!
Alfonso: Christian Güey -Se levanto torpemente y se posición en frente de él.- Tu sabes que no lo ama, y se casó, se casó. -Su mirada se tornaba triste y nostálgica.
Christian: Poncho, estas borracho, ya mañana se te pasara.
Alfonso: ¡No! Porque llevo tanto tiempo sufriendo, con cada maldita foto, con cada maldita noticia. Y de pronto hoy, la tengo a unos centímetros sin poder hacer nada, como una total desconocida. no mames, ¿como chingados querías que me sintiera? Yo no me puedo olvidar de todo lo que viví con ella, Christian Güey esa mujer es la mujer de mi vida. -Sus ojos empezaban a cristalizarse.
Christopher: Hermano, no pasa nada. -Palmeo su espalda. Las chicas se acercaron. Luis, Pedro y Carolina se quedaron en la mesa conversando.
Maite: ¿Todo bien Ponchito? -Preguntó acariciandole el pelo.
Alfonso: -Negó con la cabeza. Maite lo abrazo, el dejo caer su cabeza en su hombro- Soy un imbecil -Susurro en su oído con su voz quebrada.
Dulce: Nosotras nos encargamos. -Le dijo a Christian y a Christopher.
Christian: Ahi se ven. Intenten calmarlo.-Se alejaron.
Maite: -Se separó de el- Poncho, hey Mirame. -El levanto la mirada para verla.- no eres ningún imbecil, solo estás afectado por el trago, Christian también lo está, pero tú más -Río levemente sacándole una sonrisa.- así que deja de decir cosas absurdas.
Alfonso: Como pude dejarla ir...
Dulce: Yo pensé que no te importaba, así te comportabas...
Alfonso: ¿Por algo soy actor, no? -sonrío de lado. Maite y Dulce se miraron.
Maite: Yo creo que tienes que dormir, para que se te pase todo.
Alfonso: Si, ¿Dónde están las llaves de mi coche? -Camino hacia la mesa seguido por las chicas.
Dulce: Poncho no puedes conducir así.
Christopher: ¿Qué pasó? -Se acercó.
Maite: Se quiere ir a su casa en esas condiciones.
Christian: Te quedas aquí Herrera, te voy a preparar el cuarto de visita. -Entro a la casa.
Christopher: Resuelto.
Alfonso: ¡Yo puedo conducir!
Christopher: No seas terco, te quedas aquí y ya.
Alfonso: ¡Qué intensos son!
A los minutos volvió Christian.
Christian: Listo Poncho.
Maite: Ya ve a descansar, te sentirás mejor.- Asintió no muy convencido y se despidió con la mano de todos. Subio lentamente para intentar no caerse por las escaleras, al llegar vio que Christian había preparado la habitación de visita y había dejado una pijama, solo se colocó el pantalón de esta y se lanzó a la cama cayendo así en un profundo sueño.

Siempre tu (AyA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora