El tiempo ha pasado y las cosas entre nosotros se podría decir, han mejorado. Viniste a mi casa un par de veces sin compañía y por primera vez deje de inventar excusas para ayudarte a estudiar.Al principio fue un tanto incómodo ya que las miradas de mi abuela hacían que te sintieras extraño, pero una vez que estuvimos solos las cosas fueron más sencillas y la tensión (que por lo menos yo sentía) fue desapareciendo.
Nos reímos e hicimos bromas y fue muy gracioso ver lo incómodo que te ponías cuando mi hermano llegaba sin avisar. Nos conocimos un poco más. Me contaste de tu familia, de lo que harías en el verano y también hablamos de ese lugar que visitarías el fin de semana pero que ni siquiera sabías dónde quedaba.
Seguimos así por unas horas. Tú revisando mis mensajes y hablando con mis amigas mientras yo reía cuando ellas respondían con algo grosero, fue la primera tarde y podría decir que fue mejor de lo que esperaba.
Le caíste bien a mi madre por alguna razón que desconozco y creo que ella se dio cuenta de que eras el chico del que hace unos años le había comentado. Fue bastante divertido ver sus miradas (para nada disimuladas) y sus risas al verme golpeándote o discutiendo cuando me decías que no entendías el tema que tres veces te había explicado o tomabas tu celular y dejabas de prestar atención.
Ideas incorrectas se formaron en su cabeza al vernos y lo confirme días después cuando le dije que volverías.
Los mensajes volvieron a hacerse un poco más frecuentes entre nosotros y aunque me molestaba que de lo único que tuviéramos la necesidad de hablar fueran estudios, tus ocurrencias hacían que lo olvidara.
Hablábamos bastante y siempre te quejabas cuando me decías que irías a mi casa y yo (a sabiendas de que era una broma) te decía que no estaba allá (y sí era cierto) pero tú seguías convencido de que solo eran excusas. Era imposible que pensaras otra cosa ya que antes me inventaba cosas para que no aparecieras en mi hogar.
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Para olvidarte
RomancePara olvidarte solo tengo que decirte lo que siento, hacerte saber el daño que me hiciste y de todas esas sensaciones que causaste en mí cuando tuviste la oportunidad.