Delirios..Parte 5

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 Estoy frente a mi casa y me detengo a observar mi jardín,  valla si que necesita atención así que me bajo del auto dispuesto a trabajar un rato en el. Me doblo las mangas de mi camisa, me quito mi corbata, y bajo a el sótano a buscar algunas herramientas, justo lo que necesitaba, veo una vieja podadora y busco también una tijeras. Empiezo podando el césped, dicen que la jardinería hace muy bien para la salud mental... el haber sufrido otro delirio aunque breve es algo que me preocupa, por eso quiero dirigir mis pensamientos a actividades que me ayuden a olvidar un poco mis problemas , luego de podar el césped tomo las tijeras para podar las plantas, de pronto oigo una dulce voz detrás de mi.

_Buenas tardes Albert _. volteo y noto que es la señora Florencia, mi vecina, una ancianita cariñosa, con unos hermosos ojos azules. Tenia un vaso en su mano.

_Oh, oh señora Florencia, ¿como esta ? _.

-Bien, te traje una limonada bien fría, estaba sentada en mi jardín y te vi trabajando.. hace tiempo no te veía _. me dice entregándome el vaso con limonada.

_Muchas gracias _. le digo bebiendo un poco.

_De nada, estoy haciendo unos pastelillos, ven a casa, merienda con nosotros _ me dice mientras me toma del brazo.

_Eh.. es que .. _.

_Es que nada, estas muy solo en esta casa, ven será solo un rato, además así saludas a jhors que esta un poco quebrantado de salud _.

_¿jhors enfermo?.. ok doña Florencia, acepto su invitación, pero, ¿que tiene jhors ?_ . le pregunto terminando de beber la limonada y caminando de su brazo.

_Nada grave, achaques hijo... eh, pero que no nos vea jhors así del brazo, es muy celoso _. dice riendo y guiñando el ojo. Doña Florencia abre la puerta.

_¡jhors !.. ¡jhors1.. mira a quien te traje.._ . Dice mientras entramos. Al entrar veo en una mesedora a jhors mi vecino, leyendo el periódico, el cual baja de su vista al oír a su esposa y saca una enorme sonrisa al verme.

_Hola Albert.. tanto tiempo sin verte _ . dice.. conversamos amenamente como un padre con su hijo, como dos viejos amigos que tienen mucho que contar, solo siendo interrumpidos por doña Florencia trayendo los pastelillos y chocolate caliente. Comemos y no puedo dejar de agradecer su amabilidad y hospitalidad, me hace sentir como sentía de niño cuando mi madre me consentía con deliciosas meriendas, ya no soy un niño, pero a veces extraño esos lejanos pero hermosos momentos. Doña Florencia me saca de golpe de mis recuerdos.

_Y cuéntanos Albert, ¿cuando te casas nuevamente ? .. ¿como es que un muchacho tan guapo está todavía solo ?,.. no te pongas celoso jhors , no es mas guapo que tu _. le dice mientras lo besa en la mejilla. Yo trago grueso ante tan inesperada pregunta.

_Eh, aun no está en mis planes doña Florencia, tengo asuntos todavía que resolver _. le digo esperando que mi respuesta haya sido suficiente.

_Pero deberías pensarlo, no deberías estar tan solito.. ¿no crees? _. me dice mientras recoge las tazas vacías.

_Si.. tiene razón, quizás estoy esperando que llegue la ideal _. le digo y jhors la observa meneando la cabeza . Transcurrida la tarde sin darme cuenta decido irme no sin antes asegurarme del estado de salud de jhors, me quedo tranquilo al ver que no es nada de que preocuparse, achaques de la edad.

_Bueno, les agradezco mucho su invitación _. me despido y vuelvo a casa. Llego y luego de ducharme me visto con un cómodo mono negro, una franela gris marca zero, me peino como de costumbre bajo a la cocina, solo me sirvo un jugo de moras, la merienda de doña Florencia me dejó sin mucha hambre. Pongo música y tomo un libro intentando retomar mi viejo habito de lectura, elijo Otelo y me cercioro de donde quedé la ultima vez. Me siento cómodo en mi sofá y me extraña no haber recibido mensajes de Clapton.. ¡extraño!.. pensé. Pero creo que es lo mejor, lo menos que necesito ahora es una fiesta o salir y trasnocharme ...llevo unas lineas y el timbre de la puerta suena.

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