30/06/2016

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Es inútil. 

Da igual lo que diga o lo que haga. 

Sé que todo se acabó. Que nuestro camino llegó a su fin.

Pero... Joder, eres mi mayor debilidad. 

Hoy... Has cambiado tu foto de Whatsapp. 

Lo sabías, cariño, sabías que era una de mis fotos favoritas tuyas.

¿Aún lo recuerdas?

Dime que sí, aunque sólo sea otra de tus mentiras.

Dímelo tú, por favor, dímelo. 

Déjame verte, déjame que te diga todo lo que siento, y desaparecerás de mi vida para siempre (qué paradoja, ahora sí utilizo la expresión... ¿Qué me has hecho?). 

Pero necesito decírtelo. 

Estoy encallada, tengo que despejar, salir del bache, salir del pozo, escapar de ti. 

Por favor, quita esa foto. 

Necesito que lo hagas, porque no tengo la fuerza de voluntad suficiente para no decirte lo mucho que te echo de menos cuando la veo. 

Y no, no lo voy a hacer. Tú no te lo mereces y... Yo tampoco. 

No te quiero quererDonde viven las historias. Descúbrelo ahora