El hijo del ex capo de la mafia que todos creían muerto ha vuelto con el único fin de recuperar lo que a traición, le fue arrebatado a su familia.
Decidido a consumar su venganza contra sus enemigos a quiénes alguna vez llamó familia, se unirá con...
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Terminamos las clases y salí del salón, caminé hasta el edificio principal donde vi a IP sentado en el cofre del coche absorto en sus pensamientos, fumando. Me acerqué suave, y me di cuenta que una chica se aproximaba a él con una actitud de alguien que tiene algo pendiente con él.
— Tenemos que hablar. – le dice ella mientras cruza los brazos frente a él y apoya todo su peso sobre una pierna, IP la mira, tranquilo, lanza el humo de su cigarrillo hacia arriba
— Han pasado cinco años Malke, es obvio que tú y yo no tenemos nada que hablar. – exhaló el resto del humo por los espacios entre sus dientes, se lamió el labio superior, iba a bajarse del cofre, pero la mujer le puso las manos en las piernas.
— Sí, si tenemos que hablar.
— Tú puedes hablar, pero yo no tengo porque escucharte. — me quedo detrás del muro, escuchando.
— IP
— Pardo, Palacios o patrón para ti, traidora igualada.
— Pardo, escúchame, todo fue un mal entendido.
— Pues el puto mal entendido me salió muy caro Malke, ya no te me acerques, no te debo nada, y tú a mí tampoco.
— Solo escucha lo que tengo que decir.
— Lo que tengas que decir, llega cinco años tarde.
— No, no tiene por qué ser así, lo sabes.
— No me interesa lo que tengas que decir, lo único que puedo decir de los tuyos, es que son unos traidores igual que Cid y que sus días en el trono de mi papá, están contados.
— No somos iguales que ellos, Pardo.
— Me importa una mierda, ya no te me acerques, no sabes las enormes ganas que tengo que tomar tu lindo cuello y meterte unas balas en el estómago por mentirosa. — escuché como ella sollozó, me asomé un poco, tenía la mano sobre los labios, tratando de controlarse ante la mirada impasible de IP.
— Vaya que cambiaste, eres más hijo de puta que antes.
— Antes no era ni la sombra de lo que soy hoy Malke, y dile a esa bola de putos maricones que cenan en tu casa los fines de semana ¿Crees que no lo sabría? diles a todos los Carrillo que IP, está acá y que no voy a descansar hasta sacarlos de las tierras de mi gente, porque lo haré.
— Suerte con eso. – dijo mientras se quitaba las lágrimas tratando de evitar dañar su maquillaje.
— No necesito de tus buenos deseos Malke, sacaré a los Carrillo de Jalisco y al pobre apellido que se interponga.
— ¿Me estás amenazando?
— Tómalo como una puta advertencia o como lo que se te antoje.
— ¿Malke? – un sujeto se acercó con los hombros por delante, parece que tampoco le gustaba IP.
