Now That I've Found You | Martin Garrix (2T El Chico Del Segundo Grado | M.G.)

+ Capitulo 8 ×

- Yo quería sentarme en ese sillón - le dije parándome junto a éste.

- Tardaste mucho - me dijo Martijn cuando se dió cuenta de que estaba ahí - pero puedes sentarte conmigo - se hizo a un costado del sillón - ven nena - palmeó el cojín donde queria que me sentara.

Me acerqué y me senté. No planeaba para nada todo lo que ha pasado esta noche, pero una vez escuché que los mejores planes suceden sin ser planeados.

Me quité la cobija que traía en la parte de arriba porque realmente hacía demasiado calor y la puse a un lado. Martijn se dio cuenta de lo que hice y me miró con su experta mirada disimulada, pero aún así, se hizo el desentendido.

- ¿Puedo usar la cobija que traías? - me dijo señalándola. Se la pasé y tomé el control remoto de la tele. Se la puso sobre las piernas.

Busqué en la guía televisiva el canal donde pasarían las películas y lo puse. Afortunadamente, aún no empezaban, siendo ya las 9:03pm de la noche. Yo deseaba ver la primer película de la saga.

Empecé a preguntarme el por qué Martijn quería usar la cobija si hacía tanto calor; así que me vino algo a la mente.
Con la tenue luz de la televisión, muy disimuladamente, miré con algo de vergüenza, la entrepierna de Martijn.
¡Oh por dios! Un bulto más o menos grande, sobresalía por debajo de la cobija.
No puedo creer que yo le haya provocado eso. ¡tiene una erección sólo por verme con una blusa sin mangas! Bueno, debo decir que fue mala idea usar de nuevo esta blusa que deja al descubierto una pequeña parte superior de mi busto.

Martijn se inclinó y tomó el bowl de palomitas y volvió a acomodarse.
Se colocó el bowl sobre la erección y soltó algo parecido a un gemido ahogado. Tal vez se dio cuenta de que yo sabía lo que le pasaba en ese momento y trató de ocultarlo mejor, ya que la cobija no servía de mucho.

Debo decir que, darme cuenta de que tenía una erección por mí, me excitaba demasiado. Deseaba besarlo ahora más que nada, ahora que sé realmente lo que pasa: le gusto y ahora que hemos crecido, me desea igual que yo a él.

Me gustaría encerrar sus piernas con las mías, verlo a los ojos y por fin besarlo. Poner mis manos en su pecho mientras él me toma de la cintura, para culminar con un acto muy tierno como apoyar nuestras frentes y mirarnos a los ojos.

- Hey nena, la película está por comenzar - la dulce voz de Martijn me sacó de mis pensamientos con él. - ¿quieres palomitas?

Asentí y tomé un puñado de palomitas. Sonreí levemente al recordar mis anteriores pensamientos.

- Me gusta verte sonreír - dijo Martijn - tal vez deba ponerte estas películas más seguido. - me regaló una hermosa sonrisa.

Si supiera realmente por qué sonrío.

La película comenzó normal, con los logos de 20th Century Fox y Blue Sky, pero cuando se presentó el título de la era de hielo, él pasó su brazo por mis hombros. Sólo lo hizo. No hizo esa tontería de simular bostezar para hacerlo. Me alegra demasiado que lo haga.

Para seguirle la corriente, recargué mi cabeza en su hombro y volteó a verme mientras me sonreía. Le gusta que le siga la corriente.

Vimos la película entre risas y silencios mientras terminábamos con las palomitas y el cartón de leche.

Lo mejor vino cuando a la película le faltaba poco para terminar: Manny y Sid habían encontrado al humano que era padre de Bodoque. Manny estaba por entregárselo pero los humanos se armaron. Él alejó las armas y bajó al Bodoque de su espalda. El humano se mostró feliz cuando Manny le entregó a su hijo. Lo abrazó mientras sonaba la música de fondo.

Esta parte siempre me hace llorar, aunque ya la haya visto miles de veces, volví a hacerlo.

- Nena ¿Por qué lloras? - volteó a verme preocupado.

- Oh, no pasa nada Garritas - me limpié las lágrimas - esta parte siempre me hace llorar.

- Ay nena, ven aquí - y me abrazó.

Mi pecho quedó contra el suyo. Rodeé su cuello con mis brazos y él, mi cintura con los suyos. Después de unos minutos así, apoyó su frente con la mía y bajo la tenue iluminación de la tele, me miró a los ojos.

- No me gusta nada verte llorar, nena - acercaba poco a poco a mi su boca. Su mirada bajaba de mis ojos a mis labios. Este momento me excitaba demasiado y me contenía de besarlo. - no quiero verte de nuevo así, con los ojos rojos y cristalinos. - él acercaba más su cuerpo contra el mío. Asentí a lo que dijo.

- Bien. - le respondí ocultando la excitación en mi voz. - no lo volveré a hacer, Garritas.

Y lo hizo. Finalmente lo hizo. Me besó. Al principio, fue un beso tierno y tímido, pero subió de intensidad.

Me tomó de los muslos e hizo que me sentara en sus piernas. Me excitaba su erección, que al parecer había aumentado y ahora la sentía en mi feminidad. Como si hubiera leído mis pensamientos, estaba haciendo realidad mis fantasías.
Puso sus manos en mi cintura y yo seguía rodeando su cuello con mis brazos. Sonrió en medio de nuestro beso.

Metió una de sus manos por debajo de mi blusa y me estremecí al sentir su tacto, pero dejé de besarlo, aunque por dentro me moría por seguir haciéndolo.

- No te pases Garritas - Sonreí y le besé la frente. Me sonrió de igual manera y me dio un beso corto en los labios.

Apoyé mi cabeza en su pecho y me abrazó. Podía escuchar latir su corazón mientras mi cabeza subía y bajaba al ritmo de su respiración. La televisión anunciaba que la primera película había acabado y la siguiente estaba por comenzar.

Escuchaba a Martijn tragar saliva.

- ¿Quieres que me baje? - dije viéndole la cara.

- No, estoy bien. Me gusta que estés así conmigo - sentí un cosquilleo en mi estómago por sus palabras, provocándome una sonrisa.

Volví a poner mi cabeza en su pecho. La siguiente película aún no comenzaba. Eran las 10:32pm, tal vez comenzaría a los treinta y cinco minutos después de las diez.

- ¿Puedo quedarme hoy contigo? Me gustaría terminar de ver la saga a tu lado. - Ow ¡cosita! El beso que nos dimos, me demostró que él puede llegar a ser un chico pervertido y muy seductor, pero estas palabras, los pequeños gestos que ha tenido conmigo desde que nos reencontramos me dice que también es un chico caballeroso, tierno y respetuoso.

- Sí, está bien. Podríamos dormir en estos sillones, tú en éste y yo en el otro. Podría ser como una pijamada porque calculo que esto terminará tarde - señalé el televisor, refiriéndome a las películas - sólo déjame ir a buscar algunas almohadas. - me levanté y miró un momento mis piernas, pero me tomó la mano.

- Espera a que la película se vaya a comerciales ¿sí? Está por empezar - y era cierto, ya estaban presentes los logos de las compañías productoras y Scrat ya empezaba a salir a escena - ven aquí - me jaló al sillón.

Me senté de nuevo a su lado y volvió a abrazarme. Yo de igual forma, lo abracé.

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