capitulo 33

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  La noche había resultado, mas entretenida y sorpresiva de lo que se hubiera esperado. Jamás se hubiera imaginado que despues de la boda, su ______ -porque ahora sí podía usar con mayor razón, el adjetivo posesivo- estaría en una fiesta cerca y mucho menos se imaginó que terminarían haciendo el amor en la playa, juntos.
Y ahora que lo pensaba...nunca había hecho el amor. Quizás sexo, sí con algunas cuantas mujeres, pero el amor nunca y sintió una pizca de felicidad y preocupación.¿Qué empezaba a sentir por _______?
¡Diablos No lo sabía! Pero lo averiguaría muy pronto.
Sólo el ultimo recuerdo de un orgasmo desgarrador quedaba en su mente, y luego todo se había relajado y quedado en paz. Se desperto muy temprano al día siguiente, abrió los ojos lentamente y tuvo la sensación mas linda de toda su vida, _________ estaba entre sus brazos afirmada muy fuerte de su pecho. Sonrió y le acarició el cabello sin que se despertara.
¿Cuando Monica había pasado a un segundo plano?
Ah si claro, cuando decidió mentirle descaradamente, cuando se había convertido en una farsante, ¿como había podido quererla tanto?
Había sido un ciego, embobado por el amor de una castaña linda, la quería y mucho, pero ella le había dejado de importar simplemente, ahora sólo estaba _________.
La miró de nuevo, estaba tranquila y respiraba pasivamente, sobre su pecho, estaba desnuda, tapada sólo con las chaquetas de ambos. Con su brazo libre, trató de alcanzar su celular y lo logró, vió la hora, y eran las ocho de la mañana, con suerte habran dormido cinco o cuatro horas, se dijo a si mismo.
Tenía que levantarse de la cómoda arena, debía llevar a ________ a su casa de alguna manera, y él debía volver con su madre.
Con mucho cuidado la recostó sobre la arena y la tapó mejor, rápidamente se colocó su ropa y vió a su alrededor...no había nadie que pudiera observarlos , Gracias a Dios
Recogió sus pertenencias, y maldijo el traje de pinguino otra vez, era incomodo en la arena, pero debía atenerse, era la unica ropa que llevaba

—_________ -se arrodilló frente a ella y comenzó a moverla un poco- Cariño despierta -ella comenzó a moverse un poco, pero aún así, no abría los ojos- Te dejaré aquí sola -le advirtió mintiendo, pero ella ni caso hacía. Como última opción comenzó a besar su mejilla y su cuello lentamente- Despierta -susurraba
—¿Por qué me besas? -el paró su accionar y la miró- ¿Quien te ha dado el permiso de besarme?
—_______... -no lo dejó terminar
—¡Es broma! -exclamó sonriendo- Besame todo lo que quieras -el sonrió picaro ante estas palabras
—Que conste que tu lo has dicho -ella asintió mientras él la besaba, colocó sus manos alrededor de su cuello, y se dio cuenta que seguía desnuda
—¡Diablos! -se separó de él- Tengo que vestirme puede verme alguien -Manuel la miró sonriente, se veía preciosa, con su rostro preocupado, con el pelo desordenado y con sus mejillas sonrosadas- ¡Podrías ayudarme eh! -exclamó y Manuel rió.

¿Como no iba a pasar un taxi cerca?
Llevaban varios minutos caminando por la costanera, tratando de buscar un taxi pero nada. Caminaba con sus manos entrelazadas y ella llevaba la chaqueta de él, para menguar el poco frío que había a esa hora. No habían vuelto hablar de lo que había sucedido la noche anterior, pero no era necesario...todo estaba bien.

—Eres un brujo -habló ella de repente a su lado- Y me has tirado un hechizo -hizo un puchero gracioso y el rió levemente- Me gustas -dijo después
—Aquí la bruja es otra -el sonrió conmocionado al oírla- Con esos ojos de loba, vas por la noche acechando a chicos indefensos como yo -se hizo el indignado- Y yo soy un pobre inocente
—Si claro -ella rió y estuvo a punto de darle un beso, pero se detuvo- ¡Manuel!, ¡Un taxi! -ambos miraron hacia la calle, y efectivamente un auto se acercaba, lo hicieron detenerse y se subieron para tomar rumbo a la casa de ella.

—¿No quieres darte una ducha? -preguntó ella, en cuanto estuvieron en su casa. Kristinne no estaba como todos los domingos. Así que estaban completamente solos.
—Quizás después -le guiñó un ojo- Ve a bañarte, yo te espero aquí -se sentó en la sala y le sonrió
—Esta bien -asintió y subió las escaleras.
A medida que se sacaba la ropa, recordó lo que había vivido la noche anterior, no podía evitar sonreír. Manuel había sido tan delicado, pero a la vez tan salvaje y eso le había encantado. Nunca se hubiera imaginado que el novio de Monica, de la zorra de Monica, le hubiera hecho el amor, de una manera especial. ¿Se lo habría hecho así a Monica?
¡Claro que no! y estaba segura de ello. Se sentía tan bien y no sentía celos para nada de la castaña que odiaba. Monica se estaba perdiendo a semejante chico y eso no era su culpa. Contreras le mentía a Manuel, hacía lo que quería con él y ella estaba conciente de eso y la verdad que le escondía.
Kendall era un tipo genial, divertido, loco, serio, risueño, en fin era normal y cualquier persona normal no se merecía lo que ella le hacía.
¿Que tal si ella lo ayudaba a descubrir la verdad?, no podía decirselo de frente claro, pero quizás llevarlo poco a poco hacía la verdad y guiarlo hasta Monica, resultaría muy bien.
Si lo haría....sólo esperaba que Kendall no reaccionara tan mal.
Unas manos la tomaron por la cintura, haciendola sobresaltar bajo el agua, giró su cabeza encontrandose con el castaño sonriendo....desnudo.
—¿No que me esperarías afuera? -preguntó ella y se giró quedando frente a él
—Si te esperaría, hasta que me di cuenta que el agua estaba muy escasa, y quizás con una ducha juntos, ayudaríamos al mundo -ella rió- Es una buena idea eh -se acercó a ella y comenzó a dar pequeño besos sobre su cuello, ella gimió levemente ante tales sensaciones que esto le provocaba.
—Manuel -contuvo la respiración- Mi mama puede llegar y -paró al sentir como Manuell bajaba sus besos- ¡Manuel!
—Seamos silenciosos -murmuró- No te resistas nena -ella sonrió y se dejó llevar simplemente.

