Capítulo XVII

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"De seguro te preguntarás cómo es que estoy aquí" -me dijo Alice mirándome a los ojos, teniendo los de ella llenos de lágrimas- yo solo asentí. Esa misma noche salí corriendo hacia la caja fuerte de mis padres, use la fecha de mi cumpleaños como clave y saqué todos sus ahorros, me apresuré a tomar un taxi y fui hasta el aeropuerto. Llegué llorando como loca -me contaba- todos me observaban, cómo era que una chica de dieciocho años llegaba a un aeropuerto así. No preste atención a nada.
Llegué a la taquilla por un tiquete del primer viaje a Northampton.
- El que está es el último de la noche, y además está lleno -Respondió la chica-
- Maldición -dije alterada- baje a alguien necesito viajar ahora mismo a Cywka.
- Lo siento señorita, eso va en contra de las normas de la aerolínea.
- ¡VOY A MATAR A ALGUIEN AQUÍ SI NO ME CONSIGUE UN TIQUETE A NORTHAMPTON! -grité descontrolada-
- Le daré el mío -dijo una señora acercándose a mí-
- Gracias, de verdad muchas gracias -la abracé llorando- lo siento pero es que alguien importante para mí está a punto de morir, necesito ir con él.

Yo seguía cada vez más sorprendido y la veía hablar mientras seguían brotando lágrimas de sus ojos rojos.

Esto de no necesitar visa y menos permiso de los padres para viajar si eres mayor de edad es estupendo, me aproveché de ello.
Pasé toda la noche en el avión, no llegue sino hasta las 09:00 aquí y de inmediato seguí en mi GPS la guía del rastreo que le había hecho a la llamada de tu móvil. Y allí estabas, lleno de sangre, con ese maldito hombre junto a ti muerto, estabas inconsciente, respirabas entre lapsos largos, ibas a morir Dom, ibas a morir -dijo rompiendo el silencio de sus lágrimas y estallando en un llanto desconsolado- pero mírame, aquí estoy amor, aquí estoy contigo mi cielo, contando toda la locura que hice. Tenías tres días sin despertar, ayer reaccionaste y evolucionaste muy bien.. Y apenas ahorita te sacaron de cuidados intensivos. Me ha vuelto el alma al cuerpo. Se que esas lágrimas que salen de tus ojos -dijo secando las gotas en mi rostro cuando lloraba sin hacer ningún tipo de gestos- son más de felicidad que de dolor mi amor, igual que las mías.
"Alice" salió parafraseada la palabra de mi boca... <Aquí estoy mi amor, aquí estoy> respondió ella besando mis labios muy despacio. <Estaré siempre para ti, no me iré bebé> dijo tomando mi mano.

Sentía tanta felicidad, mi corazón latía rápido, las sensaciones hermosas que sentía dentro no las puedo describir. Allí estaba ella, Alice, la mujer que se había robado mis palabras y ahora mis lágrimas, la que se robó todo mi amor. La mujer de mi vida, la que me salvó la vida. Le debía todo a ella y lo iba a agradecer de la mejor manera en cuanto pudiera.

Distante Amor ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora