-
Último Capítulo
-
El tiroteo comenzó. Las balas eran rápidas y Claire no podía divisarlas, pero las sentía pasar zumbando cerca de su cuerpo. Pasmada a causa del miedo, era incapaz de reaccionar. Justin se precipitó a su lado y la tiró al suelo, cayendo sobre ella. Luego la escudriñó con la mirada, pasando las manos por su rostro para asegurarse de que no tenía heridas.
—¿Estás bien?— Su voz llena de preocupación había adquirido un volumen alto, para que pudiera oírlo por encima del estallido que producían las armas al disparar.
Claire solo asintió en respuesta. Michael y los dos sobrevivientes devolvían los disparos de los anarquistas, pero iban dando pasos hacia atrás a medida que sus enemigos se acercaban. Planeaban la forma de huir. Finalmente, otro hombre de Michael fue herido, lo que fue aprovechado por sus compañeros, quienes giraron sobre sus talones y corrieron lo mas rápido posible lejos de allí.
Justin ayudó a Claire a incorporarse. Una vez de pie, él la abrazó y la sostuvo con fuerza contra su cuerpo, observando con semblante serio a los anarquistas que habían llegado. En su mayoría eran jóvenes, mas el que se posicionó frente a Justin era un hombre maduro.
—Dame a la chica— Ordenó con prisa.
Justin aumentó la severidad de su expresión y estrechó a Claire aun más, reacio a dejarla ir.
—No— Su negativa fue rotunda.
—¡Rayos, Justin! Ya hemos perdido demasiado tiempo por tu culpa, nos queda solo una hora— Se exasperó el hombre. —¡Dame a la chica!
Él continuaba sin obedecer, por lo que tres de ellos se aproximaron con repentina velocidad.
—¡No la toques!— Espetó Justin, en cuanto uno tomó a Claire por la cintura y los otros lo sujetaron a él por los hombros, tirando de ambos para separarlos. —¡No!— Jadeó, cuando lograron despegar sus anatomías y arrastraron a la muchacha hacia Saúl.
El hombre agarró a Claire por el codo cuando se la entregaron, pero sus ojos seguían puestos en Justin, quien se removía tratando de luchar contra sus propios compañeros que lo aprisionaban.
—¡Maldición! ¿Qué está mal contigo? Ya hablamos de esto, sabes que no le haré daño a tu chica, pero la necesito— Le recordó Saúl. —Si no quieres que cambie de opinión y también le de un tiro a ella, cálmate ahora.
Justin detuvo su forcejeo de inmediato y decantó furia en la mirada que le dio a Saúl, mas el resto de su ser se mantuvo impertérrito. El hombre condujo a Claire hacia la dirección contraria, haciendo que ella se sobresaltara. Miró a Justin sobre su hombro, con miedo de alejarse de él. Éste caminaba a pocos metros detrás, todavía escoltado por los anarquistas. Recorrieron un tramo de tres cuadras, hasta la casa de Claire.
—Su teléfono— Demandó el jefe.
Palparon los bolsillos de Justin hasta que encontraron el móvil de Claire. Saúl puso el teléfono en las manos de su dueña.
—Llama a tus papis y diles que estás afuera.
Claire no lo hizo. Su mente empezaba a entender los planes que tenían y se negaba a participar de los mismos. Lo podía deducir por las miradas ansiosas que todos tenían puesta sobre el chalet. Todos menos Justin. Ellos dos hicieron contacto visual y la chica percibió la angustia en el rostro de él. No solía evidenciar sus sentimientos de aquella manera, y eso la inquietó más.
Los anarquistas querían a su familia.
Con un movimiento veloz de su brazo, tiró su celular al piso, el cual se hizo trizas al impactar con el pavimento. Los ojos irritados de todos los presentes se fijaron en ella.
ESTÁS LEYENDO
The Purge: 12 horas para sobrevivir
Short Story'Al sonar la sirena, todos los crímenes, incluido el asesinato, serán legales por doce horas. Los servicios de emergencias no estarán disponibles hasta que se acabe la Purga. Que Dios los acompañe'. "Las calles se teñirán de rojo cuando la gente sue...