Vuelvo A Vivir (Gay) [Terminada]

Capitulo 23

Ariel 

Hace años en aquel baño del centro de apuestas clandestino cuando Mauricio me cortaba con su navaja en la pelea, fue la única vez que sentí algo parecido. Aparte del dolor en mi cuerpo por los cortes, no dejaba de pelear con el. Ahora a pesar del dolor no puedo pelear...pero posiblemente tenga otra forma de luchar. 

Mi cuerpo se debilitaba, pero yo no estaba en paz como para cerrar voluntariamente mis ojos y dejarme llevar.

Aunque mi cuerpo mostraba todo lo contrario.

Apenas puedo respirar. Una línea de sangre salía de mi boca y el pecho me dolía a horrores, además que no dejaba de salir sangre...sinceramente no se como no estoy muerto ahora mismo.

Vi a Mauricio acercarse e inclinarse hacia mí– Te dije que no siempre se puede escapar.

Llevó su mirada a mi remera rota en el abdomen y tocó con su mano una de las cicatrices que sobresalían...luego me miró. 

–Esto tu te lo buscaste... nuestros actos tienen consecuencias. No siempre se sale impune. Nos vemos en otra vida Ariel.

Se puso de pie y se fue dejándome ahí solo.

A los dos minutos escuche un auto encender el motor e irse.

Yo comencé a toser, la sangre salía con el aire. 

Miré hacia un costado reposando mi mejilla en el suelo y solo pensaba en Enzo, cuándo decidí cerrar los ojos y dejar de resistir...le escuche... 

–¡¡ARIEL!! –oí el grito de Enzo, sentí pasos acercarse y él vino corriendo hacia mi. 

Le vi tirarse a mi lado llorando y aterrado al verme así.

–Mi amor...no no... –lloraba cómo no le había visto nunca. Se sacó su campera para ponerla sobre mi pecho y parar la hemorragia– ¡¡Simón llama una jodida ambulancia!! –le grito pero yo no podía verlo, solo miraba a Enzo.

–En..zo –apenas soltaba quejidos.

De golpe sentía mi garganta arder ante cada sonido que quería articular 

–Shh shh –me acariciaba la mejilla– No hables, no hagas esfuerzos, tan solo relájate pero no te duermas –me pedía hecho un mar de lágrimas

–No...yo... 

–¡No hables! Vas a ponerte bien –decía llorando– Vas a recuperarte... vas a ver

Lágrimas salieron de mis ojos y negué un poco con la cabeza. Ver a Enzo me trajo la paz que necesitaba. Ahora sentía que ya no podía más.

–Aguanta...por favor, no te rindas, no ahora –me hablaba dulcemente pero sentía su voz desesperada y quebrada. 

Yo estaba usando mis últimas fuerzas para no dormirme y poder decirle lo que quería.

Se que me moriré. Que no resistiré más...

–Te a-amo…–musité

El abrió aterrado los ojos grandemente– ¡No no no! –me tomo con sus manos las mejillas– ¡Ariel no me dejes! ¡Te amo! ¡Por favor no! –me gritaba con desesperación.

Lo último que vi fue su rostro lleno de desesperación y pánico, además de lágrimas.

Eso vi, solo eso y solo oí esos gritos de Enzo...

Hasta que mis ojos se cerraron por completo y ya no le escuche más. Solo veía una profunda oscuridad....mientras sentía que mi vida se me iba.