Introducción

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<< Muerto y vivo a la vez. Tuve que morirme para conocerle... Para descubrir lo que es el amor verdadero. Para sentir que todo, al final, sí tiene sentido >>

-Me morí sin morirme un 14 de febrero. Sin duda, aquél fue un buen regalo de San Valentín. Los médicos no se ponen de acuerdo en por qué alguien se muere así, sin morirse, deja de respirar, se le paralizan el riego sanguíneo, los músculos, los nervios. Nada responde. Lo llaman muerte aparente.-

Resurrección Donde viven las historias. Descúbrelo ahora