Delirios Part 28

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Abro mis ojos, tengo un fuerte dolor de cabeza, me levanto y miro mi reloj, han pasado varias horas desde que llegué, son las seis y media pm, dormí varias horas.

—¡LUISAAA!— Empiezo a gritar desde mi habitación, al poco rato sube Luisa. Me levanto con dificultad, siento mucha sed y tiemblo un poco.

—señor, ¿Cómo se siente?— Pregunta tocando mi frente.

—no muy bien Luisa, necesito un analgésico— Le digo aclarando la vista.

—si, ya le traigo uno—Dice ella intentando marcharse, pero la detengo. No recuerdo haber llevado a Emily como quedamos, no recuerdo bien que pasó.

—¿qué sucedió Luisa? ¿y Emily?

—eeeh, señor, ella se marchó hace horas.

—¿cómo que se marchó luisa?—Ella se acerca.

—señor, usted la echó, ella salió llorando, yo intenté detenerla le ofrecí un té para calmarla, pero no aceptó— Me llevo las manos a la cabeza, no puedo creer que le haya echo eso a Emily, cada día detesto más mi condición, me levanto inmediatamente.

—¡ya vuelvo luisa!— Ella intenta detenerme.

—no es bueno que vaya así, usted tiene que recuperarse primero, si va así podría ser peor—Al escuchar eso me detengo en el acto, lo menos que quiero es seguir haciéndole daño a Emily.

—tienes razón Luisa, por favor déjame solo— Ella sale de mi habitación.

—le traeré el analgésico— Sale y me siento de nuevo sobre la cama. ¿Qué fué lo que pasó?.. Retrocedo mi mente hasta el momento en que llegué con Emily, me concentro... recuerdo que hablamos con Luisa, luego subí con ella a mi habitación... la besé... ¡Camila!... ¡era Camila!... otro delirio jugándome una mala pasada, pero... ¿Qué le hice a Emily?.. ¿Por qué Luisa dice que la eché?.. Pienso un momento más y recuerdo que en un momento de claridad pude ver el rostro de Emily... recuerdo su cara de horror y como la eché de la habitación. Busco mi celular de inmediato, marco su número, repica una y otra vez pero ella no atiende. ¡Por favor Em!... ¡por favor!... insisto una y otra vez, y es inútil, después de la llamada número quizás cincuenta Em apagó su celular. Le escribo esperando que al encender el celular vea mi mensaje y me responda. Quiero salir corriendo a buscarla pero no quiero tener otro delirio por estar alterado, tengo miedo de hacerle daño. Me encuentro inquieto a medida que pasan las horas. Pero intento serenarme, esperando que el día de mañana llegue pronto y pueda ir más tranquilo hasta su casa. Me ducho y me acuesto un rato, mientras más descanse mejor estaré mañana para ver a Emily y aclarar todo. Pero no logro hacerlo, mi corazón está inquieto, intento llamarla de nuevo, pero no logro comunicarme con ella. Bajo a cenar, me siento, Luisa me ha preparado un caldo de pollo, además me sirve pan tostado con queso de mano, como y me dirijo a Luisa para despejar la mente.

—¡muy delicioso Luisa!—Le digo en voz alta para que me oiga desde la cocina.

—gracias... ¿Cómo se siente—Me pregunta acercándose.

—siéntate Luisa— Le digo señalando una silla. Ella se sienta.

—me siento mejor Luisa...y ¿Cómo ha estado Anahí que no la he visto?— Ella sonríe.

—ay señor, si usted la viera, está muy contenta, se la pasa hablando mucho por teléfono! ay señor Albert para mí que esta niña anda enamorada!—me dice riendo y negando con la cabeza. Yo levanto una ceja.

—mmm, ¿enamorada?... bueno Luisa, hable con ella para que se cuide ¿sí?, me preocupa que sufra más de lo que ya ha sufrido .

—claro señor, lo haré, hablaré con ella— Me dice .

—Luisa ¿Cómo vió a Emily?— Le digo frotando mis manos angustiado.

—eeeh, señor, mejor no piense en eso, coma y trate luego de dormir— Me dice ella evadiendo mi pregunta mientras yo la miro muy serio.

—Luisa... ¡respóndeme!—Le digo en tono autoritario.

—ya le dije señor, ella bajó las escaleras llorando, traté de detenerla pero no me hizo caso, eso es todo— Bajo la mirada, muerdo mis labios y siento que de pronto se me quita el hambre, me levanto y subo a mi habitación, quería dormir para que ya fuera mañana e ir a buscar a Emily. Me cambio y me tiendo en la cama, cierro mis ojos y empiezo a recordar, besando a Emily, sus dulces labios, suspiro sintiendo emoción de solo recordar esos labios, recordar los buenos momentos en nueva york... ¡dormir a su lado!... paso mi mano por el lado izquierdo de mi cama... ¡si estuvieras aquí ahora mismo Em!... suena mi teléfono y atiendo...oigo una voz conocida, es la de mi investigador privado.

" señor Albert... le tengo noticias"

"lo escucho herald... dígame"

" la encontramos... ¿está dispuesto a viajar mañana temprano?" Me pregunta. Me levanto emocionado.

"claro, claro Herald, digame la hora y donde nos vemos" Le respondo.

" saldríamos a las siete, viajaremos a florida"

"bien, bien, ¿y cómo está ella? ¿Qué ha podido averiguar Herald?" Pregunto ansioso.

"la situación de ella es algo crítica, está viviendo en casa de una amiga, su situación es muy humilde, la enfermedad de su padre casi la dejó en la ruina, se endeudó mucho, perdió la casa, en fin" Dejo salir un triste suspiro por lo que escucho.

" ¿y su padre como está?"

" está mejor, los tratamientos fueron muy costosos, tuvo que ser operado en una clínica, sin los beneficios de un seguro se imaginará el costo, pero según supe, ya está fuera de peligro" Me dice Herald mostrando entusiasmo.

"que buena noticia, muchas gracias Herald, nos vemos mañana" Cuelgo y pienso en los muchos preparativos que debo hacer, llamar a mi abogado y también al aeropuerto para preparar mi avión  para mañana. Reviso clasificados y hago algunas llamadas, me siento tan feliz... ¡por fin veré a mi ángel!..

Más tarde mientras estoy imaginando tantas cosas de lo que sucederá cuando consiga a mi ángel también el recuerdo del momento con Emily nubla mi felicidad. Quie

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