El hijo del ex capo de la mafia que todos creían muerto ha vuelto con el único fin de recuperar lo que a traición, le fue arrebatado a su familia.
Decidido a consumar su venganza contra sus enemigos a quiénes alguna vez llamó familia, se unirá con...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Llegamos a uno de los bares que estaban cerca, era incómodo ver lo placenteros que estaban todos con el ranchero y yo no, empezamos con el pie izquierdo, pero él comenzó. No sé qué es lo que había pasado, no tengo idea, pero ellos parecían guardar un secreto mucho más grande de lo que me puedo imaginar, y el tema, el tema estaba vetado.
—¿Qué tal Irlanda amigo?
—Aceptable, pero no estuve en Irlanda estos últimos meses.
—¿Entonces?
—Tokio, con unos amigos de mi padre.
—¿Dakara, nihongo o hanashimasu ka? —elevo las cejas cuando escucho a Mauro hablar en japonés. El ranchero se ríe.
—Tōzen yūjin, sukunakutomo tabemono to bīru o tanomu koto o manabimasu —mierda ¡Eso fue japonés! Elevo ambas cejas.
—Mi padre me dijo que habías estado en Alemania.
—Ich war da, aber nur ein paar Monate.
—¿Has estado en Italia?
—Non per il momento, anche se l'obiettivo, ma una volta che passo in Italia, La Cosa Nostra sia la storia —mis amigos se ríen, está bien, lo acepto, el botas de piel de víbora sintética me impresiona, lo dije, ya está. Siguieron bebiendo tequila, parecía que el ranchero tenía gusto por los tequilas caros y ya saben, la música regional sonando en el fondo. Hasta que apareció una canción que le encantaba a mi papá. "el Sinaloense" elevé las cejas mientras escucho un chillido de Andrea.
—Pardo, baila conmigo.
—¿Qué? no —niega con la cabeza.
—Era la canción de tu papá. Ándale, no seas ranchero.
—Soy ranchero pues.
—Ándale, no seas paisano. ¿O ya se te olvidó como se baila?
—Que pasó mija, eso no se me olvida, aunque me borren la memoria.
—Entonces baila conmigo.
—Seguro baila solo música irlandesa, de esa leprechaun, vestido de duende.
—Búrlense, y si, si se bailar música irlandesa, de todos los lugares —no le quedó de otra más que bailar con Andrea, que a sus diecisiete parecía ser más perra que yo, que tenía veinte. Me quede mirándoles, como bailaban, lo contenta que estaba Andrea con él. ¿Pues qué se traen? Nada más de verlo bailar me dieron ganas, no es que yo sepa bailar banda, pero la realidad es que con él si se antoja aprender.
—Viquita, con la boca cerrada, también se ve a colores —trago saliva y bebo del tequila que me habían ofrecido.
—Cálmate Rosario. ¿No que querría bailar Andrea con Mauro?
—Bueno, IP también sabe bailar, siempre ha sido el que mejor clase tiene para eso. hermano ¿bailamos?
—Faltaba más Chayito —siguieron bailando, después de unos minutos, Mauro le pidió a IP que le permitiera bailar con Andy, el accedió amablemente. Se sentó donde ya se encontraba con anterioridad.
