Vuelvo A Vivir (Gay) [Terminada]

Capitulo 12

Enzo

Ya era de mañana. Casi las siete de la mañana y yo estaba sentado sobre la cama en la habitación de la clínica acomodando mi ropa en el bolso junto con mi nana Lucero, que vino a acompañarme ya que mis padres están trabajando y no pueden venir...lloran por mi y después hacen que no existo nuevamente, ¿Quien los entiende?

–¿Cariño estás bien? –me pregunto Lucero al ver que hace varios minutos no menciono palabra 

–Si tranquila –dije con una sonrisa relajante. Aunque por dentro estaba inquieto y preocupado... no por mis padres. Sino por Ariel. 

Él se fue ayer diciéndome que vendría a verme temprano y no vino, ni siquiera me llamo. Y contando que pudo tener un altercado con su grupo no me tranquilizaba tampoco.

–¿Seguro? –no se creía mucho eso– Dime que te preocupa 

Recordé que no le conté nada a Lucero, ella era la persona que me ha cuidado desde que soy un niño mucho más que mis padres y le debía confianza. 

–Mi novio no ha venido –confesé soltando un suspiro. 

–¿Simón? 

Yo me sonreí –No, Simón ya no es mi novio... mi novio se llama Ariel. 

–Oh... ¿Y es como los demás? –pregunto sin emoción. 

Se que a ella no le gustaba esas relaciones sin amor que tenía con otros chicos, por ejemplo Simón, aunque ella siempre lo considero un buen amigo para mi, ella siempre me dijo que un día conocería a mi príncipe azul que me rescataría de esa vida sin emoción. Recuerdo decirle que eran tonterías pero ella insistía... cuanta razón tenía.

–No es como los otros. Esta vez estoy enamorado. Lo amo enserio– conteste sonriente y ella me miró entre sorprendida y orgullosa. 

–Al fin cariño –me abrazo con dulzura– Al fin llego el amor a tu corazón. 

–La verdad es que no lo hubiera imaginado nunca. No creerías la forma en que se dieron las cosas.

–¿Dónde le conociste? –pregunto entusiasmada 

–....

–Déjame adivinar –alegó– ¿En la universidad? ¿Amigos en común? ¿Una cita casual e intercambio de números? 

–Es mi secuestrador –confirme directamente luego de meditarlo. Lucero se quedó perpleja.

–¿Que...? –artículo saliendo del asombro y confusión 

–Déjame explicarte –le dije inmediatamente 

Estuve como media hora contándole la historia y como se habían dado las cosas, ella no me interrumpió nunca y notaba que intentaba asimilarlo a medida que le iba contando. 

–¿Estás seguro hijo? –me pregunto insegura– ¿Estás seguro de lo que sentís? ¿Y que este chico te quiere sinceramente? 

–Lo hace. Y no tienes que preocuparte. Se que su pasado y lo que hace no da mucha confianza, Simón tampoco confía en él, pero yo le conozco... el no es igual que sus compañeros o que su hermano. Ariel es diferente –dije seguro de mis palabras. 

–Ok...confió en ti querido. Pero quiero conocer a ese muchacho –mencionó con seguridad 

–Tranquila, lo conocerás. Pero mis padres esto no lo pueden saber –le pedí y ella asintió. 

Confiaba en el silencio de Lucero y en el de Simón, pero si mis padres se enteraran no dudarían en meter a Ariel preso. Sin importarles el dolor que me causen.