Mi felicidad eres tu...

Capitulo 7

Sintiendo nostalgia.

Braden, Escocia, Edimburgo

Paso la semana igual que siempre, pero esta vez intente centrar mi novela hacia otro tipo de temática. El recordar a catalina me hizo pensar tanto en ella que sin darme cuenta comencé a escribir una nueva historia de amor, el reencontrarse con alguien quien nos dejó una marca, por más simple que sea esa marca tiene un gran significado. Y creo que Catalina me marco, solo quiero saber que será de ella, aquí no he visto una chicas con esa pasión por Escocia, sera porque no es de aqui, pero me encanta y ni siquiera es necesario decir la fascinación que vi en sus ojos al verme.

Luego de un rato de escribir quede más que satisfecho con mi comienzo. Es verdaderamente mágico lo que uno logra con un recuerdo, uno que llega hasta el alma.

Voy hasta casa de mis padres a comer, es sábado y siempre tuvimos la costumbre de comer juntos los fines de semana llueve, truene o nieve, es imposible no estar juntos esos días.

—Hola mamá, ya llegue.

Y dejo mi bolso en la entrada

—Hola Braden, como estas?

—Bien mamá, un poco cansado, ya le encontré un camino a la novela y creo que esta vez lo lograré.

Me siento en la cocina y saco unas galletas de avena, las mejores que hace. mi madre

—y que sucedió que llegó tanta inspiración a ti hijo?

—Es que.... Mama no creo que lo recuerdes...

—Puedes decirme, tu madre no esta tan vieja como para olvidar las cosas.

—Si mama ya se pero es algo tan insignificante y tonto que no creo que lo recuerdes.

—Bueno, soy todo oídos, empieza.

Toma asiento a mi lado y me mira entretenida esperando que comience mi historia.

—Bueno, el otro día, el lunes pasado estaba estresado porque no lograba sacar ninguna idea para terminar la novela y decidí bañarme para olvidarme un poco. Así que fui a sacar la ropa y al darme vuelta se cayó mi kilt... te acuerdas del?

—Claro, como me voy a olvidar de él, te lo ponías regañando pero luego no querías quitártelo, siempre hiciste lo mismo.

—bueno la última vez que lo use fue hace cinco años luego de cumplir los 17 era especial por ser La fiesta de Beltane ya que el próximo año cumpliría 18 y era decisión mía si quería seguir usando o no, y bueno mi decisión había sido que no.

—lo recuerdo tu padre se había enojado mucho por tu decisión.

Me mira y sonríe al recordar lo malo que estaba mi padre aquel día.

—bueno ese día tú estabas en el trabajo y yo estaba vestido con el kilt recorriendo el castillo y... en un pasillo me cruce con una chica...

Veo como abre os ojos como plato.

—se llamaba Catalina no debía de tener más de 13 o 14 años y era hermosa, aún debe de serlo, pero en aquel momento no podía sacarle la mirada de encima.

Miro al vacío recordando sus ojos.

—hablamos solo un momento y sentí tanta energía en el lugar que supe que era especial, que era algo importante, y le dije que ese no iba a ser la única y última vez que íbamos a vernos.

—vaya hijo no te conocía así de romántico.

—yo tampoco mama nunca lo fui, pero vi algo en ella que me hipnotizo y hace unos días recordé o que había sentido, y creo que me lleno de nueva energía.

Le sonrio nostálgicamente

—si... recuerdo que había una mujer buscando a su hija, apenas le entendí porque hablaba rápido y en español y me costo mucho... asi que tu la estabas entreteniendo mientras yo aguantaba los gritos de aquella mujer? Es increíble hijo!

Me dice mientras larga una risa estrepitosa.

—He pensado que será de su vida, será verdad que volveré a verla?

—todo puede ocurrir aquí hijo, se la magia que hay en el lugar, aquí conocí a tu padre y mira... hace 25 años que estamos casados y somos felices. Eso debe de significar algo.

—¿no te parece?

Y si... este lugar es mágico tan mágico que siento mi destino de alguna forma asegurado al de Catalina.

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