+ Capitulo 3 ×

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- Entonces, ya no tienes compromisos educativos.

- Por el momento, no.

- Bueno, quiero hacerte una proposición - se enderezó en su silla y una media sonrisa se asomaba por la comisura de su labio.

- ¿De qué se trata? - se inclinó hacia adelante y juntó sus manos en la mesa.

- Ya me he graduado en la escuela de ingeniería pero me he ganado una beca para estudiar ingeniería automotriz en Dubái por cinco años. Está todo arreglado; tendré una casa de dos pisos, cada año me dejarán usar un auto de la marca que sea, en fin, una lujosa vida - su sonrisa aumentaba conforme salían las palabras de mi boca - y me han permitido llevar a un acompañante conmigo. Quería saber ¿te gustaría acompañarme a Dubái? - finalmente, una amplia sonrisa se hizo presente en su rostro.

- ¿Me lo estás diciendo en serio?

- Absolutamente. - asentí.

Al momento me tomó las manos y se levantó de su asiento provocando que yo hiciera lo mismo.

- ¡CLARO QUE SÍ! - gritó para después abrazarme y levantarme. Me sentía volar literalmente.

Después, me bajó y me besó la mejilla.
Esto último me tomó por sorpresa, pero desde luego que lo he disfrutado. Me ha hecho sentir aquel zoológico en carnaval brasileño que me hizo sentir hace tantos años con esta misma acción.

Dejó de abrazarme y me miró a los ojos mientras me sonreía.

- ¡Muchas gracias por esto, Tess! - volvió a abrazarme. Observé que todas las personas que estaban en el lugar, nos miraban. Unas tantas con expresión feliz y otras con expresión neutra. A Martijn parecía no importarle eso, sólo miraba mis ojos.

Martijn me soltó y me ayudó a sentarme. Él se sentó también. Entonces llegó el chico con nuestros frapuchinos.

-Aquí tienen sus frapuchinos. - dijo sonriente el chico - Déjenme decirles que hacen muy bonita pareja - Martijn abrió los ojos sorprendido y yo me sonrojé.

- No somos novios - susurré y Martijn me miró por el rabillo del ojo.

- Uh, que pena - dijo el chico avergonzado - serían bonita pareja. -sonrió aún con pena - Bueno, disfruten sus bebidas - el chico se fue.

Miré a Martijn y tenía un semblante serio pero a la vez juguetón.

- Me resulta un poco hilarante que la gente piense que somos novios - me dijo sonriendo y sacando el popote de su vaso mientras yo asentía - aunque no es mala idea. - dijo susurrando demasiado bajo pero lo suficientemente fuerte para que lo escuchase.

- ¿Qué dices? - me hice la desentendida y me reí.

- Jajaja nada  - dijo metiendo el popote al vaso. - pero dime, ¿cómo está eso de viajar a Dubái? - comenzó a tomar de su bebida.

- Como ya te dije, es una beca. Sólo se la otorgan a tres estudiantes destacados pero sólo dos de ellas son iguales. - dije y tomé un poco de mi bebida. - Estas dos son para estudiar en Italia y la tercera, en Dubái. Estas becas las otorgan cada cinco años que es cuando terminan los cursos.

- Entonces, ¿te has convertido en una alumna destacada? - dijo en tono juguetón.

- Una no, la mejor. La escuela considera que la beca para Dubái es la más valiosa entre las tres y sólo es otorgada al mejor promedio de la escuela. - mordí la punta superior de mi popote. - Así que, amigo mío estas ante la mejor alumna de la escuela de ingeniería - dije orgullosa sacando el pecho y enderezándome.

- Jajaja está bien mejor alumna. Me alegra que estés superándote en la vida. - sacó su popote de nuevo pero esta vez me salpicó crema batida en la cara. - Oops, ¡perdóname! - tomó una servilleta y se levantó a limpiarme la cara. Su cara se tornó de sonriente y seductor a preocupado y juguetón.

Me ha hecho gracia y quería reírme pero traté de mantener un semblante "enojado".  Al final me rendí y solté unas cuantas carcajadas y le salpiqué la cara de crema como había hecho conmigo.

- ¡Oye! - dijo y se limpió - lo mío fue un accidente - se rió - tú lo hiciste a propósito - estaba terminándose de limpiar cuando de pronto, un poco de crema cayó en su camiseta. - ¡Ow! ¡demonios! - por alguna razón, se rió - ahora vuelvo. - se paró.

Seguí tomando mi frapuchino, y de la nada, suspiré sonoramente y me tapé el rostro con las manos.

Me quité las manos del rostro para tranquilizarme y me percaté de que Martijn ya venía para la mesa.
Se sentó y tomó su bebida.

- Muy bien, he regresado. Y ¡mira! no quedó mancha - me mostró el lugar que se le había manchado en la camiseta.

- Me alegro. - le sonreí.

- Oye, me preguntaba, si dices que ya está todo arreglado, ¿cuándo sería la fecha de salida?

- En dos semanas - tomé la tapa de mi vaso y se la saqué. - tienes tiempo para avisar a tu familia, arreglar tus papeles y tus maletas para cinco largos años. Tienes pasaporte, ¿no? - terminé mi frapuchino.

- Claro, pero, ¿no necesitaré un permiso para vivir allá? - mordió su popote. El alma en desgracia se veía muy sexy.

- Sí, pero mi asesor puede ayudarnos con eso. Tú no te preocupes, sólo preséntame tu pasaporte y visa.

- Oh, muy bien. ¿te parece si te los paso mañana?

- Hum, sí claro, ¿dónde nos veríamos? - busqué con la mirada un bote de basura. Lo encontré junto a la puerta.

- ¿Y si te los llevo a tu casa? - abrí los ojos. Sentí que estaba jugando pero su tono se escuchaba bastante serio.

Now That I've Found You | Martin Garrix (2T El Chico Del Segundo Grado | M.G.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora