Morado

25 0 0
                                    

Era sábado de aseo, muy bien acompañado con una dosis de música para bailar y cantar a todo pulmón. Mis papás habían huido en una salida romántica por la ciudad, sólo dejándonos una nota con un beso a sus princesas al final. Estaba bailando In the Night de The Weeknd con mis ánimos renovados. Cuando sentí a alguien detrás mio. Me giré y vi a Noah en su posición habitual brazos cruzados sobre el pecho y recostado a la pared.

-Hola flaca- No sabía que hacer. Pero preferí guardarle el secreto a Lulú. Así que no dije nada.

-Hola Noah- Sonreí tranquilamente.- Ayer estabas un poco ebrio. ¿Cómo amaneciste?

-Divinamente- Pasó su mano por su cabello- ¿No dije nada... desagradable?

-Para nada.- Pensé en el momento cuando se acercó a mi oído en el auto de Zack...además tenía que contarle lo de mi nueva relación pero no sabía cómo.

-Hola hermana, hola Noah- Saludo Julianne con su pequeña pijama morada con huellas de perrito y un vaso de agua en su mano. Noah apenas la miró. Otros chicos hubieran caído rendidos sólo por eso.

-Voy a hacer pasta ¿Quieren?- Julianne corrió hacía mi, asintió y comenzó a sonreír. Amaba mi pasta.- ¿Y tú Noah?

-Claro. Voy a ir a la pizzería y vuelvo en un rato- Julianne se fue dando saltos y Noah se acerco a mí- ¿Podemos hablar hoy?

Asentí y lo abracé. Por fin hablaríamos con la verdad, todo sería más fácil. Me dio un beso en la mejilla, luego se fue sin decir nada más.

Me duche, me arregle y bajé a hacer mi famosa receta. Lulú había dejado impecable la cocina. Cuando ya tenía todos los ingredientes después de un corto viaje al supermercado, sonó mi celular.

-Hola, que tal. Estoy buscando a una chica alta, delgada, cabello negro muy largo y un pequeño lunar al lado de la boca.- Siempre conseguía sacarme una sonrisa.

-Conozco a muchas chicas con esas características, excepto por lo del lunar, claro. Eso debe ser muy sexy.- Lo tenía al lado izquierdo de mi labio superior, era sumamente pequeño, me detalló bastante para notarlo.

-Ese lunar me vuelve loco. Pero necesitó de verdad encontrarla, Ahora es mi novia y acabamos de cumplir doce horas- Ante éso no pude evitar reírme.

-Pobre hombre. Esperé. Dígame el nombre completo de la chica-Le bajé al fuego de una olla.

-Vivianne Monique Tate... No se más- Sonreí y empecé a picar un tómate poniendo el celular contra el oído y mi hombro.

-¿Sabe cuantas Vivianne Monique Tate hay en el mundo, señor?- Me agache para sacar las cebollas de la parte inferior del gabinete.

-Creo que si hay mas de diez... me caso con alguna- Las comencé a picar y las lagrimas empezaron a llegar, nublando mi visión.

-¿Eso es una apuesta?- Mis ojos eran muy sensibles a las cebollas.

-¿Estas llorando?- Ya empezó con las preguntas.

-¿Te parece?- Intentaba disimular mi risa.

-¿Pasa algo grave, Viv?- Su voz ya tenia un tinte de preocupación.

-¿Crees que picar cebollas es algo grave?- Ya no pude ocultar la risa.

-¿Crees que es normal que los novios tengan su primera discusión después de doce horas? -Mi risa ya era estrepitosa. Me agache a guardar las cebollas pero al levantarme Julianne apareció de la nada, grito tan fuerte que me hizo saltar y gritar también-¿Vivianne... Ahora fue una cebolla ninja?

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 17, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Simple ColorsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora