Manuel -susurró- ¿Que haces aquí crei que...? -el la interrumpió quitandose la flor de la boca y contestandole:
—Esto es mas facil en las telenovelas y en las peliculas sabes -sonrió debilmente- ¿Podría pasar? sé que dijiste que no te buscara pero me es inevitable hacerlo y por favor dejame entrar que me muero aquí afuera de verdad -_____ reprimió una risa al verlo tan acomplejado, y lo dejó entrar- Recordaba tu habitación de otro modo -dijo una vez que entró y se aseguró de pisar suelo firme.
—Ha cambiado un poco -se sentó en una sofá que tenía ahí y lo miró- ¿Que haces aquí Manuel?, creo que fui muy clara anoche en decirte que no -el la interrumpio.
—Sé lo que dijiste -caminó un poco hasta su lado y se arrodilló ante ella- Quizás no sé como te sentiste, pero sé que fui un tonto, y que por *beep* perdí lo lindo que teníamos -susurró.
—¿Lo lindo que teníamos? -preguntó ella entrecerrando los ojos- No teniamos nada Manuel
—Había algo, tú lo sabes, yo lo sé, sólo nosotros -tomó su mano- Yo me alejé de tí, cometí un grave error -suspiró fuerte- Pude los siguientes días buscarte y pedirte que volviesemos a divertirnos juntos, pero no lo hice, ni tampoco lo hice los meses siguientes -la miró a los ojos directamente- Me zambullí en un mundo donde quizás pedí estar y anhelaba estar, pero no era lo sano y correcto para mí. Quería ser libre y disfrutar de mi soltería tras perder la confianza en ser un chico, o mejor dicho ya un hombre que pudiese conquistar a una mujer. Me sentía mal, y no estaba dispuesto a admitir que te quería cerca _____, muy cerca -murmuró con voz ronca- Pero en cambio, me comporte como un idiota y te hice daño, lo ví en tus ojos cuando botaste esa lagrima antes de salir del auto -ella se tensó- ¿Recuerdas cuando dormimos juntos la primera vez en la playa? -ella asintió- ¿Recuerdas cuando me descubriste en el instituto saliendo del baño y se me cayó la toalla? -rió un poco y ella asintió nuevamente- ¿Recuerdas la primera vez que hicimos el amor? -se acercó a ella mientras depositaba la flor en su mano- ¿Lo recuerdas?
—Nunca lo hicimos, era sólo sexo -sentenció finalmente y se alejó un poco de él.
—Otra equivocación *beep* de parte mía, el sexo es sólo con las personas que no se conocen y es mas carnal y erotico -dijo sin importancia- Lo que nosotros teníamos era pasión pura de dos cuerpos deseandose -se volvió a acercar a ella y tomó su mejilla- Queriendo estar el uno con el otro -se acercó más y ella de verdad quizo alejarse, pero había un poder extraño sobre ella, que ni si quiera la dejaba moverse- ¿No lo extrañas? -preguntó susurando sobre sus labios. Ella no respondió y él aprovechó para unir sus labios y besarla hasta no más poder. La besó despacio como a ella le gustaba, con calma y tranquilidad disfrutando del lento movimiento de sus labios sobre los de ella. Movió su mano y acarició su nuca para acercarla más. Todo iba perfecto, un perfecto beso, una perfcta caricia, un perfecto gruñido hasta que ella separó de él agitada.
—¿Quien te ha ayudado a preparar el discurso? -lo miró seria- ¿Palabras bonitas, lindas y tiernas miradas? -preguntó sarcastica- ¿No pudiste hacer algo mejor?
—______ -murmuró- No he hecho un discurso, yo ¡Diablos! lo intenté -se paró del suelo- Vine durante el camino, pensando en algo, pero te juro que no tenía nada que ver con lo que te he dicho ahora -suspiro- Todo ha sido improvisado con todo el sentimiento desde lo que es correcto para mi mente y mi corazón, creeme.
