6 de Mayo del 2015: Por la tarde.

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6 de Mayo del 2015:

Por la tarde.


«Debí haberlo sabido»

Mientras se dirigió a la clase de historia ―alégrense saber que por poco se salvó del odio inminente del profesor―, y a las siguientes dos clases, su mente se fue a las posibilidades sobre la reacción de la chica de esa mañana. Por lo que había visto de ella, iba a estar cabreada a niveles explosivos, y por alguna razón, le causaba satisfacción sacarla de quicio como ella había hecho con él. Estaba saboreando su triunfo antes de tiempo y fue bruscamente apagado cuando llegó al aparcamiento y encontró que su auto había sido movido, dejando la moto en libertad.

Corrió hacia la puerta abierta y se encontró con que había sido forzada. Había una nota sobre el volante que dictaba:

«Practica más para la próxima, principiante»

La chica debía tener experiencia como ladrona o invadiendo propiedad privada. No solo había logrado abrir el auto sino que, de alguna forma, lo había logrado encender y moverlo para zafar su moto de la prisión que había hecho.

Debería estar cabreado por aquella pequeña rebelde pero en realidad le divertía la pelea que le estaba dando. No era de las que se dejaba dominar fácilmente y para él era una cualidad muy atrayente en una mujer.

Fue exactamente lo mismo que le dijo su amigo ese mismo día, más tarde, cuando le contó lo sucedido. Primero se había burlado de él por haber sido vencido por una mujer ruda y luego le había confesado lo mismo que pensó él. Era ardiente.

―¿Qué vas a hacer mañana? ―se burló, mientras le tendía una cerveza y volvía a su asiento en el sillón frente a él―. Eso definitivamente amerita una revancha.

―Estoy más ansioso por saber cómo va a reaccionar que en vengarme ―admitió con facilidad antes de tragar el contenido de la botella.

―Quien lo diría, te atrapó en menos de un día.

―Y no estoy para nada avergonzado ―se encogió de hombros y una sonrisa se dibujó en sus labios.

Normalmente aquel comportamiento le hubiera molestado en otra persona y no hubiera tardado más de dos segundos en mandarlo a la mierda, pero con esta chica quería ver como terminaba y definitivamente mañana iría por la segunda ronda.

Layla personalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora