Capitulo 10

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Ariel 

El celular de Enzo sonaba y sonaba, pero no me contestaba. 

Estaba en esa playa por casi dos horas y Enzo aún no había aparecido.

¿Porque tardaba tanto? 

Me estaba empezando a preocupar y le llamaba pero no me atendía, nadie atendía. 

–Te voy a matar Enzo…–murmure molesto.

En ese momento me entró una llamada pero no de quien lo esperaba, sino que de mi hermano. 

–¿Que? –conteste irritado. 

Tenemos al invitado en casa. Ven acá ahora mismo –ordenó para después cortarme la llamada

Gruñi entre dientes y me fui del lugar molesto con Enzo por no venir y ni siquiera avisarme. 

Cuando llegue a mi casa, fui a ver al invitado y estaba amarrado y vendado en el cuarto de secuestro. No entre siquiera a verlo, lo haría después cuando le trajera alimento. Luego fui con el pesado de Pedro al cuarto del teléfono.

–¿No me dirás dónde estuviste toda la tarde? –me pregunto en cuanto me vio.

–No –contesté simplemente apoyando mis brazos sobre la mesa– ¿Que querías? 

Me sonrió irónico y me mostró la mesa de aparatos telefónicos. Mi trabajo era ese... configurar el teléfono para que no lo rastree la policía, menuda mierda.

Después de preparar el teléfono sin darle ningún tipo de explicaciones a mi hermano le deje hablar solo. No se porque ahora si estaba apurado en pedir rescate cuando últimamente prefería esperar, pero aun así no le dije nada ya no me interesaba más este asunto. Me fui de ahí sin tener la intención de escuchar y me encerré en mi habitación con mi guitarra. 





Pasaron tres días...

Me levanté en la madrugada del tercer día. Tres días que no se nada de Enzo y como todas estas noches casi no puedo dormir. Me la paso en el patio fumando y quemándome la cabeza...

¿Porque no me llama? 

He ido todas las tardes a nuestro encuentro pero él no aparece nunca. ¿Que? ¿Se olvidó de golpe de mi?

La relación con mi hermano cada vez es menos y con mis compañeros ya no hay relación casi apenas cruzamos palabra.

Deje todo por haber cambiado por Enzo y el muy maldito me deja así imaginando cualquier cosa y preocupándome por él.

Ya había amanecido y me fui a preparar un desayuno para mi y para el rehén, el cual no me dice nunca nada, yo tampoco le hablo, tengo la cabeza solo puesta en Enzo, simplemente le doy de comer y ya está, que ni siquiera le doy importancia al hecho de que su cara me suena familiar.

Pasó otro día nuevamente. Y yo sin noticias de Enzo. Cuando salí en la mañana a hacer unas compras casi tuve el impulso de ir a su casa, sabía donde vivía, pero no quise correr ese riesgo, era una estupidez. 

Entre en mi casa nuevamente y ahí estaban todos mirando una película, de su tipo. 

–¿Son las nueve de la mañana pueden apagar eso? –critique mirando el televisor.

–¿Cual es tu problema? –inquirió el Turco. 

–Tienes suerte... ya termino –dijo César levantándose del sofá cuando cambio el canal empezando el noticiero.

–Si... menuda suerte la mía –comenté sarcástico

Mi hermano me miró interrogante pero yo me dirigí a la cocina para llevarle algo de comida al rehén. 

Vuelvo A Vivir                                       (Gay) [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora