Capítulo XII: Vamos, no queda de otra.

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LEONA.

Abrí mis ojos y de golpe me puse de pie. Está viva, estoy segura que ella no fue una ilusión, aunque solo yo pude verla. 

¿A qué se debe?.

Elyak miraba por la puerta de la taberna atolondrada a Khan.

Está frente a mi de rodillas con sus hachas en mano. Tiene los brazos abiertos y una gran cantidad de Reptiles ya acabados yacen ante el.

-Hmmmmm iiiziiiii- dice en un idioma extraño e imposible de entender para mí o Pantheon.

-¡Siempre confié en mi TEAM, nunca lo dudé!- agregó para terminar de confundirme, supuse que hablaba de su victoria, pero no había tiempo para pensar en ello.

-Leona...- dijo Panth. Está igual de inmóvil que yo. Su respiración era apresurada y parpadeaba tontamente como si estuviera mareado.

-Creo que acabo de experimentar lo que es morir. No se siente bien.-

-Lo sé, Panth. Debemos movernos.- contesté de inmediato.

-De vuelta a Targón.

DIANA.

Abrí los ojos inyectados en furia.
Tali me llevaba en sus hombros a toda velocidad.
Caí durante una batalla y por lo que veo ahora, Taliyah me salvó de una manera asombrosa.
Logro ver a nuestras espaldas a los soldados de arena, pero no es algo de que me quiera preocupar ahora.

-Bájame...- dije casi solo para mí, pero Tali me escuchó mas no se detuvo.

-Estás despierta, ¿qué sucedió?- dijo mientras los seres de arena de la guerrera del desierto había mandado sobre nosotros.

-BÁJAME...- repetí sacudiendo mi cuerpo hasta que por fin me libré de esta seguidora de otro Dios falso.

Me dí vuelta, blandí mi espada Lunar que materialicé después de mucho tiempo.

Salté sobre el primer guerrero y lo hice polvo de solo el impacto.

-Tal vez tenga consciencia o tal vez no...- dije ya fuera de mis cabales- No importa, siguen siendo unos...-
Puse mi espada en alto y con la repugnancia que sentía hacia estos seres me dispuse a erradicarlos frente a mí.

-¡ESCLAVOS IGNORANTES!- grité haciendo orbes lunares a mi alrededor mientras rebanaba la arena de sus cuerpos dejándolos inservibles.
Tan inservibles como lo son el ser a que sirven. Tan inservibles como el Dios falso que sigue la insignificante tejedora de piedra que simplemente mira a la distancia.

***
Estoy agotada, me siento mareada y mis marcas lunares arden.

Caí de rodillas y la escena de Aurelion Sol aniquilaba mi cabeza.

Oí su voz claramente, pero en ningún momento logré percatarme de con quienes hablaba. Solo sé su objetivo. Y es Targón... mi hogar.

-Eso fue... asombroso.- dijo Taliyah acercándose ante mi.

-Me siento mareada...- Tali me miraba fijamente con una enorme sonrisa en el rostro.

-Sé muy bien de lo que eres capaz, pero esa espada con esa curva salvaje no me lo esperaba.- me alabó moviéndose de un lado a otro.

Sé muy bien que acabé con ellos, pero ahora tenía un hoyo en mi mente, no recuerdo haber acabado con ellos hace un segundo. Los vi caer, pero no recuerdo haber decidido enfrentarme y mucho menos que pensé durante la batalla, pero estoy segura que no fue por pura inercia.

-Tali...- dije compasiva

-Vamos, Diana, muéstrame esa espada de nuevo.- ignoré sus suplicas y me encaminé hacia nuestro siguiente destino.

Diana Y Leona: Inquietud En Lo Alto[League Of Legends] [Acto 2] #PremiosLOL2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora