¡Hey, Lucy! [StingLu]

Capítulo 20 [Parte 1]

Es agradable despertar y ver a la persona que te hace sentir especial, a la persona de la cual gustas y sabes que también te quiere. Él sigue dormido, claro. Pero su rostro tranquilo, y verlo con su cabello revuelto es una de las cosas que me gustan. Me gustaría despertar así siempre. Abrazada a la persona a la que... amo.

Me intento reincorporar pero despierto a Sting por accidente, lo observo apenada— No quería despertarte, lo siento— rodea mi cintura con sus brazos. — No te preocupes... solo a Lucy le permito interrumpir mis sueños de belleza— murmura medio dormido todavía.

— Rubio tenía que ser...— le planto un beso en su coronilla. —Iré a preparar el desayuno ¿Quieres algo en especial?

Sonríe como un niño— ¡Panqueques!—.

En la Prisión, en alguna ciudad del Reino de Fiore.

Al frente de una de las celdas, se encuentra de pie una mujer con mirada dura. Esta patea la cabeza de uno de los guardias que se encuentran en el suelo, todos inconscientes. Ahora dirige su vista a una de las celdas que tiene de frente. En la que se encuentra una albina asustada.

— ¿Q-qué quieres?— pregunta con su voz temblando, realmente no esperaba verla nunca más.

La mujer sonríe de una manera siniestra mientras pasa su lengua por sus labios. —La pequeña Yukino... dime, ¿Qué paso con la venganza?

A Yukino se le forma un nudo en la garganta, incapaz de hablar. Para sus adentros pide ayuda, aunque sabe que nadie vendrá. Está sola.

— ¿Es que acaso, no te han hecho el suficiente daño? ¿Necesitas que te humillen todavía más?—Susurra venenosa más de cerca a los barrotes de hierro. Entonces, Yukino recuerda todo el daño que le hiso a sus amigos. Todo lo que hiso por... su culpa.

Asustada y enojada a su vez, grita — ¡Todo es tu culpa! Tú me manipulaste, yo nunca había dudado de mis compañeros... yo no quería hacerlo...

— Pero lo hiciste— espeta con frialdad, y malicia —Igualmente lastimaste a tus amigos, eres igual de culpable que yo. Eso te hace igual de mala y egoísta que yo. ¿Qué persona querría estar contigo? — se voltea.

Al borde de las lágrimas susurra — ¿Por qué lo haces? —. La mujer cierra sus ojos — ¿Hacer qué?

A la alvina le tiemblan los labios y dice temerosa— Todo esto, sabes a lo que me refiero... ¿Por qué arruinas la vida de los demás? Ni siquiera los conoces... no te hemos hecho nada.

Lya voltea y recoge su espada ensangrentada del suelo y mientras de dirige a la puerta dice —Diversión. Estoy aburrido, nada más y nada menos. Ahora iré donde tu amiga, la que te volvió en contra de mí ¿La recuerdas... eh, Heartfilia, cierto?

— ¡No le hagas nada! Por favor...

No responde. Y Yukino queda sola, en ese pasillo con cadáveres.

Sin poder hacer nada.

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