Capítulo 14

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Luego de lo que sucedió esa noche, pasaron algunos días. Todo relativamente normal.

Los chicos se preocuparon pero ya no había nada que hacer, tal persona no apareció más. Me encuentro tomando té junto a nuestra casera, que es muy amable y servicial, es como una abuela. Sting, Rogue y los exceed fueron a entrenar, según Sting a mantenerse en forma.

Luego de terminar me despido y salgo a caminar, invoco a Plue para que me haga compañía, es extraño que no lleguen los del consejo a esta aldea.

Hideaki... el me ayudó a escapar de ese gremio, basándome en sus tipo de magia, de invisibilidad. ¿Él pudo haber robado las joyerías? Aunque parecía buena persona, pero no lo conozco bien... me pregunto cuál será su relación con Ombres Sinistres. Recordando el hecho de que al parecer lo maltrataban...

Loke aparece frente a mí con una expresión preocupada, molesta, confusa.

— ¿Qué pasa Loke?

— E-el consejo mágico... —me mira realmente preocupado, con miedo a como valla a reaccionar. Respira para calmarse. — Se ha llevado... a Levy.

Aprieto mis puños.

— ¿Cómo...cómo pudieron? ¡¿Por qué no los detuvieron?! ¡Fairy Tail nunca abandona a un amigo! ¿Por qué lo permitieron? ¡Ella no tiene nada que ver! — Espeto, miro a Loke detenidamente — ¡Responde!

—... No podemos hacer nada... nos amenazaron, si no te entregaban todos serían enviados a la cárcel, posiblemente con cadena perpetua... — ¿Qué? Pero, ¿es posible hacer eso siquiera? Él continua— Levy fue llevada para ser interrogada. Hace más de un día.

— ¿Y hasta ahora me avisas?—asiente.

Duda si decirme algo o no pero finalmente me pregunta— ¿Qué harás, Lucy? — si hago algo tiene que ser bien planeado, tengo que hacerlo sola, no puedo incluir a los chicos. — Tendré que pensar en algo, gracias Loke—vuelve a en mundo celestial.

Tengo que mantener la cabeza fría, no puedo ser imprudente.

Pero... es mi mejor amiga. No sé qué debería hacer.

Los chicos están tardando mucho, iré a echar un vistazo. Después de caminar un rato finalmente llego, lo primero que logro divisar es que los cuatro están quietos mirando fijamente a algo. Sigo la trayectoria y es... Yukino.

— Lucy, quédate atrás— advierte Sting.

— ¿Qué? Pero...

—Es peligroso, no te acerques a ella. ¿Yukino? Pero... ellos ¿Por qué piensan eso?

— Lu-cy-san- tararea con cierta malicia en su tono de voz Yukino — ¿Te recuperaste de aquella vez? Realmente, creí que se irían hubiera sido más divertido...

— Yukino... ¿A-a qué te refieres? —dirijo mis manos hacia mi cuello, no se referirá a...

Ella se ríe con malicia y complacida —Sí, yo fui la que hizo eso... Se preguntarán por qué lo hice ¿no?

—Explícate— pide Rogue con frialdad.

— ¿Hacerlo o no hacerlo? ¡Ya sé! —Suelta una risita, ahora que me doy cuenta tiene una grandes ojeras— ¡PÚDRANSE EN LA CARCEL! ¡JUNTO A ESOS MALDITOS!

— Espera...— logro decir, pero es tarde. Yukino invoca a Libra y esta realiza su magia de gravedad sobre nosotros haciendo que nos peguemos al suelo, sólo puedo verla marcharse.

Todos quedamos... mal. No quiero creer que fuera ella. No lo es. No puedo aceptarlo.

En la noche me dirijo hacia el prado a meditar sobre todo lo ocurrido durante este día, pero no se me viene ninguna solución, ya no quiero pensar en nada más. Siento que alguien se acerca.

— Valla día...—suspira Sting una vez sentado a un lado mío. Asiento desanimada. — ¿Estas bien? — dice preocupado.

—Sólo... estoy algo cansada— él pone un brazo sobre mis hombros rodeándome y me atrae hacia sí, dejándome apoyada sobre su costado.

Es cálido.

Me separo un poco para verlo a los ojos, nos quedamos así por un rato. Todos los conflictos desaparecen, sólo estamos nosotros, bajo la oscura noche hasta el momento. Ahora un cielo repentinamente luminoso por la luna y las estrellas.

Siento como una de sus manos se posa sobre mi mejilla izquierda y con la otra toma mi mano. Se acerca hasta queda a pocos milímetros de distancia. Siento su respiración. Mi corazón palpita muy fuerte.

Mi nariz roza con la de él.

Entonces me doy cuenta que no deberíamos hacer eso, no en este momento. Con todo lo que está pasando, Yukino, Levy... sus compañeros de gremio. No, no puedo hacerlo mientras otros están sufriendo en este momento.

Me separo de Sting, ahora me doy cuenta del calor en mis mejillas, el rubio también esta como yo, sonrojado. Pero quizás yo este peor.

—C-creo que deberíamos volver...— mi voz salió más nerviosa de lo que pensé.

Sting me mira relajado, como aliviado de algo, no sé qué será. Antes de articular.

—Lucy, me gustas.

— ¿Q-qué?

—Me gustas.

— P-pero ¿Seguro te ha dado fiebre...? —cuestiono mientras poso mi mano sobre su frente. Sting me retira la mano y la mantiene entre las suyas.

— Me gustas mucho, estoy seguro. —dice con una seriedad que hasta él mismo se sorprende.

— Ah...— no sé cómo demonios responder a eso— tú me atraes, n-no estoy segura de tener una relación en estos momentos, Sting.

— Lo suponía lo siento... por ser impaciente... pero esperaré hasta que estés bien— hasta ahí todo iba bien, pero él es Sting Eucliffe—... y caigas a mis pies, después de todo soy irresistible.


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Scall 

¡Hey, Lucy! [StingLu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora