A Window (Vkook) [HIATUS]

Muchas más noches

Taehyung

No sabía qué hacer en ese momento, todo lo que realmente quería hacer era completamente indebido, debido a ello su cara ardía, teñida de rojo.Estaba decidido a hablar, sobre cualquier tema, incluso sobre el pésimo día que había tenido, con tal de hacerse más cercano al menor. Con tal de distraerse a sí mismo de lo mucho que le atraía le menor.... Pero eso no ocurrió, el pelinegro tomó la palabra antes de que el mayor pudiera decir nada, "Esto deberá sonar extraño..." empezó a decir, esperando un momento en silencio como acomodando las palabras en su mente. "No... Bueno, si pero..." no tuvo éxito en ello, antes de atropellarse con sus propias palabras, suspiró, como si hubiera estado reteniendo el aliento por un tiempo, cosa que hizo. "Realmente quiero conocerte" soltó rápidamente, hundiendo con fuerza su rostro en el espacio entre el hombro y el cuello del mayor, avergonzado de estar siendo honesto (hasta cierto punto), Taehyung sintió como las manos del más pequeño dejaban atrás su nuca para aferrarse a los costado de su playera, "Siempre me han enseñado que, uno debe ser el primero en presentarse, y siempre he creído que uno imagen dice más que mil palabras..." prosiguió, con un ritmo irregular, a ratos atropellándose entre las vocales y consonantes, y a ratos buscándolas desesperadamente. "No sé si piensas igual que yo por lo que-" fue interrumpido por el castaño que se separó abruptamente de Jungkook, mirándole atentamente con sus profundos ojos, "¡Yo también!" soltó, el chico lo miró sorprendido unos segundos y entonces dejó escapar una risa, "¿Es que no sabes responder algo más?" se burló amistosamente tras recibir la misma respuesta en más de una vez, aunque lo cierto era que estaba feliz. Estaba demasiado feliz, se sentía demasiado cómodo y libre con el desconocido, todo era tan extraño cuando se trataba de él, justo como si fuera un alien. Rió ante la ocurrencia.

Sentados en la cama de Jungkook este abrió una caja metálica cuidadosamente conservada pero que sin embargo denotaba antigüedad. Dentro habían un montón de fotos, era su vida en fotografías, así lo pensaba él. A medida que el castaño se interesaba por una y la tomaba, acercándola para examinarla, el menor de los dos le contaba una historia acerca de ella, como sucedió, porqué y cuando, le contó su vida en ilustraciones blanco y negro, le mostró quién era y de dónde venía. Se descubrió frente a él como si fueran amigos de años.
Taehyung sentía un ardor en el pecho, una sensación de calidez, conocer al menor tan a fondo, llenando los espacios llenos de curiosidad por su vecino, aprendiendo su estilo de vida y sus razones...
Todo se sentía tan perfecto, así como una perfecta tonta sonrisa estaba plasmada en su rostro.
"Yo no tengo fotos" aventuró de repente, serio, casi preocupando al menor, pero entonces una sonrisa atravesó sus labios y con aire infantil dijo "¡Pero puedo contarte todo con sonidos de efectos especiales!" fue ridículo, pero Jungkook no podía parar de reír mientras relataba su infancia como un alien atrapado en el área 51. 

El menor no notó lo que había debajo de esa sonrisa inocente, no podría haberlo hecho tampoco, todo había sido una metáfora de lo que en realidad sucedía y sucedió. Se sentía un alien, fuera de lugar en su casa, el área 51, que al final había logrado huir y se había enamorado tontamente de un maniquí de una tienda, el mismo Jungkook, que sólo podía ver tras el cristal, la ventana. Pero sonrió sinceramente al darse cuenta de que eso ya no era así, de que estaba cambiando. Una vez hubo terminado con su historia, Jungkook soltó un "Ah." deteniendo su risa, tomó su cámara que tenía a un lado y con destreza fotografió a Taehyung, "Ahora, a partir de este momento" sonrió dulcemente, y el mayor podría haber jurado ver cierto aire de travesura en sus ojos, "Eres un alien libre, con un lindo vecino que te saludará cada día si es lo que quieres" terminó de decir. Taehyung rió ante lo dicho, contagiando al menor con su melodiosa risa, sus mejillas dolían, había sido una gran noche para ambos, sus risas bañaban las paredes de la habitación de Jungkook con buenas memorias, con cosas positivas, ya no estaba llena de oscuridad, no ésta noche.

Y con algo de suerte, ninguna noche a partir de ahora...