Capítulo 10

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— ¡Le digo que ellos no tienen nada que ver! Déjenlos libres... por favor...

(...)

Bien, definitivamente no contamos con la aparición del maestro de su gremio, no después de derrotar a sus lacayos. Tampoco el hecho de que vinieran más refuerzos. Y que nos encierren en un calabozo en el sótano de su gremio. Estamos bien jodidos.

Al menos los exceed están a salvo en la cabaña.

Tengo cadenas anti-magia, además me separaron de los chicos. Bueno relativamente.

— ¡Lucy! ¡¿Estás bien?!

— Sí, mejor que tú Sting.

—Bien.

Se encuentran en las celdas continuas a la mía. El rubio me pregunta cada cierto tiempo mi estado, en parte me gusta que se preocupe por mí. Pero me irrita.

Ni yo misma me entiendo.

Demonios, no puedo zafarme de las cadenas. La puerta oxidada, la cual es nuestra única salida, se abre y alguien entra.

—Bien, bien ¿Qué tenemos aquí?...-una voz gruesa, no entra en mi campo de visión pero sé que es hombre— Tal y como el maestro dijo, son los gemelos de Sabertooth.

Acaso... ¿los van a entregar al consejo mágico? Bueno, no tengo que ser tan pesimista, pero en esta situación es inevitable, ¿no?

— ¡¿Qué quieres de nosotros?!— exclama Sting.

— ¡Con ustedes obtendremos millones! ¿Saben cuánto pagan por su captura? El consejo se la jugó esta vez. Todos en Fiore los buscan... los entregaremos ahora mismo, lástima que el viaje sea largo...

Luego escucho el sonido de las puertas de sus celdas siendo abiertas. Los chicos son llevados fuera del gran sótano. Lo sé porque sus voces fueron llevadas junto al hombre.

Entonces me desespero, no puedo liberarme de estas cadenas. Necesito ayuda. Además si gritara, nadie vendría. No puedo salir sola, de verdad... que alguien...

La puerta nuevamente se abre, pero nadie entra. Esta se cierra, me concentro y sí, hay alguien dentro de la habitación pero no la puedo divisar. Pero puedo sentir su presencia.

— Sé que estas hay... no te tengo miedo.

— Si quieres salvar a tus amigos... yo puedo ayudarte.

Se abre la puerta de la celda y caen las cadenas que me tenían presa. Mis llaves y látigo aparecen frente a mí.

— Después de todo... te debo un par de favores.

(...)

— Bueno, Rogue... supongo que hasta aquí llegamos, fue un gusto haber...

— No seas idiota Sting. Tenemos que pensar en cómo salir de esta... Frosch todavía no está a salvo.

—Oh, es cierto y Lector también puede estar en peligro... pero ¿cómo... podemos escapar de esa... jaula con ruedas?

Apunto con un movimiento de cabeza hacia la caja de barrotes de metal con ruedas, una vez adentro no podremos salir aún más si se trata de un transporte. Sumémosle las cadenas anti-magia.

Estamos parados a unos metros de esa cosa, mientras el hombre barbón que nos trajo aquí habla con otro tipo aún más anciano.

—...

El barbón se acerca y mi amigo inesperadamente le propina un cabezazo.

— ¡Corre, idiota!

Y ambos huimos hacia el bosque. Este gremio se sitúa en lo profundo del bosque que está alrededor de la ciudad.

¡Hey, Lucy! [StingLu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora