Capítulo IV: Funeral

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Leona

Estoy cabalgando con el escuadrón de escoltas que Pantheon mandó en mi busca.

"Es urgente, señorita Leona, algo inigualable" dijo el encargado de la escuadra.
Pantheon nunca manda a llamarme y menos con un escuadrón de tal magnitud. Traen el estandarte de Targón dejando en claro la importancia de estos hombres. Sin tardar un segundo dejé personal a cargo y salí a toda marcha con el escuadrón.

Llevo mi armadura puesta y mi espada con el escudo a un lado del caballo. El caballo es blanco y lleva una cubierta con el signo Solari entre los ojos. "Un caballo solari" dijo Pantheon el día que me lo regaló.

Es hermoso...

***

El frío desaparece de un segundo a otro y el ambiente queda ridículamente estable al llegar a un pueblo que nunca antes había acudido del Monte.

-¿Qué desea Pantheon aquí?- pregunto angustiada.

-Debe verlo por si misma, Señora Leona- contestó sin mirarme.

Los caminos del pueblo están pobremente cubiertos de nieve. Las puertas de las chozas suenan una tras otra, cerrándose sin siquiera salir a dar la bienvenida como muchos otros pueblos acostumbran desde la caída de los ancianos del consejo.

Comprendo lo que sucede de golpe... Miedo. Mucho miedo recorre los senderos del pueblo. "¿Qué sucedió?" pregunto para mi misma. Este presentimiento recorre mis cuerpo, un presentimiento aterrador. El cabalgar de los caballos se hizo lento y ligero al ver a Pantheon sentado fuera de una un campamento. Poseía el Estandarte de Targón clavado a un lado y sus hombre rodeaban una choza. Es la del representante del pueblo.

***

Ya este aroma siquiera me afecta, de un momento a otro se convirtió en parte de mi vida.

-Será difícil de ver, Leona, pero no puedo hacer más hasta que tu des la autorización y esto es muy serio para un simple mensaje- dijo poniendo su mano en el pomo de la puerta.

El olr que una vez se asomaba por mi nariz, de golpe, impactó en mi.

El olor a muerte. Siempre supe que algún momento de mi vida se volvería algo diario el ver sangre y muerte, pero acostumbrarme a ello me daba miedo, ya no.
Ahora simplemente lo asimilo. Estoy perdiendo lo que me hace lo que soy y así se empieza un viaje directo a la muerte.

Solo di 3 pasos dentro y ya puedo contemplar la razón del cual solicitaran mi presencia. Esto no es un asesinato cualquiera, es una masacre... dirijida a mí.
Veo mas de 13 cadáveres. Están posicionados en una manera estratégica para dejar un paso libre por el medio. Todos ellos están rasgado en el estómago por 3 líneas. La del medio más larga y profunda que la de los lados. "Garras" sin duda alguna, pero fue humano, ya que no hay huyas, ni marcas parecidas a las de un animal en el suelo.

Al final del pasillo de cadáveres reposa la "Invitación" el representante del pueblo sosteniendo las cabezas de sus familiares en sus piernas que se tambalean en el aire, ya que una soga enredada en su cuello le impide llegar al suelo. "Lo ahorcaron luego de hacerlo ver a su familia morir... tenía hijos jóvenes... jugué con ellos...".

Atrás de el. La insignia Solari y un Estandarte de Targón pintados con sangre (Perfectamente dibujados) con una línea pasando en medio de las 2 como si la partieran a la mitad y un escrito en su inferior.

"Targón no es para débiles... Targón ya noseguirá siendo de débiles..."

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Leona mira fijamente la obra que plantaron para ella.
Paralizada, pero imposible de descifrar sus sentimientos, Pantheon se acerca a ella y posa su mano sobre el hombro de la guerrera Solari.

-¿Leona?- esta en un instante lo aparta y gira hacia él.

-Fuera.- dice regresándo su mirada a las insignias.
-FUERA TODOS- agrega gritando.
Eso fue una orden. Todos sin oponer ninguna resistensia salieron por la puerta a espaldas de Pantheon. Este esperó hasta que el último saliera y abandonó la choza.
A su espalda escuchó como murmuraba Leona, pero no pensó mucho tiempo en aquella frase.

Una vez afuera, sintió el frío una vez mas, pero este desapareció por completo en cuestion de segundos. "¿Este calor?" Pensó hasta que vio frente a el como sus subordinados miraban aterrados al cielo.

Como un ciclón en el cielo... luces bailaban en el justamente sobre ellos. Provenían del Sol y detenían su camino sobre la choza que recién había abandonado. Entrecerró sus ojos y miró directo a ellos.

El pueblo entraba en pánico, las personas que una vez estaban encerradas en sus casas salieron a ver las luces que adornaban amenazadoras el cielo que hace un momento permanecía calmado y nublado. Y de repente se detuvieron, formaron un solo rayo enorme. Pantheon petrificado vio hacia lo choza y antes de moverse, el rayo cayó sobre ella.

La onda expansiva lo empujo unos centímetros y antes que que pudiera clavar su lanza en el suelo.

-¡LEONA!- gritó al pensar en que seguía dentro de la choza.

***

La choza ardía y gran parte de su techo había desaparecido. La nieve que se alzó por el tremendo estallido causado por el rayo se difuminó lentamente.

Preocupado, Pantheon caminó hacia los escombros de la choza y antes de llegar a ella, del humo restante, apareciò Leona.

Estaba ilesa, caminando sobre su hermoso corcél. Pasó junto a él si siquiera mirarlo.

-Saca a las personas de este pueblo y triplica la seguridad en todos los demás, supervísalos todos personalmente.- dijo mientras se iba.

Pantheon la siguió con la mirada hasta que desapareció a la distancia, camino sl recinto.

-¿Qué fue lo que murmuró cuando salí de la choza- pensó el guerrero.

Una vez las recordó las mencionó a la nada mientras admiraba el enorme funeral que acababa de presenciar...

- "Te mostraré quien es el débil"-

Gracias por leer este episodio y espero wue lo hayan disfrutado.
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Muy pronto el nuevo episodio.

Diana Y Leona: Inquietud En Lo Alto[League Of Legends] [Acto 2] #PremiosLOL2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora