Capítulo II: Elegida de la Luna

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Diana

-Te lo repetiré una vez más- dije con los brazos cruzados sobre mis pecho -No saltaré allí adentro-

Tali me miraba desde un túnel que parecía hecho a la medida para quien pasara por allí.

-A ver, Diana- dice rascando su cabeza. -¿Te das cuenta de cuanto nos darán por un simple diente?-

-Un diente, pero posiblemente perdamos la mano, ¿no?- contesté desesperada.

-Pues, bien... iré yo sola- concluyó y empezó a caminar hacia el interior del túnel.

-¿Tali?- llamé por ella luego de unos segundos, pero no contestó.

-¡Taliyah!, ¡No pienso bajar!- grité al cabo de no escuchar respuesta.

Un grito ahogado salió por el túnel y de inmediato supe que era Tali. Salté al al agujero y corrí directo hacia donde ella había ido.

-¡TALIYAH!-grité mientras la luz desaparecia y la arena que había entrado en mi boca me ahogaba.

-¡DIANA, AYUDA!- la encontré tirada en el suelo, con la cabeza entre sus manos.

Me arrodillé ante ella, la tomé en brazos y le pregunté que le había sucedido.

-Oh, es que no veo, pero gracias, Antorcha de luz blanca.- Dijo sonriendo y mirándo los símbolos lunares en mi piel. (Antorcha de luz blanca suena mejor a lo que dice que vio en Píltover, Lámpara fluorescente había dicho, que ahorraba energía y eso...).

Bien, bajé, que era lo que no quería. Ahora Tali caminaba frente a mí dando saltitos ridículos de alegría. Supongo que era su manera de ganar otra discución despúes que le dije que no. Mientras daba sus ridículos saltitos, mantenía una mano en el borde del túnel, "Es para saber en donde está nuestro diente, digo objetivo" fue lo que contestó cuando pregunté el como sabía que era por aquí.

El túnel parecía bien hecho, pero los de Taliyah eran mucho mejores, como si estuviera bailando, la arena se movía al ritmo de su baile, como si las rocas estuvieran locas por ella. Era asombroso solo de verlo.

Me contó que había estado en el Monte cuando descubrió su habilidad y pensó que en la cima estaría lo que necesitaba saber sobre ella misma. Luego de ello fue a Noxus, Jonia y lugares a los que ya no quizo mencionar por que le aburría hablar de sus historias y que yo nunca quisera hablar de las mías. Si le mencioné que venía del Monte y que mis marcas representaban en quien creía. Desde entonces en las noches se pone a alabar la luna para"Burlarse" de mi "fanatismo" que me llevó a tatuarme estas cosas, pero cuando me ve brillar así se da cuenta que es algo serio... y luego vuelve a burlarse, esa es Taliyah.

Choqué contra la espala de Tali, quien se había detenido. Sacó una soga de su espalda y la empezó a enredar en su brazo.

Un rugido ensordecedor que entró en mi cabeza e hizo mi corazón vibrar del terror sonó a lo lejos del túnel.

-Allí viene- dijo Taliyah poniendo su palma de la mano a un lado del túnel. Empezó a deslizarla hacia abajo dando curvas y la roca empezó a convertirse en arena, dejándo espacio para que entráramos allí.

El ruido de rocas despedazándose aumentaba cada segundo y sabía sin duda que se acercaba nuestro diente... digo "objetivo". Entramos en el espacio que Tali nos hizo, era bastante pequeño, así que el cuerpo de Tali estaba con fuerza presionado contra el mío, ella me miraba con una sonrisa enorme.

-¿Nerviosa?- dijo mientras nuestras narices se tocaban.

No contesté, simplemente aparté el rostro.

Con una velocidad asombrosa la criatura pasó a nuestro lado la soga empezó a perderse por el túnel y mientras Tali sostenía el otro extremo.

-Es hora de empezar esto- mencionó amarrando la cuerda a su cintura.

-Tu estás loca...- le dije sospechando lo que iba a hacer.

-No...- dijo -Simplemente amarré un extremo de la soga a nuestro objetivo y el otro extremo a su cintura-

-Tali...-

-Hora de aplicar lo aprendido- dijo sonriente.

-Claro, donde aprendiste a amarrar una soga a Rek'sai para sacarle un diente.-

-Alcánzanos, bombillo- dijo mientras salía impulsada por la cuerda.

***

Rek'sai es demasiado rápida para mí y el grito de emoción de Taliyah va alejándose a medida que pasa el tiempo.

"Maldita Tali" pensé la vez inicie la persecución hacie Taliyah y el diente (objetivo, Rek'sai... como sea)

***

-Te dije que sería emocionante- dijo Tali mientras pedía otro vaso de lo que sea que esté pidiendo.

Conseguimos el diente y Tali casi pierde un dedo, ¿Sabe que meterse con Rek'Sai es un suicidio?. Por supuesto que lo sabe.

-Tali, pide una para mí- estamos en un bar.

Entregamos el diente y vinimos ya que estaba en el mismo pueblo que el lugar de entrega. Un pueblo tan pequeño que desde el inicio se ve el final. Como en el Monte. Solo que alláel frío de hacia agonizar y acá agonizas del calor. (Insatisfechos siempre).

-Hora de ir a casa, bombillo- dijo rodeando mi cuello con su brazo desde atrás.

-Vamos, en verdad, creo que estoy cansada-

-Si, cansada, pero en unos segundos que sale tu madre luna estarás mas energética que nunca...- su rostro decayó - o espero que esta vez así sea-.

***

El hogar que Taliyah contruyó con su peculiar poder fue modificado una vez que me convenció de quedarme con ella.

Hizo un piso superior y otro subterráneo.
"Soy bastante asombrosa" dijo una vez terminó.

-Odio las noches, siempre lloras.- dijo por fin al entrar.

-Segura no quieres hablar de ello- agregó mirándome.

-Solo así lo olvidaré- jamás lo olvidaré.

A quienes quería los perdí, murieron... los maté, no... Los masacré.

Bastantes noches me recuerdo entre los brazos de Taliyah llorando y temblando. Las pesadillas me comían. Los rostros de mis víctimas flotando a mi alrededor y u a puñalada en el corazón por cada uno de ellos. Se sentía tan real cada una de ellas. Alguna veces creo que sangré de verdad, pero es el precio que pagar.

No olvidar es pagar tu pecado.

No olvidar a Leona y estar lejos de ella es pagar mi pecado...

Diana está en el Gran Desierto de Shurima con Taliyah intentando dejar atrás un pasado imposible de abandonar. ¿Cuanto tiempo pasará antes que el hogar la llame de vuelta?.

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