Capitulo 22

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Enzo 

Llevo esperando fuera del hotel mas de 15 minutos y Ariel aun no salía.

–¿Joven que pasa? ¿Nos iremos? –me pregunta el taxista desde el vehículo. 

–Claro. Espereme un momento por favor –le dije entrando al edificio nuevamente. 

Me acerque a recepción– Disculpe, ¿No vieron salir a un hombre de campera de cuero? 

Los recepcionistas negaron con la cabeza. Y yo camine hacia la habitación para buscarle. 

Entre en la que era nuestra habitación pero no le encontré. ¿Dónde estás Ariel? 

Salí nuevamente y camine por el pasillo buscándolo hasta que pase por una habitación con la puerta totalmente abierta. Por curiosidad mire hacia adentro, y no había nadie pero cuándo estaba por seguir mi camino vi en el suelo de ese cuarto el teléfono de Ariel. 

Entre en la habitación y recogí su teléfono.

–Dios mio... –murmuré al percatarme que algo debió pasarle. Miré en el baño de esa habitación y nada, la ventana de la habitación estaba abierta, que daba a un pequeño camino que dirigía a la calle.

Salí de la habitación y corrí hacia recepción– ¿Quien está ocupando la habitación 12?

–No debo darle esa información pero en este caso tengo que decirle nadie está en esa habitación– contestó el recepcionista 

–Oh mierda...le secuestraron. ¡Se lo llevaron! –grité y el recepcionista me miró sorprendido. 

–¡Cálmese señor! ¿Habla de su compañero? ¿Quiere que llame a la policía? 

Le iba a decir que si pero recordé que a Ariel le busca la policía por otra cosa– No, no gracias. Mejor abrame la cuenta nuevamente que me quedare mas tiempo. 

Salí hacia afuera para decirle al taxista que no necesitaría sus servicios. Y le dije al Botones del hotel que devuelva mi maleta a mi habitación. 

Salí del hotel comenzando a caminar, mientras marcaba el número de Simón, era el único que podía ayudarme. Mientras caminaba me tope con un bolso en un costado del contenedor de basura. Lo miré atentamente y reconociéndolo lo tomé en mis manos. Era el bolso de Ariel. 

–Mierda... –maldeci nuevamente preocupado.

Seguí mi camino llevándome el bolso mientras llamaba a Simón. 


Media hora después ya me encontraba en una plaza con Simón, donde me dijo que nos reuniéramos después de que le contara como pudiera por teléfono lo que había ocurrido. 

–Cálmate Enzo –me decía Simón una vez que nos sentamos en un banco de una plaza.

–No puedo, ¿Entiendes que no puedo? –solté preocupado– ¡Alguien se llevó a Ariel del hotel! Vi su bolso en mitad de la calle. Y su teléfono en una habitación que supuestamente no era ocupada por nadie. 

–Ya vale... es para preocuparse –comentó– Pero lo que tenemos que hacer ahora es pensar... ¿Esto fue algo personal o no? 

–Si. Estoy seguro que alguien quiere hacerle daño. Alguien se lo llevó para hacerle daño –conteste angustiado 

–Tranquilo –el me palmeo el hombro– Piensa.. tu lo conoces mucho más que yo. ¿Quien pudo haber hecho esto?

–No lo sé, Pedro está muerto, César y el Turco presos, no lo se... –dije arrancándose la nuca. Me comenzaba a desesperar.

Vuelvo A Vivir                                       (Gay) [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora