No podía subirme a esa camioneta. Si lo hacía algo malo me ocurriría. Tenía que pensar algo rápido.
-Ahora se una chica buena y sube a la camioneta sin rechistar - Mi corazón estaba a mil por hora. No sería sumisa. No me iría sin pelear.
- ¡Ayuda! - Empecé a gritar. El grandulon me alzó y comencé a patear. El chico de la portería abrió la puerta de atrás y con todas mis fuerzas le asente un golpe en el pecho que lo hizo caer.
Mis gritos habían llamado la atención de las personas que pasaban. Varios rostros se giraron para ver. Incluso a la puerta salió el dueño de la cafetería. No podía parar.
-Levantate estúpido. Ten la puerta - Dijo el grandulon. Grité de nuevo
Así lo hizo el otro. El hermano de Jake literalmente me lanzó en el asiento de atrás. Intenté salir por la puerta del otro lado, pero se subió el chico de la portería. Rápidamente el grandulon subió al auto, lo encendió y vi bajar los seguros.
Estaba pérdida.
-Fuiste una chica mala- Me dijo el otro chico. Era delgado, tenía el cabello largo y negro, que le caia por la cara.
--Te daremos otra oportunidad pero será la última. - Su mano se posó en mi pierna. La quité con un manotazo.-No me toques. Imbécil- A lo lejos pude escuchar las sirenas. Tenía que hacerme notar de alguna forma.
Los vidrios eran polarizados. La gente vería todo negro desde afuera. Podía descartar esa idea. Mire a mi alrededor, tendría que haber algo.
Tenía que calmarme así pensaría mejor.
-No puedes huir linda- Me decía el grandulon.
Bastante gente lo había visto llevarme de allí. Si no aparecía o me hacia daño. Jake sería al primero que buscarían. Tranquilidad me estaba repitiendo a si misma o si no, no lograría salir de aquí.
Calma.
-¿Que vas a hacer conmigo? - Le dije al hermano de Jake. Lo miré por el espejo retrovisor.
-Nada que no disfrutes Linda- Esa declaración hizo que un escalofrío bajará por mi espalda. Tranquilidad. De nuevo. El vacío en mí, ya era como un agujero negro.
-No puedes hacerme daño -Tenía que hacerlo dudar.
Mi celular vibró. Ya me había olvidado de el. Muy pronto comenzaría a sonar. Sin dejar de mirar por el retrovisor, metí mis dedos en la chaqueta y presione los botones del volumen. Vibró de nuevo a modo de confirmación. Tendría que mantener en secreto que lo tenía conmigo.
- ¿Porque no podría?- De nuevo el otro chico puso su mano más arriba que la vez anterior. Lo necesitaba distraido así que lo dejé.
-Porque muchas personas te vieron. Jake me amenazó en clases, mis compañeros lo vieron claramente. No te conviene grandulon- Mi voz tenía que sonar tranquila pero era muy difícil.
-No te puedo contar mis planes o si no se perdería toda la diversión- Sonrió. Tomé todo lo que pude de lo que pasaba fuera por si necesitaba indicaciones. Ya no valía nada hablar con el grandulon. El chico pelo grasiento seguía mirándome como si fuera un delicioso bocadillo. Era repugnante.
Después de un largo rato nos estacionamos. Mi corazón dio un gran vuelco. Había memorizado los lugares por donde habíamos pasado que serían útiles para una indicación.
Llegamos a lo que parecía un lote abandonado. Había un pequeño molino al fondo que estaba a punto de caerse a pedazos. Pero para llegar allí se tenía que atravesar una espesa y larga hierba.
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Simple Colors
Short StoryQue pasaría si un día encuentras a tu novio siendo infiel, ves como tus planes se van a la basura, pero luego te encuentras con la chica con la que te fue infiel y ella tiene el descaro de retarte. Pero ella trae consigo un lindo chico de ojos grise...