Podría haberse quedado dormido, si no fuera por el *beep* sonido del celular.
Ni los rayos de sol, pudieron despertarlo y es que ¡No habían!, el día había amanecido totalmente lleno de nubes, como si quisieran decirle algo.
Por primera vez en casi un mes, se duchó tranquilo y pasivo. Se vistió con sus pantalones, una polera que lanzaba un garabato no tan lindo, y una chaqueta, y sus infaltables zapatillas, ¡Cuanto las extrañaba!
Guardó los papeles que le había dado Ruso en su mochila, y bajó las escaleras, para ver a su madre. Esta la miró extrañada, ¿No debería estar en el trabajo?.
Era hora de hablar con él.
—¿Y tú? ¿Que haces aquí? -su mano venía del jardin con varías flores en la mano- ¿No te fuiste a tu trabajo?
—Mamá -abrió el refrigerador y sacó una botella de jugo- No no fui, y bueno de eso quería hablarte -Su madre siguió mirandolo extrañada, ¿Sería capaz de contarle la verdad? no, no podía, Adela podía ser muy permisiva y comprensiva a la vez, pero contarle que se infiltró en un instituto de chicas, la pondría como loca, lo regañaría, hasta incluso podría hacer algo que hace mucho no hacía...podía castigarlo y como él no podía desobeder a su madre, nunca lo había hecho, estaría como un bueno hijo encerrado en la casa por un tiempo.
—¿Que sucede Manuel? -preguntó ella.
—Bueno, ya no estoy trabajando -mintió- Renuncié y bueno, estaré por aquí, como siempre -aguantó su nerviosismo, tragando un poco de jugo de naranja.
—¡Oh! -exclamó ella- Bueno, me pone muy triste que hayas renunciado, pero a la vez feliz, porque estarás aquí hijo -le sonrió.
—Si mamá, pero ahora debo salir, arreglar unos papales, ya vuelvo ¿sí? -dejó el jugo a un lado de él, y besó la mejilla de su madre.Era hora de la verdad, pasó a recoger a Brandon que lo acompañaría. El castaño presentaría los papeles de Marie y él los de Kate. Todo tenía que salir bien, como estaba ideado el plan, a menos que Monica se arriesgara y dijera toda la verdad, pero no eso no podía suceder. Como ahora estaba conociendo a la verdadera Monica, podía darse cuenta que la cobardía la atraparía una vez mas, ella no sería capaz de decir la verdad, porque o si no él también hablaría. Y bueno a ella no le convenía aquello.
Atrajeron varias miradas en cuanto entraron al instituto, pero ninguno se detuvo si quiera a notar eso. Hablaron con una secretaria, para que les comunicara a la directora y así fue.
Luego de inventar una historia en donde, los padres de Marie y Kate eran socios y debían mudarse de ciudad, la directoria pareció creerles, hasta que les preguntó porque no habían ido personalmente los padres a hablar con ella. Ellos también habían inventado que sus padres, ya estaban en la otra ciudad, y ellos eran unos amigos de la familia, pero que traían los papeles y todo.
A la directora no le quedó de otra, que aceptar y sacar a Marie Johnson y a Kate Benson para siempre del instituto.—¿Viste su cara de 'Oh dios me quedó sin dinero y sin alumnas'? -bromeó Brandon, mientras caminaban hacia la salida.
—Si -rió- Fue gracioso -mientras caminaba sintió una mirada fija sobre su espalda, se giró detenidamente.
—¿Que sucede Manuel? -preguntó Brandon al ver que miraba un punto fijo.
—Es Monica -susurró y volvió a girarse.Monica Contreras lo miraba desde una esquina escondida, con los ojos llenos de furia- Vamos.
—¡Somos libres! -exclamó Brandon.
—Si tonto -Manuel encendió el auto y comenzó a conducir- Debo decirte, que no sé que mierda hacer ahora.
—¿Rehabilitarte? -Manuel frunció el ceño, con la vista fija al frente- ¿Divertirte?
—Quizá -murmuró.
—Ya sé -lo miró- ¡Salir y enamorarte!
—¿Salir y enamorarme Brandon? -preguntó sarcastico- Si claro como no.
—Pero es verdad -hizo una pausa- Mira Manuel, debes salir distraerte, estuviste un año metido en la cursilería de un noviazgo, en donde sólo tú ponías de tu parte, te dije cuantas veces que tú no estabas enamorado, que estabas obsecionado con ella -Manuel asintió- Ahora estas soltero, disfruta eso por un tiempo, conoce chicas, quizás se te presente la oportunidad que encuentres a la indicada.
—No quiero -estacionó su auto, frente a un Mc donald's. ¿Por que todo este lío le causaba hambre?
—Pero debes -guardó el celular que sostenía en sus manos- Hasta yo creo que me enamoré de Jacky y eso ya es increíble.
—¿Tú de Jaquelin? -rió- Eso tengo que verlo.
—Oh lo siento amigo -palmeó su hombro- Diviértete, sale, juega, busca tu felicidad y enamorate -le sonrió- Pero enamorate de verdad -dicho esto salió del auto, para entrar al mc donald's- Tengo hambre ¡Apúrate! -exclamó al ver que Manuel no lo seguía.Había olvidado completamente lo que era, no hacer nada durante el día. Sin querer se había acostumbrado a tener un horario que cumplir, y siempre estar ocupado, por lo que ahora no sabía que hacer durante la semana. Durante la semana, había ayudado a su madre en la tienda y luego había salido con Brandon, a juntas con sus viejos amigos. Hace mucho tiempo no los veía y juntos recordaban aventuras del pasado. Se estaba sintiendo mejor, el tema de Monica poco a poco quedaba en el pasado y sus amigos trataban de no recordarle nada sobre ella. Justo habían coincidido que todos ahora se encontraban solteros y más de a una fiesta tenían pensando ir para disfrutar de aquello.
¿Para que negarse a ir? Si él antes de Monica, él solía disfrutar su vida, ¡Era joven!, a penas un adolescente en plena juventud.
Aquel día viernes luego de una semana de lo sucedido, conducía a la discoteca a donde habían decidido ir. Brandon estaba de copiloto, atrás estaba Jerry, Carlos y Humberto. Esa noche la pasaría genial.
La música resonaba por todos lados.Varios jóvenes bailaban en la pista al ritmo de la música electrónica. Los cinco se dirigieron a la barra.
—Esto es genial -habló Humberto el más viejo por así decirlo, tenía veinte años- Hay muchas chicas
—Ni si quiera las he mirado -respondió esta vez Carlos, que aún no olvidaba a su ex novia, el hecho de mirar a otras le resultaba raro.
—Estan buenísimas -le contestó Brandon, simulando la figura de una mujer con sus manos- ¿Que dices Manuel?
—Yo digo, que hagamos el ritual -los cuatro asintieron rápidamente- Bebamos y a divertirse -los cinco celebraron y comenzaron con su ritual.Una especie de volcán de plástico, aguardaba adentro cierta yerba parecida a la que contenía un cigarro, por fuera cinco tipos de sondas aguardaban. El rito -como le decía ellos- era que los cincos debían aspirar a través de esta sonda, y aguantar el humo a través de su garganta para luego botarlo por la nariz, el que más aguantaba ganaba. Aquella tradición había nacido a los quince años, casi dieciséis, cuando empezaron a dejar de ser virgen. Él que la perdía debía aspirar una sustancia mas fuerte y hacer lo mismo. Sólo así, podían decirse que ya eran todos unos hombres.
Jerry sacó el volcán y lo colocó sobre unas sillas que estaban al costado de todas las personas, lo encendió por debajo y esperaron unos minutos. Los cinco se miraron y rieron, llevaron las sondas a sus bocas y contaron hasta tres, para luego aspirar todo.
Muchas sensaciones aparecieron en su cuerpo. Algo de adrenalina además. El primero en caer fue Carlos escusandose de que hace mucho tiempo no fumaba, luego vino Jerry y Brandon, que perdieron al mismo tiempo. Miró a Humberto, que estaba concentrado devolviendole la mirada. Su garganta se quemaba y el humo lo tenía casi atrapado sin dejarlo respirar, esperó unos segundas más, y Humberto cayó, convirtiéndolo a él en el ganador.—¡Eso es trampa! -rió Humberto- Me hizo reir.
—No he hecho nada -contestó Manuel.
Entre bromas, los cuatro perdedores le compraron cerveza a Manuel y asi mismos.
—¡Por la soltería! -exclamó Logan, levantando su cerveza.
—¡Por las chicas! -gritó Carlos, también levantando su cerveza, los demás lo siguieron y unos segundos después, todos bebían rápidamente.¿Cuantas cervezas ya había bebido?, ¿Cinco?, ¿Ocho?, ¿Diez?, no lo sabía bien, pero era muchas. Manuel se estaba divirtiendo. ¡Eso necesitaba!
Humberto, Jerry y Brandon estaban bailando con unas chicas, Carlos permanecía a su lado.
Entre tanto humo, música y personas divisó a una chica hermosisima, llevaba su pelo amarrado en una coleta alta, un vestido corto, zapatos bajos y llevaba una sonrisa hermosa en su rostro. La miró caminar hasta el otro lado de la pista y ella pareció notarlo, porque su mirada la cruzó con la de él.
Sin saber lo que hacía, caminó hasta ella, acarició su mejilla y sin dejarla hablar, la besó.
Besar a una desconocida
Acariciar a una desconocida
Acostarse con una desconocida... ¿Hace cuanto no lo hacía?
Aquello era excitante para él, en aquel momento, pero todo cambiaría cuando despertara al siguiente día.Nota: chicas los siento no habia podido subir capitulos por tanta tarea que eh tenido :(