—¿Que te propones? -ella también se levantó para quedar a su altura- ¿Que te perdone?, ¡Que volvamos a ser eramos antes y hacer como si nada ha pasado? ¿hacer como que no te has acostado con muchas mujeres? ¿hacer como que no eres el idiota que realmente eres? ¿hacer como...? -Manuel la interrumpió
—_____, ______ -suspiró- Sólo quiero que no estes enojada conmigo, que no me lanzes esas verdades a la cara tan desprevenido, que no me rechazes, y que por favor volvamos a divertirnos como lo hacíamos antes, ¿puedes hacerlo? -preguntó finalmente. Ella lo miró a los ojos por un largo minuto, su cara demostraba inquietud y confusión- ¿Puedes?
—Esta bien Manuel -una alegría recorrió el cuerpo de el- Pero empezaremos desde cero, seremos -suspiró y nombro la palabra que en esas circunstancias jamás quizo oír, pero aún así la dijo- Amigos.
—¿Amigos? -preguntó.
—Si, amigos -extendió sus brazos- Esa clase de amigos que se cuentan todo, que se divierten bromean y salen juntos, esos amigos -Manuel sonrió satisfecho al oirla- Pero los amigos no se acuestan juntos -negó con la cabeza- Ni se besan.
—¿No podré besarte? -ella negó- ¿Ni tocarte? -ella volvió a negar- Diablos -susurró.
—Eso es ser amigos -ella le sonrió- Tomalo o dejalo, eres mi amigo o no eres nada.
La miró una vez más, llevaba su cabello largo en una coleta alta, sin una gota de maquillaje excesivo, con los ojos brillantes, con unos vaqueros ajustados y una simple polera. ¿estar con ella o no estarlo? o mejor ¿estar con ella sin estarlo?
—Esta bien acepto -puso su mano al frente de ella en signo de cerrar un 'trato', pero ella no hizo lo mismo, se le quedó un rato más viendolo con una mueca de frustración- ¿Y bien?
—Claro -susurró despues de salir del trance y estrechó su mano, mientras una corriente electrica lo agolpaba terriblemente.
—¿Puedo besarte por ultima vez? -dijo una vez que separaron sus manos. Ella asintió con la esperanza de guardar en su memoria el dulce sabor de los labios de Manuel, sabía que no la besaría en un buen tiempo, y es que ¿él era tonto? ¿como no había podido entender el mensaje oculto tras sus palabras? él debía haber dicho,"no no seré ni lo uno ni lo otro, porque yo quiero ser más que tu amigo" y luego vendría el discurso de que estaba locamente enamorado de ella, pero aquello no había sucedido y ahora estaba besando a su "amigo".
—______ has visto él- una voz y una puerta abriendose interrumpieron el perfecto momento. Manuel se alejó de _____ rapidamente al ver al padre de ella y a juzgar por la mirada, estaba en serios problemas- ¿Que haces tú aca?, creí haberte dicho que -ella lo interrumpió
—Papá, no yo bueno.
—Tú nada -sentenció su padre- Ahora contaré hasta tres y te quiero fuera de mi casa, ¿has oído? -él asintió temeroso- ¡Uno! -gritó.
—______ -susurró nervioso antes de partir- Te llamaré -ella asintió- No te pierdas -ahora ella nego con la cabeza.
—¡Dos! -gritó Andrew en el umbral de la puerta.
—¿Debería correr cierto? -ella murmuró un si en tono bajo al mismo tiempo que Andrew exclamaba.
—¡Tres! -Y al oir esto se hechó a corres escaleras abajo con toda la agitación que sentía al ser perseguido por aquel hombre tan alto. Buscó la salida con la mirada y se dirigió a ella, abrió la puerta justo antes de que el papa pisara el ultimo escalón de la escalera. Logró salir con la respiración muy agitada, aquel hombre gritando como condenado lo había asustado, entonces recordó que el padre de ________ era militar.¡Menudo problema!
Al normalizar su respiración, caminó nuevamente por el sendero de la casa y suspiró fuerte.
¿Amigos? ¿nada más que eso? No esperaba algo sumamente serio, pero tampoco tan liberal. Ser amigo complicaba todo, pensó. Si no quería perderla tendría que resignarse a eso simplemente, aunque ahora deseaba realmente ser algo más