Verde I

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Mi día lunes de locura no había acabado. Vi las flores y no tuve otro pensamiento que golpear en el apartamento de al lado. Este le pertenecía a un par de ancianos que conocíamos desde la infancia. Ellos se mudaron del pueblo por la salud del señor Tramell. Gracias a ellos teníamos ese lindo apartamento ya que mi papá se contactó con ellos y encontraron esta gran ganga. La señora Tramell abrió la puerta y me recibió con una sonrisa.

-Hola pequeña. Pasa -Su apartamento era bastante similar al mío. Pero había muchas cosas tejidas y fotografias por toda la casa. Era sumamente acogedor. Me ofreció una taza de té, que acepté gustosa. Estaba hirviendo.

-¿Qué te trae hoy por aquí. Dulzura? - Me sonrió amablemente. Los sillones eran tan cómodos.

-Es que quiero regalarle unas flores pero son bastante grandes...así que no se como traerlas... - Ni siquiera había pensado en eso. Esas flores pesaban mil vidas.

Estúpida.

-Por Dios. Que niña tan agradable y generosa. No te preocupes cuando llegué mi nieto le diré.

- Gracias porque no se... - ¿Qué? Al ver mi cara de sorpresa y que casi me ahogo con el té la señora Tramell río- ¿Noah va venir?.

-Si mi niña y cuando hablé con el estaba ansioso de verte.- Por Dios quería verlo hace más de un año que no lo hacía.

Mis papás y sus abuelos eran vecinos. El vivía con sus papás en otra parte del pueblo. Pero llegaba a almorzar todos los días donde sus abuelos. Ahí nos hicimos amigos. Cuando se partió el pie por subirse a un árbol supuestamente para impresionar a Allyson Kerry, yo estuve con el. Firmé su yeso como si fuera una artista e incluso buscamos firmas de famosos para falsificar.

Cuando Mellisa Dudamell me empujó en un charco en el parque y mancho mi vestido verde claro. El me ayudó a limpiarlo en el lavadero de su casa y al final resulto peor porque utilizó cualquier cosa de limpieza que encontró en el lugar.

Lo adoraba y en este momento lo necesitaba mucho. Mi mente divago en la cantidad de recuerdos que tenía con mi mejor amigo. No podía creer que no me haya dicho que iba a venir.

-No te preocupes mi niña. Apenas llegué le diré que vaya a visitarte. No creo que demore, así que ve y arreglate.

-Gracias señora Tramell. -Me despedí, entregándole la taza. Me había tomado eso excesivamente rápido ahora mi lengua quemaba pero estaba radiante. 

Cuándo llegué al apartamento aún no habia nadie. Mi teléfono sonó en la sala. Corrí y alcancé a contestar.

- ¿Viv? - Ese era Chris.- Cielos, llevo llamandote media vida. Estaba preocupado por ti. Explícame como es eso ... ¿Te peleaste con Thompson?.

-No me pelee. La gente es exagerada. Solo le dije a Megan que no me haría con ella en el trabajo del Señor Anderson y su novio enloqueció y me tomó muy duro del brazo. Lo amenace con acusarlo y me dejo en paz ... fin - La puerta de la casa se abrió. Lulú anunció su llegada con un grito.

-Mujer estaba preocupado. Te imaginé en un hospital y yo preso por romperle la cara. Creo que a este hermoso rostro varonil no le iría bien en prisión.- Sonreí.

-No te preocupes. Tu llamativo rostro no irá tras las rejas. Solo tengo un pequeño morado en el brazo y ya.

-Bueno chica. Nos veremos mañana en clase. Cuídate y si necesitas escoltas. Llámame. Recibo pagos en especie- Bufé .

-Ya quisieras - El reía - Mañana nos vemos. Adiós. - Colgué.

Lulú me miró, no dudo en preguntarme cada micro gramo de información, exprimio toda de mí. Me regaño bastante por mi reacción frente a Andy. Si le mostraba debilidad o duda él no se iría y eso era verdad. Aunque no le dije teóricamente del beso. Pero creo que se lo imagina, aunque no creo que incluya que me quito la camisa.

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