Resurrección

Mrs. Orange

Finalmente Liam y yo nos pusimos serios. Y pensamos que para empezar la búsqueda de Harry lo primero era encontrar un médium que nos ayudase a ponernos en contacto con él en el más allá.

Una de las pocas cosas que teníamos claro es que Harry no era de este mundo. Y por tanto necesitábamos de alguien que nos pusiese en contacto. No nos preguntamos dónde estaba ese más allá porque no teníamos una respuesta concreta. A cualquiera que le dijéramos lo que nos traíamos entre manos nos tomarían por locos. Bien visto, porque aquello era una locura. Así que decidimos no hacernos preguntas para no abandonar incluso antes de comenzar.

La razón me decía una cosa muy distinta al corazón y yo sólo quería escuchar al corazón... Liam me secundó, es tan dispuesto a hacer lo que hiciese falta para ayudarme. Es un chico genial. Con un gran corazón. Simpre que lo necesitaba ha estado a mi lado. En lo bueno y en lo malo...

Para eso somos amigos, amigos de verdad.

A los nueve años hicimos nuestro pacto de amistad.

Estábamos en mi habitación. Abrí la mochila del colegio y saque el cúter del estuche. Nos hicimos un pequeño corte en la palma de la mano y las juntamos.

Ya éramos amigos de sangre.

-Ustedes son tontos- nos dijo Zayn años más tarde cuando se lo explicamos.

Liam fue a su habitación por el ordenador portátil para buscar un médium en Internet.
Mientras tanto yo me entretuve en ojear la sección de anuncios de los diarios atrasados. No vi ningún anuncio de médiums. Había un par de personas que leían las cartas para adivinar el futuro.

Yo no necesitaba saber mi futuro, yo quería volver a mi pasado reciente, volver con Harry.

Liam volvió con el portátil y lo encendió.

-Tú,  cuando sueñas, ¿en qué color lo haces?- le pregunté.

-En blanco y negro.

-¿Estás seguro?

-Ahora que lo dices, no.

Liam respondía sin mirarme, atento a la pantalla del ordenador.

-Mis sueños no son en blanco y negro- dije yo-. Son en color... Pero no en varios, sino en un sólo color.

-Creo que a mí me pasa lo mismo- intervino él mientras tecleaba la palabra médium en el buscador de Internet.

-¿Sueñas en naranja?

-No. De eso sí estoy seguro.

-¿De qué color eran las luces de la ambulancia que me llevó al hospital?

Liam apartó los ojos del portátil.

-¿Y por qué quieres saberlo? -se sorprendió.

-Cosas mías.

-No me acuerdo bien- dudó él.

-Haz un esfuerzo- le insistí.

-Desde que te desmayaste estas muy raro.

-¡Por favor!

-Me parece que naranjas... Sí, eran naranjas.

-¡Bien! -exclamé.

Empecé a dar saltos de alegría.

Me puse tan contento porque me tomé aquello como una señal, una pista que, por pequeña que fuese, me podía llevar de nuevo hasta Harry.

-Quiero morirme de nuevo- dije.

-¿Seguro que estás bien?

Liam se me quedó mirando como si yo fuese un bicho raro.