Capítulo 6

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Nuevamente me encuentro sobre un océano sin fin, sola -Lucy- me llaman, pero ¿De dónde? -¿Quién eres?- nadie responde. Nuevamente me abraza, quien quiera que sea. -...ayúdame- Quién sea, parece estar en problemas... su voz, en su voy se nota un profundo sufrimiento.-Te ayudaré, pero dime dónde estás-Entonces esos brazos me sumergen.

Abro los ojos y los rayos del sol nublan mi vista por unos momentos, ese sueño... no es la primera vez que lo tengo. Me estiro y lanzo un suspiro, hoy iré a vigilar la joyería "Ro: Diamont". Será un largo día.

Entro a la cocina, y me encuentro con Lector y Froch buscando comida supongo...

-Chicos ¿Quieren comer algo?- ellos saltan del susto.

-¡Lucy-san! No nos asuste de esa manera- Lector responde- y si... si no le importa, tenemos hambre.

Bien, preparo en desayuno compuesto por café y panqueques con miel. Dejo cinco platos y tres tazas, los exceed solamente quieren comer panqueques.-Eh, Fro, Lector ¿Pueden despertar a los chicos?- ellos asienten.

Regresan con Rogue y un Sting con cara demacrada, pero al ver la mesa con el desayuno su rostro se ilumina y prácticamente devora la comida y como si de un niño se tratara extiende el plato y me pide más con una cara de ilusión.

-Lo siento, pero tú tienes manos y piernas muy sanas, por lo tanto tú te sirves solito- Y me siento a comer mi desayuno tranquila.

El rubio hace un tierno puchero y me ruega nuevamente.

-No Sting, déjame desayunar-. Se pone a llorar, claro son lágrimas falsas ¿Quién llora por un simple platillo? Ah, cierto Sting. Por favor, sólo son unos panqueques. Supongo que no lo puedo dejar así.

-Oye, no te pongas así- le sirvo otro plato- mira ya está, aquí tienes.- Le ofrezco una sonrisa y le acaricio la cabeza ¿Qué me pasa hoy? ¿Por qué soy tan amable con él?

Cuando Sting termina su desayuno se levanta y se para al frente mío, luego me abraza.-Gracias...- Se separa y me mira intensamente, sus ojos brillan el día de hoy. Por algún motivo me avergüenzo. Siento mi cara ardiendo ¿Desde cuándo hace tanta calor? Él se va a su habitación. Yo me cubro mis mejillas con mis manos.

-Qué bonita pareja hacen ustedes.

-¡N-no es lo que tú crees, Rogue! Yo me tengo que ir... ¡Adiós!

Me encuentro frente a la tienda, es fantástica. Tiene suelo de madera, sus paredes son de mármol. Las repisas en donde estás ubicadas las joyas y demás piedras preciosas son de cristal. Es de un solo piso, sin embargo tiene una altura considerable. Si miras hacia arriba puedes ver el cielo ya que el tejado es de vidrio.

Me recibe la dueña del lugar, la cual es una señora muy amable. Le explico que vengo a hacer de guardia por hoy, para atrapar al bandido que hay en esta ciudad. Ella acepta con total gratitud.

Bien, supongo que debería esperar, pero ¿Cómo pretendo hacer una emboscada a un bandido? Puede que se dé cuenta que estoy vigilando ¿Lo hará de todas formas?  Creo que tengo una idea.

-Disculpe, ¿Puedo pedirle algo más?

-Claro querida.

-Necesito el traje de vendedora de esta tienda.-La señora asiente, y me pasa uno –Lo lamento Lucy-san pero es la única talla que tengo.

-No hay problema.- Y se despide, cuando se retira me voy a los vestidores. Supongo que invocaré a Virgo para que me ayude con la seguridad.

Pudo haber sido peor, el traje me queda un poco... muy ajustado. Consiste en una falda lisa de color negro que queda a la altura de los muslos, una blusa rosado pálido que tuve que desabotonar hasta llegar a mi busto, porque o sino pudo haberse roto, unos tacones negros y un suéter rosa el cual no me lo por que no me gustaba ¿Ok?

Me hice una coleta alta. Para dar una imagen más seria ¿O mejor lo traigo suelto? ¡No Lucy estas en una misión! No puedes preocuparte por eso. Ya, vamos a lo serio.

-¡Ábrete, puerta de la doncella, Virgo!

-¿Es hora del castigo, princesa?-Suspiro.

-No, Virgo. Necesito que me ayudes a vigilar esta tienda, cualquier persona sospechosa que venga, la capturas y me avisas ¿Entendido?

-Sí, princesa.- Y se va a otra parte para hacer guardia.


Primero me trae a un hombre mayor, con algo de sobrepeso. –Bien hecho Virgo, así que este es el ladrón-

-No princesa, es un pervertido.

-¿Qué?

-Estaba en la ventana observándola...- me informa con su cara de póker- mientras realizaba movimientos sospechosos.

¿Mirándome mientras se movía...? Lo observo, él me regresa la mirada y me sonríe sonrojado. Luego baja su mirada a mis... ¡Maldito pervertido!

-Virgo... tienes mi permiso para castigarlo.- Ella asiente con un brillo extraño en sus ojos y se lo lleva. Luego de esto no apareció nadie más, que sea particularmente sospechoso.

Y así paso hora tras hora.   

¡Por el amor a Mavis! ¡¿Por qué no roba nadie?! Ya son más de las diez, hace tiempo que Virgo tuvo que regresar al Mundo Celestial y ¡Nada! Maldición. La señora me permitió quedarme hasta la media noche.

Cálmate Lucy, tú puedes. Me siento en el suelo en posición de indio, estiro mis manos, cierro mis ojos y me concentro. Así puedo sentir las presencias más fácilmente, esta técnica me la enseñó Loke. Una vez que la perfeccione podré lograr hacerla de pie, pero mientras tanto me conformaré con lo que está a mi alcance.

Lo bueno es que no es necesario usar mi ojos, simplemente sé si alguien se acerca dentro del radio que puedo cubrir con esta técnica.

Lo malo es que como aún no la perfecciono gasto mucha magia, por tanto no puedo invocar un espíritu estelar. Por un lapso de diez minutos, dependiendo del tiempo en el que lo use.

No estoy segura del tiempo en el que me he sumido en la oscuridad, pero ahora siento a alguien sin embargo la "señal" por decirlo de otra manera es muy débil, casi nula.

Vamos Lucy, concéntrate.

Él o ella está justo a mi derecha. Opto por girar bruscamente en su dirección, y colocarme en una posición defensiva. Pero no hay nada, en la repisa faltan joyas ¿Cómo es posible? Miro en todas direcciones.

Un segundo, justo en frente mío ocurre algo muy raro. Las piedras desaparecen una por una. Se elevan y se esfuman. Luego se detiene y comienza en la repisa de los collares.

No puedo permitir que siga esto. Y entonces justo cuando se eleva el segundo collar lo atrapo entre mis manos.

-¡¿Quién anda hay?!- exclamo hacia la nada.

Lo último que siento es un golpe en la nuca, luego de esto tan solo soy yo y la oscuridad.

***



Scall

¡Hey, Lucy! [StingLu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora