Capitulo 9

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Apenas escucho la puerta cerrarse, Anahi se tumbó en el sofá sin poder dejar de llorar. Quería pensar que todo había sido un sueño pero sabía que no era así, el realmente estuvo ahí, hablándo sobre ellos, pidiendo perdón y sobre todo casi besándola.
Tomó su teléfono y le marcó a su mejor amiga.

Llamada telefónica~
María: ¡Enana! ¿Cómo estás?
Anahi: ¿Puedes venir a mi casa? -Preguntó débilmente.
María: ¿Estás bien Anahi?
Anahi: Si, si. Ven por favor.
María: Ya voy.
Fin de llamada~

En menos de media hora su amiga tocaba la puerta, abrió con rapidez.
María: ¿Qué pasó? -Preguntó apenas la puerta empezó a abrirse.
Anahi: De todo -Se abalanzó sobre ella.
María: Ay Any. -La abrazo.- Sentémonos y me explicas ¿Va? -Ella solo asintió.
Tan pronto como se sentaron en el sofá Anahi le contó absolutamente todo.
María: No manches...-Dijo incrédula pasando su mano por su cabello.
Anahi: Esto no me puede estar pasando. -Oculto su cara entre sus manos.
María: Pues, el problema está en cuánto te afecta Alfonso ahora, porque si simplemente no sintieras nada, no sería para nada complicado.
Anahi: ¡Me afecta demasiado, en todos los sentidos posibles! ¿Cuándo he dejado de sentir algo por el? ¡Nunca! -Su amiga solo la miro- No es justo que venga ahora cuando tengo mi vida en orden, y haga de ella un desastre de sentimientos. ¡Soy una idiota!
María: ¡Hey, tú no eres ninguna idiota! No es tu culpa sentir lo que sientes.
Anahi: Pero es que yo no estoy ahora en posición de sentir, no tengo que. Tengo que sentir por la persona que estoy casada, no por el...
María: ¿El tenía razón cuando dijo que aún lo amabas? ¿Y qué no amarías a nadie como a él?
Anahi: -Bajo la mirada- Yo... No se...
María: ¿Cómo que no sabes, Anahi?
Anahi: ¡Ay! ¿Para qué me preguntas si tú ya lo sabes?
María: Te pregunto porque quiero que me respondas, así que ándale, dime.
Anahi: -Suspiro- No importa cuánto tiempo pase, no importa lo que pase ni cuánto dolor hay de por medio... El llega y pone mi mundo de cabezas, me hace dudar hasta de cómo me llamo, me toca y es como que si el resto del mundo no existiera... -Admitió mirando fijamente sus manos.
María: Era más fácil solo decir que si.
Anahi: -Río cortamente- Tu entendiste. -Callo unos segundos- ¿Sabes? Tengo el presentimiento que esto va a afectar mucho...
María: ¿Afectar que?
Anahi: No se, supongo que mi vida, la de el.
María: ¿De manera positiva o negativa? -Ella solo se limitó a levantar los hombros. Miro a un punto fijo cuando una lagrima empezó a rebalsarse por su mejilla nuevamente.- Ya Any.. No quiero verte llorar. -Dijo mientras la secaba con su pulgar.
Anahi: Ahora todo es cuesta arriba...
María: ¿Y cuántas veces no haz subido cosas más empinadas? Si eres la persona más fuerte que conozco. -La abrazo.
Anahi: -Sonrío secándose algunas lágrimas- ¿Siempre tienes que decir para hacerme sentir que puedo con todo? -correspondió su abrazo.
María: Eso intento. ¿Te quedarás aca sola?
Anahi: -Volvio a su posición anterior- Si.. Creo que me hará bien tener tiempo para procesar todo esto.
María: Va, ya se me está haciendo un poco tarde. Cualquier mínima cosa, solo me llamas ¿ok?
Anahi: ¡Te amoo! ¡Gracias por estar! -Volvió a abrazarla.
María: ¡y yo a ti enana! Cuando lo necesites. -Se despidieron y María emprendió el rumbo a su casa.
Anahi comió el taco que había preparado antes de que todo ocurriera y se metió a la cama, con la intención de dormir, pero realmente no estaba funcionando.
Todas las palabras de Alfonso quedaron grabadas en su memoria a la perfección, y aunque cada vez que lo hacía se sentía peor, constantemente colocaba su dedo en su boca, recordando ese roce con los labios de el... Luego de un rato logró dormir.
~ Se abría la puerta de la habitación, Anahi miró hacia esta y ahí la mayor de sus sorpresas.
Alfonso: Hola -Susurro sin dejar de mirarla.
Anahi: ¿Qué..qué haces aquí? Tienes que irte. -Se sentó rápidamente.
Alfonso: Shh. -Se acercó a ella, haciendo un gestos con sus manos indicándole que se calmara.
Anahi: No Alfonso, tienes que irte. -Gritó.
Alfonso: Si realmente quisieras que me fuera, lo haría. Pero sé que no es así. -Le sonrió, de esas sonrisas que le regalaba luego de decir "te amo", una de esas sonrisas que la volvía loca y hacia que sin pensarlo dos veces lo besara. Se sentó a su lado, ella empezó a temblar.
Anahi: Pero yo...-El interrumpió.
Alfonso: Estas casada, por desgracia ya lo sé, tengo novia, también lo sé. Pero aunque no quieras verlo de esa manera, esta es una piedra más en nuestro camino,  equivocaciones que como muchas solucionaremos. Te puedo decir con toda seguridad que estamos destinados a estar juntos. -Con una mano le tomó la de ella, mientras que con la otra acariciaba su mejilla. Ella no decía nada, su mente y su corazón estaban al borde de un colapso.- Contigo quiero pasar el resto de mi vida. -Se acercó a su rostro aún más.- Te amo Anahi. -Sin pensarlo simplemente la beso. Un beso lleno de ternura y de amor. Anahi sin saber porque razón lo correspondió, poco a poco el beso iba aumentando la intensidad, Alfonso empezó a recostarla nuevamente sobre la cama...

Siempre tu (AyA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora