Capítulo 13

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De nuevo comienza la rutina de todos los días

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De nuevo comienza la rutina de todos los días. Mi alarma vuelve a sonar a las siete de la mañana y me levanto con mucha pereza.

Cuando bajo a la primera planta me encuentro con mi madre preparando el desayuno. Últimamente les veo menos de lo normal y, que yo sepa, no están metidos en ninguna misión.

-Ayer llegásteis muy tarde, ¿no? - es lo primero que digo cuando llego a su lado.

-Y tanto, Harold nos entretuvo con información acerca de tu caso - me explica. Segundos después veo cómo unos huevos revueltos son depositados sobre el plato que tengo enfrente. Me encanta que mi madre esté para prepararnos el desayuno.

-¿Puedo saber el qué? - pregunto, con mucho interés -. No sé cómo puedo investigar nada sobre Kidman, prácticamente Katherine no le ve y mucho menos sabe algo sobre lo que hace. Así que por mucho que me acerque a ella dudo que consiga nada si Kidman no está ahí.

-Por eso les invité a cenar, después con lo del disparo todo fue muy dramático. Podrías recordarle a tu vecina el tema de la cena. Dile que tu madre insiste - me dedica una sonrisa y, tras dejarme un beso en la mejilla, se va escaleras arriba.

Algún día me gustaría ser tan profesional como mis padres. Ver cómo pueden cumplir con su trabajo sin involucrarse es algo admirable. Algo que me gustaría aprender a hacer.

"-Siempre estás igual - se queja Cat al ver mi estado de ánimo -. Tienes que aprender a investigar sin involucrarte en la vida de las personas. Si tienes que hacerte pasar por la pareja de alguien deberías prohibirte sentir algo por esa persona. Eso sería un golpe duro para ambos."

Al volver a la realidad veo que ya estoy aparcando en mi plaza de siempre. Esa que a lo largo de los años he acabado por conseguir.

Me bajo del coche y me ajusto la mochila a la espalda. Camino a paso rápido hacia mi clase de física, el profesor es demasiado estricto en cuanto a puntualidad se refiere.

-Buh - me sobresalto cuando alguien salta a mis espaldas sobre mí.

-Joder Katherine, qué susto - me quejo.

Llevo sin hablar con ella desde el baile, y las cosas fueran muy raras entre nosotros. No es por nada, pero ya no puedo mirarla con los mismos ojos.

-¿Qué tal el finde? - pregunto, intentando que no se note mi incomodidad.

-Bueno, el sábado fue el baile y el domingo me dediqué a hacer deberes - me explica. Cuando me giro para mirarla veo que me dedica una sonrisa y camino un poco más rápido -. Oye, espera, que yo no tengo las piernas tan largas.

Cuando llega de nuevo hasta mí me arrepiento de no haber salido corriendo.

-¿Estás enfadado conmigo por lo de la otra noche? - me limito a no decir nada -. Escucha, no sé qué me dió, me gustaría que quedara entre nosotros y lo olvidaras, ¿vale?

Asiento en respuesta y cruzo la puerta de clase, dirigiéndome hacia el final para ocupar mi asiento de siempre.

Tengo una misión que cumplir, y como he dicho, me gustaría salir impune de esta, no necesito pegarme a Katherine más de lo estrictamente necesario.

La primera hora se pasa rápida para mi sorpresa, y cuando quiero darme cuenta tengo a dos chicas delante de mi mesa.

-Chicos, el trabajo de Romeo y Julieta es para este miércoles, tenemos que quedar sin falta esta misma tarde - empieza a parlotear la rubia.

-¿Donde quedamos? - pregunto, no me apetece hablar ahora mismo con ellas, al menos no con Katherine.

-Podemos hacerlo en mi casa si queréis - se ofrece la morena.

No entiendo por qué el mundo se empeña en acercarme a esa chica. Empecé odiándola y, sinceramente, hubiera preferido seguir así antes que enterarme de que tiene un padre delincuente.

-En tu casa entonces - se decide finalmente -. Jason, ¿te encuentras bien? - me pregunta Brittany.

-Sí, ¿podéis decirle a la profesora que he ido al baño? - no espero ninguna contestación y me levanto de golpe.

Camino a paso rápido y cuando llego al pasillo me dirijo al baño de los chicos. Una vez dentro me paro delante de los lavabos y me miro al espejo. Tengo una cara horrible, y lo cierto es que no sé exactamente porqué.

-Vaya, vaya - dice alguien a mis espaldas -. Williams, ¿qué tal te fue en el baile?

Miro a través del espejo al rubio teñido que tengo a mis espaldas. Scott es la leche apareciendo en momentos de mierda.

-Bien, ¿tú que tal? - intento seguirle el rollo para que no se cabree.

-Te dije que te alejaras de Katherine. ¿Es mía, entiendes? - me pregunta, con un tono de voz bastante alto.

-Oye colega, si viste lo del beso, no fue mi intención. Creo que estaba borracha - miento, me doy la vuelta para mirarle y lo primero que recibo es un puñetazo en la mejilla.

-¿Qué cojones te pasa Jason? - grita, alterado.

-No, ¿qué te pasa a ti? Estás mal de la cabeza Scott - le contesto, tocándome en la zona en la que he recibido el puñetazo.

Escuece. Me miro los dedos y veo que hay un poco de sangre.

-No me voy a meter en una pelea contigo Scott. Estoy harto de esta situación. Lo que te molesta ya ha pasado Scott, ni siquiera hablas con ella. Olvídame.

Salgo lo más rápido que puedo del baño y camino por los pasillos como si me fuera la vida en ello. Necesito salir de aquí. Necesito olvidarme de todas las situaciones que me rodean. No habría aceptado esta misión de saber todo lo que implicaba. A veces solo quiero desaparecer y olvidarme de todo el mundo por un rato. Sabiendo que al menos ese es mi momento y que no tengo que preocuparme por nadie más.

El timbre del ascensor me avisa de que ya he llegado a la planta indicada y salgo. Veo a Nick tecleando en el ordenador y cuando me ve asiente con la cabeza, en señal de que puedo pasar.

-Buenas tardes - digo nada más entrar en el despacho de mi jefe.

-Hola, Jason. Por favor, siéntate - hace un gesto con la mano señalando el sillón que queda justo enfrente de su mesa y camino para tomar asiento -. Como pudiste ver, la información que obtuviste es muy valiosa.

-Así es, pero no sé si acabo de enterarme - admito, mirando cómo Harold entrelaza sus manos.

-Jonathan Kidman tendría que haber aparecido en esa entrega aquel día, el FBI tenía información de ello, y habían preparado una operación especial para atraparle a él y a los rusos - me explica, con mucho detalle.

-Eso signfica que había un infiltrado con los rusos que se encargaba de informar al FBI - deduzco, intentando que toda la información termine de encajar.

-O en la organización de Kidman, así es como pudo escapar. El FBI tenía un topo que trabajaba para él. Por eso los rusos están cabreados con Kidman, quieren el dinero que perdieron por la entrega fallida, y quieren venganza por hacer que muchos de los suyos acabaran en la cárcel.

Todo aquello que me contaba tenía sentido. Si no, ¿de qué otra forma pudo saber Kidman que aquel día le estaban esperando? Hubo un topo en el FBI, la pregunta es: ¿lo sigue habiendo?

ESPÍA AL DESCUBIERTO // EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora