Unos segundos después, él miro hacia al frente desconcertado.
¿Había visto una lágrima salir de su ojo? ¿La había hecho llorar?
Joder, aquello era lo que menos quería provocar, hacerla llorar, por eso había cortado todo. Se sintió demasiado culpable, de haber terminado con alguna esperanza que ella tuviera, pero _______ debía entender más que nadie su situación.
Quizás había sido cruel, o poco sensible o muy brusco, pero a ella no podía ni debía mentirle. Y eso era lo que sentía en ese momento, quería mucho a su ________, le encantaba le gustaba, pero sabía que _______ podía confundir los sentimientos, y él no estaría dispuesto a involucrarse en otra relación ahora.
¿Por que las mujeres debían siempre confundir todo?
Encendió el auto y salió del barrio de _______ rápidamente, trató de tranquilizarse a medida que avanzaba por las calles y al parecer logró conseguirlo en cuanto llegó a su casa. Para ese entonces, era de noche, había ido a casa Brandon aunque fuese muy tonto ya que a penas se había visto hacia unas horas, pero necesitaba contarle lo que le había dicho a _______.
—Eres un tonto -lo miró serio- Sé que estas, un poco sencible -Manuel había fruncido el ceño ante esta palabra- Pero fuiste muy cruel -hizo una pausa- Pero son tus decisiones y te apoyaré supongo -se encogió de hombros- Espero no te arrepientas.
—Eso espero -había susurrado.Todo resultaría bien, sabía que si _______ hubiera quedado dolida, se le pasaría luego, ella era una persona fuerte y no se dejaba amargar por cosas vagas, todo lo superaba con fuerzas y con el caracter que poseía. Su madre debía estar dormida, o leyendo algún libro en su habitación, ya que todo estaba apagado en el primer piso, subió hasta su habitación, que tambien estaba con la luz apagada, y sin si quiera hacer el esfuerzo de prenderla, entro en ella y se comenzó a desvestir, necesitaba recostarse y tener la típica charla con su almohada. Acomodó su ropa por ahí, y sólo quedó en boxer. Se lanzó a su cama con bastante fuerza, y escuchó un chillido.
—¿Que diablos? -se paró de la cama y encendió su lampara de noche, en la cama pudo ver a su prima acostada, con una mano en su cabeza- ¿Ka? -preguntó extrañado- ¿Que haces aquí?
—¡Auch! -exclamó- Duele -dijo sobandose la cabeza, Manuel se acercó algo preocupado y tomó su mano-que tapaba su cabeza-y vió si tenía algo, mas que mal se había lanzado con mucha fuerza.
—Lo siento, no te vi -se separó un poco y la miró.
—Debi haber avisado que estaba aquí -sonrió un poco y acomodó su cabello mejor, sintió el olor a vainilla proveniente de Kaley- ¿Como estás? -preguntó con voz sensual.
—Bien -la miró raro, Kaley se estaba comportando raro, llevaba nuevamente ese pijama diminuto, su pelo suelto y salvaje, estaba esperandolo en la cama y además le hablaba de manera sensual- No me dijiste ¿que haces aquí?
—Ah eso -ella se paró de la cama, para quedar a la misma altura de Kendall- Bueno, estaba aburrida, y dije a lo mejor mi primo lindo me entretiene en algo, pero no estabas así que estaba esperandote -se acercó a él lentamente.
—Así que eso eso -murmuró alejandose un poco de ella- Pero sabes estoy un poco cansado, la playa, tu sabes quiero dormir -se dio media vuelta, para abrirle la puerta de la habitación, pero ella lo tomó del brazo fuertemente y lo hizo girar, quedando así ellos dos a unos pocos centimetros de distancia- Kaley -murmuró, mirando los brazos unidos- Quiero dormir -susurró.
—¿Seguro? -también susurro en tono bajo- Podríamos hacer otras cosas -Manuel aguanto la respiración al notar como su prima tomaba sus manos y las ponía sobre su trasero, sobre su perfecto y redondo trasero que apenas lograba taparse con el pequeño short que tenía por pijama.- Dios Manuel, estoy caliente -susurró en su oído y el se estremeció, ¿Por que prima se comportaba así?
—Kaley -se separó un poco- Deberías irte, somos primos, no debemos hacer esto -susurró.
¿Que tal si su madre los escuchaba? ¡Diablos! iba a estar muerto.
—Si debemos -volvió a apretarse contra su cuerpo y Manuel reprimió un gemido- Sé que quieres, entonces ¿Porque no has quitado tus manos de mi trasero? -Manuel razonó en ese instantes y quitó sus manos de ahí, estaba tan...- DisfrutaManuel, nada va a pasar.
—Ka, eres -susurró y cerró los ojos en cuanto sintió a la rubia besar su cuello lentamente- Estás condenadamente buena -rió levemente.
—Gracias -paró de besar su cuello y en un movimiento salvaje lo tiró a la cama- Pero por ahora, sólo preocupate de disfrutar.
Kaley se subió a horcajadas sobre él, colocando una pierna a cada lado de sus caderas. Se movió bruscamente sobre él y Manuel gimió- Estas muy bueno Manuel
—Gracias -murmuró. La miró por unos segundos, muy breves porque luego su mirada se cegó con una pasión caliente que sólo era provocado por la rubia. La tomó por las caderas y la apretó contra sí, para que sintiera lo duro que se había puesto con tan sólo tenerla así, sobre él. Ella gimió al sentirlo y se acercó para besarlo con fiereza. El ambiente estaba caliente, las hormonas alborotadas, todo podía y debía suceder.
—Manuel-gimió ella, y nuevamente besó su cuello por largos minutos, dejandoles marcas, Manuel su espalda y su estrecha cintura, sacó su polera y se sorprendió al notar que no llevaba brazier. Besó uno de pechos y rápidamente se lo llevó a la boca para lamerlo y moderlo.
—Si -gimió ella- No pares -susurró y no sirvió mucho, porque no pensaba hacerlo, no pensaba parar ¿o si? Disfruto acariciando a Kaley, disfruto enredar sus dedos en el cabello sedoso de su prima.
—Manuel -ella se separó de él -y el gruñó al ser interrumpido- Tranquilo, guapo yo te haré disfrutar ahora.
No entendió muy bien el mensaje, ya que estaba atrapado en la ola de placer que le había proporcionado acariciar a Kaley y ser acariciado obviamente.
—Ka... -no terminó de decir su nombre, porque el movimiento de la rubia lo dejó sin aire- No -susurró.
—Si, sí y sí -Kaley sacó sus boxer y comenzó a acariciar su miembro- Shh tranquilo.