Suspiró cansado, su madre había estado riendo media hora sobre su aspecto y había estado otra media hora regañándolo.Y Como mucha otras veces había estado aguantandola. Ella ¡Tenía que entender que ya no era un niño!, pero aún así le encontraba la razón y tenía que hacerle caso, era su madre.
En el camino de vuelta a casa, había recibido una llamada de su padre, preguntándole como estaba y cuando iría a visitarlo. Tuvo que mentir diciendo que iría muy pronto, a penas tuviera tiempo, que estaba trabajando y no tenía horarios muy accesibles. Le había inventado aquella escusa para no ir, porque sinceramente sabía lo que le diría...la misma historia de siempre.
—¡Hey! -una voz lo sobresaltó al entrar a su habitación
—¡Joder! Brandon -llevó una mano hacia su pecho- ¡Me has asustado! -lo miró bien y el castaño estaba acostado en su cama, con su laptop, ¿Por que todos tenían la manía de acostarse en su cama?
—Ni que fuera tan feo -carcajeó- ¿Muy tarde para llegar, no te parece? -Manuel se adentró mas en su habitación, completamente ordenada <<Gracias Mamá>>, dijo en su interior, y comenzó a buscar ropa limpia para cambiarse.
—Ni tanto -se encogió de hombros- ¿Qué haces aquí? -preguntó
—¿ibamos a hablar recuerdas? -Manuel lo miró, y asintió luego de unos segundos- Y mi primera pregunta es ¿Cuando dejaremos de vestirnos de mujeres? -Manuel suspiró profundo, tarde o temprano tenía que hablar de ese tema con su amigo.
—Pues, falta poco -Manuel lo miró para que le siguiera explicando- Sólo necesito saber que me esconde Monica, sabiendo eso lo uso como escusa y termino con ella -lo miró
—¿Escusa?, ¿usaras aquella escusa y terminaras con ella?, ¿no habrá otra razón? -Manuel entendió la indirecta y sonrió abiertamente- ¿Por que sonríes como bobo?, ¿Tiene algo que ver con que anoche no hayas llegado y me hayas dejado esperando como mierda?
—¿Tienes alguna otra pregunta? -lo molestó- Pero bueno, no te vas a creer lo que te voy a contar -dijo y se sentó a un lado de él.

Por fin, sólo en su habitación.
Una gran paz reinaba en su casa, y sentía bienestar. Acostado en su cama, veía por su ventana el sol, sobre el cielo. Unas horas mas tardes, tendría que volver al instituto y no quería...añoraba volver a su antigua vida y añoraba su libertad.
El sonido de su celular lo distrajo, y contestó..
—Hey -se paró de la cama, para andar descalzo sobre su habitación
—¡Manuel! -exclamó una voz aguda al otro lado....Monica- ¿Se puede saber con que derecho me dejas sola en la boda de mi prima? -preguntó ella molesto, lo notó.
—Con ninguno -contestó simplemente -se paseo por la habitación buscando algo-
—Ni te inmutas -murmuró ella- ¡Joder Manuel!, ¡Me has dejado tirada! -exclamó furiosa
—¡Tú ni me tomabas en cuenta! -exclamó él- ¿Qué iba a hacer yo, en una boda donde no conozco nadie, y mas encima mi novia me deja sólo a mi suerte
—Estaba bailando -respondió- Después te busqué y no estabas, ¡Me asustaste! me preocupé demasiado, ¡Eres tonto! -se notaba que estaba bastante enojada.
—Pues, piénsalo antes -murmuró de mal humor- Ahora ¿que quieres? -no podía evitar usar un tono frío con ella
—¿Como que, que quiero? -preguntó- Soy tu novia, ¿acaso no puedo llamarte? -¡Diablos!, Monica lo estaba aburriendo
—Si puedes -respondió- Pero casi nunca lo haces -sonó molesto
—Manuel -de un momento a otro, sonó ¿cariñosa?, bueno como fuera, a fin de cuentas a estas alturas, no reconocía nada de Monica- Estudio, no tengo tiempo, no te enojes conmigo
—No estoy enojado -rió amargamente
—Bueno eso espero -rió ella nerviosa- ¿Sabes que sucede el sábado que viene?
—No -dijo decidido, ¿que sucedía el sábado?
—¡Cumplimos Un año! -paró su andar, y un escalofrió recorrió su cuerpo- Un año contigo amor

Un año, perdido.
Resonó en su mente.  

Enamorate (Snuppy y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora