Distante Amor ©

Capítulo XIV

- Por Dios Dom... ¿Dónde estás metido?
- Casi haces que me maten y sólo llamas a preguntar que dónde estoy metido.
- ¿Cómo así? Pero si yo no he hecho nada.
- Te dije que estaba atrapado, unos hombres me perseguían para matarme y cuando estaba escondido de espalda a ellos, tu me llamas y ellos se dieron cuenta de dónde estaba... Corrí, pero tenían un arma y me dispararon en dos ocasiones.
- ¡Mi amor! Dime... ¡¿Estás bien?!
- Sí, si estoy bien. Gracias. No me dieron.
- No te molestes conmigo cielo, yo no sabía. Sólo estaba preocupada.
- ¡Casi Me Matan! ¿No te das cuenta? -le grité-
Ella comenzó a llorar y su vos se entendía poco.
- ¡Perdoname, Perdoname! -gritaba mientras lloraba a cántaros-
Yo guarde silencio por un momento, trataba de reaccionar, estaba absorto.
- ¿Sigues ahí amor? -me preguntaba-
Comencé a llorar, agarre fuerte mi pecho. Caí de rodillas al piso y baje mi cabeza cerrando mis ojos.
- Perdoname tú a mí, amor. No sé que hacer, tengo miedo. ¡TENGO MUCHO MIEDO!
- Calmate cariño, por favor. Dime... ¿Tú estás bien? ¿Dónde estás?
- Estoy bien -traté de calmarme un poco- estoy en el centro de Northampton.

"¡Oh maldición!" grité y me levanté empezando a correr.
- ¿Qué pasó cielo? -preguntó alterada Alice-
- Me persiguen otra vez, no hables... Pero no cortes la llamada -baje el celular y seguí corriendo con él en la mano-

"Oye detente, alto ahí" gritó el hombre que me perseguía, el de las prendas vino tinto que había visto en la estación.
Ella seguía expectante teniendo la llamada abierta, "no te detengas" gritaba Alice mientras yo escuchaba en el altavoz. "Corre amor, corre" insistió preocupada.
Llegué a un callejón y subí unas escaleras a un edificio abandonado, mientras subía cayó mi celular y tuve que detenerme a recogerlo.
- ¿Qué fue eso Dom, qué pasa?
- Nada, sólo se me cayó el Móvil.

Escogí una habitación pequeña que estaba a oscuras para esconderme. A lo lejos sentía pasos acercarse hacia donde estaba. Apagué el altavoz y me llevé el celular al oído.
- ¿Qué pasa, por qué dejaste de correr?
- Estoy escondido -susurré- guarda silencio.
Se escuchó como tiraron una puerta cerca de donde estaba, el sonido fue espantoso, Alice que asustó y pregunto que pasaba, guardé silencio. Ella también.
- Sal de la guarida niñita, o te sacaré a tiros -decía con vos burlona el hombre del traje vino tinto-
- No salgas amor, no salgas -susurraba llorando Alice-
"Shhhh" hice susurro de silencio para que dejara de hablar. Sólo se escuchaba su respiración.
"Te mataré muchacho, creeme. Te pasará como a muchos de tus compatriotas. Debieron dejar las cosas como estaban, el país estaba bien y ustedes comenzaron a destruirlo, así que ahora nosotros los destruiremos a ustedes hasta que ya no quede ninguno en Cywka y este territorio vuelva a ser parte jurisdiccional de Inglaterra"
- ¿Por qué, cuál es su odio? -pregunté a lo lejos-
- Ustedes son unos locos idealistas, creen que son diferentes -dijo intentando seguir mi vos con el arma a la altura de su pecho- creen que no necesitan del resto del país, lo que han hecho es destruir algo que estaba bien formado y ahora la pagaran. Los E.U de América ganan a cambio de nuestra separación mientras la economía inglesa cae, mira lo que es ahora la libra esterlina.
- Pero era lo mejor -dije cambiando de lugar- (no hables te encontrará -dijo Alice al celular) tenemos diferentes opiniones, pensamientos y hechos... Debíamos separarnos para tomar caminos independientes.
- Ese fue su peor error, creer que podían hacer algo bueno independientemente del resto del país, pero su economía, su cultura y su estructura sólo ha empeorado, están acabando con personas que no tenían nada que ver con esto.
- Pero yo no tengo nada que ver con esto. Ni siquiera soy político. Tampoco un alto funcionario, soy una persona del común.
- Pero defiendes sus ideales como uno de ellos, hay que acabarte también -dijo asomando la mirada hacia la habitación en la que me encontraba-

Distinguiendo mi cuerpo en medio de la oscuridad, disparó su arma.