Manzana de la Discordia

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Varios días pasaron desde entonces, y ahora mismo se encontraba con Choromatsu acompañándolo para una visita programada con el doctor.

-ya te dije que estoy bien brother- se quejaba al ser llevado casi arrastras al hospital por su hermano menor.

-esta visita ya fue programada niisan, y no lo cancelaremos a estas alturas así que deja de quejarte y andando- comentaba mirándolo fijamente para volver a tironearlo.

Una vez llegaron cerca del hospital ambos hermanos se encontraron con la persona que menos pensaban encontrarse en aquel sitio –To-Totoko-chan... ho-hola que haces acá, acaso estás enferma, te duele algo?– preguntaba algo inquieto el sudadera verde.

–no, solo venía a ver a una amiga que internaron hace poco y ustedes?– su mirada paso del tercer al segundo hermano para luego dirigirse al piso tratando de esconder un pequeño rubor que apareció en sus mejillas, cosa que no pasó desapercibida por el tercero.

–veníamos a hacerle un chequeo a Karamatsu-niisan, no es nada grave pero es mejor prevenir ante todo– con una sonrisa se despidió de la chica para dirigirse al lugar donde debían ir con su hermano.

–hey... niisan– el mayor volteó a ver al chico el cual solo seguía con su mirada al frente, por la mente del menor solo pasó un pensamiento el cual se lo guardo totalmente "desde cuándo es que eres el novio de Totoko-chan" –no, no es nada entremos–

Ese mismo día en la tarde caminando se encontró con Ichimatsu en el mismo lugar que la vez pasaba, cosa que en claras condiciones el de azul no recordaba pero su hermano menor sí y una vez habiéndolo visto en el lugar cogió a su amigo entre los brazos y dejo el lugar ignorando completamente las llamadas del otro.

–creo... que estaba muy molesto– comentaba Karamatsu a Jyushimatsu mientras le entregaba la bolsa de comida para los felinos que el otro dejó atrás en su intento de evitarle –así que... podrías devolvérselo tú my Little Jyushimatsu?– al recibir una afirmación por parte del menor sacó de los bolsillos de su chaqueta una paleta para el menor agradeciéndole y dejándolo con el encargo.

–niisan– el mayor volteó al ser llamado –ahora... si podremos volver a cantar juntos, verdad?– la mirada del menor se encontraba pegada en el piso, por alguna razón extraña sentía ganas de llorar.

–yes my Jyushimatsu, cuando tú quieras– en ese momento pudo sentir como los brazos del menor le rodeaban en un abrazo fuerte pero momentáneo, al momento que volvió en sí el chico se encontraba lejos en búsqueda del cuarto hermano.

<............>  

–que... fue lo que ocurrió?, Osomatsu-niisan no entiendo a qué te refieres–

–Karamatsu... entiendo que no quieras decírselo a ninguno de los demás, pero soy y seré tu hermano mayor y tengo el derecho y la obligación de preocuparme de todos ustedes– la cara que expresaba el primogénito era una que muy pocas veces había visto, pero sabía que de esas veces hablaba muy en serio.

–my brother... i don't lie you, te digo que no se qué me estás hablando, trust me–

El segundo hermano se encontraba ese día solo en la sala observándose en el espejo como era lo normal, pero a diferencia de las otras ocasiones era para esconder aquellas ojeras que nuevamente se volvían visibles.

–ha... por más que quiera me resulta imposible dormir, tal vez Totty tenga... no, será mejor que no les pregunte nada no quiero preocuparlos nuevamente– comentaba mientras dejaba a un lado el espejo y volteaba al oír la puerta abrirse de golpe.

Memories Never DieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora