Un día muy loco (parte 1)

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Nos alejamos de la casa de Mrs. Orange.

-¡Aquí no volvemos más! - exclamó cabreado Liam.- ¡Vaya timo!

-Tengo que descansar- me quejé-. No puedo más.

El calambrazo me había dejado débil. Se lo dije a Liam y me senté en la cera. Me miré la mano derecha: podía mover los dedos pero estaban hinchados.

¿Y si la médium me había lanzado un hechizo?

En aquellas circunstancias de debilidad se me pasaban por la cabeza idioteces de ese tipo.

Liam le dio el alto a un taxi y me ayudó a subir.

-¿Dónde os llevo?- preguntó el taxista.

-Al centro comercial- le dijo Liam.

El taxista maniobró y se encaminó hacia allí.

El transcurso en aquel taxi fue de lo más extraño y raro. Liam sacó el tema de Mrs. Orange y raramente el taxista se metió en la conversación. Lo todavía más raro fue que nos enseñó una pequeña bolsa negra que llevaba en la guantera. Nos arrepentimos de agarrarla, olía a ajo.

Prefirimos ya no hablar con él y esperamos para llegar al centro comercial.

Una vez ya ahí, pagamos y nos alejamos rápidamente de él para que no nos dijera nada.

Liam quiso que pasaramos por una tienda de libros, para que él buscará un libro de música para Niall. Yo me quedé en la sección de revistas y periodicos y hubo una que me llamó la atención

"Accidente mortal en el cementerio de los ángeles.

La madrugada de este día un camión que transportaba combustible chocó contra el cementerio Los Ángeles, dejando daños al cementerio y dejando 3 muertos, el conductor y una pareja mayor.

Había también una foto de la puerta del cementerio destrozado, pedazos de escombros al rededor y el mismo autobús desechó por la parte de enfrente. 

-¡Tenemos que ir! -dijo Liam señalando la portada del periodo.

-No te entiendo, ¿qué se nos ha perdido allí?

-¿En el poema que te recitó Harry no hay una parte que hace referencia a unos ángeles?

-En la última estrofa....

-¡Dime cómo era ese trozo!

Me concentré y recité aquella estrofa:

¿Hubo nupcias como éstas alguna vez?
Un paraíso, el anfitrión.
Y un querubín y un serafín
los discretos invitados.

-Un querubín y un serafín- maculló-. En ese cementerio hay un par de ángeles.

-¿Y si lo déjanos correr? -sugerí- ¿No hemos tenido bastante por hoy?

-Te prometí que te ayudaría a buscar a Harry- dijo Liam.

Mi móvil empezó a sonar.

-Es Zayn, ¿qué les digo?

-Inventale lo que sea, pero no le digas dónde estamos ni lo que vamos a hacer.

Atendi la llamada.

-¿Dónde os habéis metido Liam y tú? ¡Y no me mientas! He llamado a tu cada y me han dicho que estas con él...

-Estamos en el centro comercial.

-Voy para allá.

-Es que vamos a ir a un cementerio...

-¡Un cementerio! Últimamente estas muy raro... Bueno, esperadme ahí.- y colgó.

Con Liam espere una media hora, mientras en ese tiempo comimos un sándwich.

Una vez que llegó Zayn tomamos un autobús y fuimos directo al cementerio

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