+ Capitulo 6 ×

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- Déjame decirte que me he enamorado de tu Cobra - habló Martijn unos minutos después.

- Ja ¿en serio? - me sorprendieron sus palabras.

- Sí, no es mi auto favorito, pero el motor, la carrocería, todo el auto en general es bellísimo. - se mantenía muy sonriente - ayer que llegué a mi casa, me planteé un par de cosas al acostarme.

- Te escucho Garritas - dejé de hablar al percatarme de como lo habia nombrado - ¿puedo decirte Garritas? Ya sabes, por Garritsen.

- Claro nena. Me gusta. - volteó a mirarme cuando nos detuvimos en un semáforo antes de entrar al centro - Como te estaba diciendo, una de esas cosas era; ¿qué pasará con nuestros autos cuando nos vayamos a Dubai?

- Bueno, en la escuela me dijeron que nuestras pertenencias serían guardadas y aseguradas para cualquier situación que llegara a presentarse, como robo o destrucción ejemplificando, pero tranquilo. Estarán en buenas manos. ¿alguna otra cosita, Garritas? - avanzamos.

- Sí. Es una pregunta para ti - comencé a sentirme emocionada - pero espero que no te enojes ni nada parecido - se me bajó la emoción. Asentí en señal de que no lo haría - bueno, ésta es la pregunta ¿me darías permiso de usar tu Cobra el tiempo que resta para que nos vayamos a Dubai? - nos detuvimos detrás de una gran fila de autos.

Me mostré sorprendida por su petición. Está bien que ame a este chico como no lo hice con nadie más, pero es mi Cobra y también lo adoro demasiado. Es un gran dilema sentimental; si le dejo mi Cobra a Garritas, no lo podré usar más, pero, desconozco su reacción si no lo hago.

No dije nada por unos minutos y Martijn lo notó.

- Entonces nena, ¿que dices? ¡te juro que no le haré daño! Lo cuidaré como si fuera mi hijo - me dijo mientras avanzábamos lentamente. Aún trataba de salir de mi dilema.

- Pero es mi auto, es como mi hijo.

- Entonces podría ser también mi hijo, como mi hijo adoptivo - Este ejemplo me ha sonrojado. Una sonrisa se dibujó en mi rostro y Martijn se dio cuenta de ello.

- ¿Puedo usarlo entonces nena? - tomó mi mano izquierda. Aún seguíamos atorados en la fila de autos, madre mia. Mi cuerpo les decía a todos esos autos: "Estúpidos, mis nervios, idiotas"

- ¿Olvidas a tu Ibiza? - revolví su cabello con mi mano libre.

- Él también es mi hijo, pero también puede ser el tuyo - sus palabras me hacían sonrojar demasiado. El Cobra y el ibiza, mis hijos y bueno, creo que también los suyos - ¿qué tal entonces?

Tenía un semblante un poco serio. Lo miré a los ojos, observando el brillo en ellos y asentí mientras sonreía.

- Está bien entonces Garritas, pero cuídamelo mucho por favor. Te dejo mi adoración en tus manos.

Me tomó ambas manos y se mostró sumamente emocionado. Tanto, que hasta me besó ambas manos, ambas mejillas y la frente. Después de éste último, me miró a los ojos con nuestras caras muy cerca una de la otra. Sus hermosos ojos transmitían un brillo y una emoción desbordante.
De alguna forma, entre nuestras frentes ya no había distancia que las separara. Su cercanía junto con su deliciosa y adictiva loción masculina me ponía más que nerviosa y emocionada, podía creer que iba a besarme, pero, no lo hizo. Sólo se alejó un poco de mí y me vio a los ojos sonriendo.

- Te agradezco todo esto nena, prestarme tu preciado auto, llevarme a Dubái. No tengo como agradecértelo - «Un beso es más que suficiente» decía mi mente.

Estaba por abrazarme, cuando escuchamos una bocina de auto. Nos percatamos de que la fila estaba avanzando y el auto de atrás nos apresuraba para que avanzáramos con ella. Mi mente estaba en plan: "Estúpido, mi momento, idiota"

Martijn se alejó de mi, y comenzamos a avanzar en el Cobra. La fila se diluyó y por fin llegamos a la agencia. Martijn aparcó dos locales antes de la agencia, por lo que caminamos hasta el lugar.
Ya dentro de la agencia, nos topamos con un hombre calvo a diferencia de Richard. Nos acercamos a él.

- Hola, buenas tardes - dije llamando la atención del hombre, quien volteó a vernos - estamos buscando al señor Richard Waterson - escuché una burla sofocada de Martijn - necesitamos hablar con él.

- Sí, acaba de salir hace un par de minutos - empezó a mirarme más detenidamente, provocándome escalofríos. Martijn también se dio cuenta de eso, por lo que me rodeó por la cintura con su brazo. Su acto me daba ternura y me decía que ambos desconfiábamos de este tipo. - dijo que regresaba dentro de veinte minutos. Si gustan, pueden esperarlo.

- Sí, lo esperaremos, gracias. - respondió Martijn serio. - ven nena, vamos a esperarlo - me llevó a su lado con el brazo aún en mi cintura - en el auto. - salimos del lugar y fuimos al Cobra.

- ¿Viste como te observaba el pedófilo ese? - me dijo Martijn demasiado serio y algo enojado después de subirnos al auto. Podría decir que estaba ¿celoso? Me sorprendía su tono pero a la vez me gustaba que se preocupara asi por mi.

- Sí, me daba escalofríos y me ponía muy incómoda - le sonreí - pero, gracias por, ya sabes, sacarme de ahí - volteé a mirarlo a los ojos mientras seguía sonriendo.

- De nada nena, ese tipo no me dió buena espina. - tomó mi mano. Este chico me mata poco a poco de amor con sus pequeños gestos caballerosos. -  pero, dime, ¿ese el verdadero nombre del asesor que te ayuda en esto? - dijo en un tono burlón.

- Sí jaja - dije recargándome en el asiento aún tomada de la mano de Martijn. - yo también me burlé al saberlo. - fijé mi mirada en la puerta de la agencia y vi entrar a Richard. - Garritas, ya llegó Richard - tomé los papeles, me solté de su mano y salí. Él hizo lo mismo.

Caminamos a la puerta y fuimos detrás de Richard. El tipo «pedófilo» seguía ahí y cuando pasamos delante de él, volvió a mirarme y Martijn me rodeó de nuevo con su brazo. Vi como el tipo torcía los ojos y labios mientras se sentaba en su escritorio y fijaba la vista en su monitor. Martijn sonrió satisfecho al ver su reacción.
Richard se detuvo en su escritorio y fue cuando se dio cuenta de que veníamos tras él.

- ¡Oh! ¡Buenas tardes señorita Woods! - nos dijo mientras me tendía la mano primero y luego a Martijn - ¿en qué puedo ayudarlos?

- Quiero llevar a alguien conmigo a Dubái - miré a Martijn, quien me sonrió.

Richard nos miró sonriendo.

Now That I've Found You | Martin Garrix (2T El Chico Del Segundo Grado | M.G.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora