Distante Amor ©

Capítulo X

Mis ojos brillaron, estaba sorprendido a decir verdad. Después de ello, me miró y guiñó su ojo lanzándome con su mano otro beso. Me encantó la ternura con la que hizo ese gesto, mi rostro se iluminó y no pude evitar sonreír y tocar mi pecho haciendo señal de cariño.
Antes de percatarnos a vista de que nuestro café se habían acabado, levantamos las tazas intentando dar un sorbo al mismo tiempo y sonreímos al ver que no quedaba nada en ellas.
- Bueno, creo que es hora de irnos. Tengo cosas que hacer -dije-
- ¿Qué harás hoy? -me preguntó-
- Debo ir a comprar algunas cosas al centro de la ciudad. Y por la noche, debo trabajar. Y tú ¿qué tienes para hoy?
- Debo ir a mis clases de inglés.
- Ah cierto. Casi lo olvido, dime ¿cómo te va con eso?
- Muy bien, gracias. Habré terminado para final de año -me dijo con vos emocionada-
- Excelente -agregué tratando de emular su buen estado de ánimo-

Saqué mi billetera y dejé el pago sobre la mesa, extendí mi mano para ofrecerla a Alice; ella la recibió y procedimos a irnos.
- Gracias por tan bonito momento -dijo acariciando mi mano-
- Gracias a ti -respondí fijando la mirada en ella mientras sonreía- has hecho mi día.

Seguimos adelante, caminando de la mano. Observábamos todo a nuestro al rededor y nos señalábamos uno al otro las cosas que nos habían gustado ver.
En realidad disfruto al máximo de la manera en que hemos decido llevar esto, es algo muy bonito con lo que quiero seguir y estoy seguro de que ella quiere lo mismo.
El tiempo era obsoleto cuando estaba concentrado en aprovechar instantes con ella, sólo trataba de vivir el momento al cien por siento y de convertirlo en algo especial para ella. Pronto debí despedirme de ella, de verdad tenía cosas que hacer.

Entré a la ducha y rápidamente me di un baño, fui hasta mi cuarto y me coloqué un traje negro con camisa blanca, corbata roja. Después de eso, fui hasta el garaje para tomar mi auto y así ir hasta el centro de la ciudad.