Jason Williams: capitán del equipo de fútbol americano del instituto, popular y... Agente del MI6.
Katherine Wigfield: la "nueva".
¿Qué pasa cuando tu misión consiste en infiltrarse en la vida de la persona que peor te cae en el mundo? ¿Qué pasa si...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cojo las llaves de mi casa y, cuando Spencer ya ha salido detrás de mí, cierro la puerta principal. Juntos caminamos lo que vienen siendo aproximadamente quince metros de distancia para llegar a la casa de mi vecina.
Llamo a la puerta y la sirvienta de siempre nos abre con una sonrisa amarga en el rostro pálido que tiene. Nos adentramos en el salón sin decir nada y esperamos a que Katherine baje a recibirnos.
-¿Qué pasa, tíos? - suena una voz grave a nuestras espaldas y reconozco esos ojos azules, prácticamente iguales a los de la morena.
-Jake - nos damos un apretón de manos y hace lo mismo con Spencer.
-Kath todavía está en la ducha, no pensaba que fuéseis a llegar tan puntuales - señala con una sonrisa en la cara.
-No importa, tampoco tenemos prisa - interviene mi mejor amigo.
Un grito en lo alto de las escaleras hace que los tres nos pongamos alerta. Jake saca una pistola de la cinturilla de sus pantalones y se adelanta a nosotros, hacia el piso de arriba.
¿Qué hace Jake con una pistola?
Caminamos en silencio hasta el final del pasillo, donde la puerta del baño se encuentra entreabierta. Jake me susurra que me ponga al otro lado del pasillo y que empuje la puerta de golpe cuando me avise. En un señal, empujo la puerta con fuerza y una Katherine perpleja sale del baño.
-¿Qué coño hace tu rata en el cuarto de baño? - le grita a su primo, a la vez que este guarda de nuevo su arma.
-Joder Kath, nos has pegado un susto de muerte - le regaña el moreno con cara de enfado.
Por primera vez desde que mi vecina salió del baño me fijo en lo que lleva puesto, un simple albornoz que prácticamente no le llega a la mitad del muslo. Giro la cabeza y me encuentro a Spencer mirando su atuendo igual que yo. Así vestida sus piernas parecen kilométricas.
-Bueno chavales, abajo. Mi prima tiene que vestirse - sonríe divertido y Katherine le pega un codazo en las costillas. Uno no muy suave.
-Todo el mundo abajo. Ya - no esperamos nada más y salimos echando leches hacia el piso de abajo, no queriendo causar problemas.
Aproveché ese rato para hacerme con algo más de información acerca de la familia de Katherine.
-¿Como es que tienes un arma? - le pregunto a Jake mientras le acompaño a la cocina, donde se sirve un vaso de agua del grifo.
-Soy policía del FBI - me responde al instante.
-¿Del FBI? Pensaba que eras de aquí - interviene Spencer, percatándose de lo mismo que yo. El acento londinense del moreno.
-Y así es pero mi familia se mudó a Estados Unidos hace un par de años. Antes trabajaba para Scotland Yard.
-¿Eres primo por parte de padre? - volví a preguntar, no queriendo parecer demasiado curioso, puse una voz desinteresada.
