Epílogo

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Mi nombre es Lucy Heartfilia, bueno, así era llamada antes.

Primero comenzaré con un pequeño resumen, para que entiendas un poco, no, para que puedas entender a través de mi visión, para que puedas ver una parte de mí. Quizás cuando lo leas seas más grande, entonces... sin más rodeos, empezaré.

Hubo una vez un gremio que fue engañado, y las consecuencias cambiaron, por mucho, mi vida. Me explico; a pesar de que en ese tiempo sufrieron las personas de este gremio, por un periodo bastante prolongado, depende desde donde lo mires, eso de alguna manera fortaleció los lazos de aquellos miembros. Ahora se hacen llamar familia, una verdadera familia. Cómo mi gremio, Fairy Tail. Pero, ahora que lo recuerdo, no parece tanto tiempo ya que, lo más importante fue lo que vino después.

Los lazos creados nunca se olvidan. Sobre todo, las buenas amistades.

El punto es que, tras estos largos años... finalmente llegué a la conclusión de que creo que agradezco que Lya haya producido ese acontecimiento.

Uno siempre piensa en lo malo que está ocurriendo en el presente, pero olvida el futuro brillante que puede nacer a partir de ese mal rato. Pero eso quizás no lo entiendas, es más fácil ver el pasado.

En fin, gracias a Lya, mi camino y el de Sting se cruzaron. Conocí a grandes amigos como lo son Rogue, Frosch y Lector. Siempre habrá más de una persona en la que puedas confiar, siempre tendrás más de alguien en quien apoyarte, sólo tienes que mirar a tu alrededor. Aunque, sea difícil confiar en otra persona muchas veces, realmente puedes llevarte más de una sorpresa, no siempre uno es quien aparenta ser.

Y fue gracias a ese acontecimiento, que Sting y yo nos acercamos cada vez más. En un principio estaba totalmente confundida, me sentía extraña... Recuerdo que lo molestaba mucho.

Pero luego, él me confesó que yo... le gustaba. Y pues, claro, como toda persona yo quedé atontada y un sentimiento realmente cálido y agobiante... apareció de pronto, como si lo hubiera contenido hace mucho tiempo. No lo sé. Creo que... simplemente no hay palabras, no podría describirte mi amor por él. En su tiempo, seguramente tú también lo experimentarás.

No habrá nada mejor en el mundo, quizás pienses.

Yo lo pensaba, todo el tiempo. Día y noche.

Un día él me propuso matrimonio. Estaba tan contenta. Fue maravilloso. Nadie creía que el torpe de Sting tendría esposa. Pero lo fue, nos casamos.

Y volviendo a mi saludo, me corrijo ahora, soy la señora Lucy Eucliffe. Recuerdo que al principio Lector se burlaba de mí, sobre que me iba a contagiar el ego de Sting.

La boda fue maravillosa, espectacular, aunque esas palabras quedan cortas. Los dos gremios completos asistieron, más los demás que eran cercanos a nosotros y ciertos miembros del reino. Todos mis seres queridos estuvieron allí, y la persona a la que amo me esperaba en el altar...

En resumen, fue perfecta nuestra boda.

Y hasta ese momento, todavía no se acercaba al momento más feliz de mi vida, cuando me enteré de que esperaba a mi futuro hijo; de que estaba embarazada.

Que te estaba esperando a ti.

Tu padre estaba más histérico que yo cuando nos enteramos. Yo lloré de felicidad.

En los meses en os que estuvimos preparando a tu llegada... tuve un mal presentimiento. Faltaba sólo un mes para que nacieras cuando me... enfermé. Elegí sin dudar que tú vivieras. No te sientas culpable por mi muerte, esto es el camino que yo escogí. Fue mi culpa, yo no tome precauciones durante el embarazo. Lo siento mucho. Fue durante una misión, en los primeros tres meses... Tenía que salvar a una pequeña que se encontraba atrapada en unas cavernas, no me di cuenta de que esas estaban llenas de un gas tóxico.

Pero finalmente la salvé, no me arrepiento de nada. Sólo de no verte crecer y no poder seguir al lado de tu padre.

Por eso escribo esto, antes de que nacieras, para poder dejarte una parte de mí.

Te amo hijo, con todo mi corazón.

Siempre estaré mirándote.

Para el pequeño más lindo de todo el mundo, Mi pequeño Nathan.

***

Limpio las lágrimas que quedan. Mamá, yo también te quiero mucho. Sonrió, admirando la carta. La letra es impecable, su forma de escribir era hermosa, aunque el papel tiene un tono amarillento, se ve muy cuidado... Papá, de verdad... siempre que habla de ella sus ojos se ven llenos de vida, al igual que cuando me observa. Porque, generalmente, si  vez sus ojos detenidamente, están ausentes.

Mi padre me entregó esta carta cuando cumplí quince años, exactamente, hace dos días. Pero no me había atrevido a abrirla hasta ahora.

Muchos dicen que soy la viva imagen de mi madre, pero en masculino y que de mi padre soy igualito en actitud. Pero eso último es mentira. Pienso mientras me termino de arreglar el cabello,comprobando que esté impecable, y tomo mi mochila.

Antes de salir de la casa me despido de mi papá y Lector.

Corro a toda velocidad al bosque, en donde se encuentra la casa de mi maestra Lya. Ella me entrena combate cuerpo a cuerpo, mientras que mi tía Yukino me enseña a fortalecer mi magia estelar. Ya que mi madre me heredó todas sus llaves.

Llego jadeando a la parte trasera de la casa.

—Llegas tarde— dice mi maestra.

—Es que... estuve ocupado— ella me observa y repara en mis ojos, seguramente están enrojecidos e hinchados. Noto un destello de compasión y algo de culpabilidad.

Entonces se acerca y me abraza. Después de un rato yo le digo con mi voz firme.

—Quiero entrenar—la miro con determinación—... quiero ser un mago como lo era mi madre.

Ella asiente complacida y susurra —Esa es la actitud.


¡Hey, Lucy! [StingLu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora