Capítulo 22

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Sting me ayuda a salir de la enfermería con cuidado. Al llegar junto a los demás, me di cuenta de que también se encontraban Rogue, Frosch y Lector. La mayoría se acerca y me preguntan cómo estoy o me saludan. Luego de eso me siento junto a Sting y Lector con Rogue y el exceed de frente y conversamos.

Se acercan Erza, Happy, Wendy y Charle. Todos compartimos nuestras aventuras y cosas por el estilo. Es muy agradable al decir verdad.

Todo iba bien hasta que Natsu y Gray comenzaron a discutir, el salamander empujo a Elfman en su discuta accidentalmente, el moreno gritó "Hombre" de manera aleatoria golpeando a mi mejor amigo. Natsu impacta en la mesa en donde se encontraban Gajeel, Levy-chan y Lili, obviamente Gajeel no se queda de brazos cruzados y le lanza una barra de hierro.

Natsu la esquiva chocando con Gray, y el hierro cae directo sobre nuestra mesa, destrozándola y arruinando la comida y cerveza en ella. Incluyendo el pastel de fresa de Erza y mi helado... a partir de ese punto, todo se fue al carajo.

Un caos total.

Hasta Sting se unió a la pelea porque le parecía divertida.

—Idiotas...—murmura Charle en los brazos de Wendy. Yo asiento. Toda la razón.

Cuando las cosas se calmaron, y el gremio quedó como un desastre total, en el que todos debieron ayudar a ordenar y reparar el mobiliario, Sting me llevó a una cafetería bastante reconocida en Magnolia por sus platillos, especialmente por su café.

Me muero de hambre. Al estar inconsciente, obviamente mi estómago no ha recibido alimentos decentemente y ni siquiera pude terminar mi helado...

El lugar era muy agradable y sorprendentemente sencillo, la mayoría de los asientos estaban ocupados. Su edificio era completamente de madera, daba la impresión de que fuera una cabaña. En la barra se podían ver una diversidad tremenda de postres y el lugar estaba impregnado a café. Con una vista al lugar me di cuenta de mi vestimenta, sentí vergüenza, además de estar llena de vendas y llevaba una camisa grande, un pantalón corto negro y sandalias.

Sting me sonríe mostrando todos sus dientes. Me relajo y tomo su mano entrelazando nuestros dedos, insegura.

Él se acerca a una de las mesas de la terraza, no me había percatado de que este lugar tenía una en el fondo, toma una de las sillas y me invita a tomar asiento. Supongo que lo hace porque estoy aún débil. Dudo pero finalmente me acomodo en la silla.

— ¿Qué quieres comer? — revisa la carta mientras me dice, situado a un lado de mí. No se sentó al frente como supuse que haría, por el contrario, está muy cerca. Nuestros brazos rozan con cada movimiento que hacemos... ¿No deberían tomar ya nuestro pedido?

—Lo que tú quieras estará bien...

— ¿Qué tal unos waffles con café con leche?

Asiento. — Sting...— digo incómoda. Más minutos pasan y nadie viene a atendernos.

— ¿Qué? —gira su rostro quedando a unos milímetros de mi cara. — ¡E-estás muy cerca! —Exclamo finalmente

Me observa por un rato y cuando algo hace clic en su diminuta mente me abraza y coloca su cabeza apoyada en la mía —Sí... ¿Te molesta?

—Estás raro— murmuro— andas muy... normal.

— ¿A qué te refieres?— cuestiona; siento su respiración sobre mi cabellera. —Es que... tu tiendes a no sé, exagerar más o comportarte como un niño. Pero ahora estás mas ¿...serio?

¡Hey, Lucy! [StingLu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora