Capítulo VII: Un rayo de sol perdido I

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Leona

Me estoy revolcando en la cama ya que me está siendo imposible conciliar el sueño.
Los rayos de la luna entrar por las orillas de las ventanas y me es imposible no pensar en el pasado.

"¿Por qué ahora, por qué a la hora de dormir?" Me pregunto odiando todo lo que me viene a la mente. Un ardor incómodo recorre mi pecho, y siento las incontrolables ganas de presiomsr mi rostro contra las almohadas. Las golpeo una y otra vez sin saber por que, pero si siento que quiero hacerlo.

"Todo va bien" me repito una y otra vez; aún así quisiera cambiar todo... no, así todo está perfecto, simplemente estoy muy cansada.

Mis parpados ya pesan después de horas acostada y poco a poco, me pierdo en la oscuridad de mis parpados cerrados.

***

Estoy reccorriendo el pueblo caminando, siento las pisadas de mis escoltas ocultos entre la multitud.
Desde lo sucedido en la casa de alcalde (Aquella masacre sin excusa alguna) se mantienen cuidándome a cada momento.

"Un festival, el pueblo lo adorará y calmará los animos de muchos." Sugirió uno de los postulados al nuevo consejo. En seguida pensé que era una idea atroz, pero tomando en cuents que Pantheon se encuentrs en el pueblo, será imposible que haya cualquier accidente, su simple nombre genera respeto y pavor en cualquiera.

Las habitantes del pueblo me regalaban enormes sonrisas al pasar a mi lado, mi relación con todos ellos era asombrosa.

-Señorita Leona...- dijo una adorable voz y sentí como mis escoltas se acercaban lentamente de entre la multitud.

Un niño me sostenía de la pierna.
-Tome...- me tendio la mano que llevaba una adorable muñeca. Una vez la tomé sin dudar y di mis mas sinceros agradecimientos, el muchachito se alejó campaneante de alegría.

Tomé ls muñeca mas de cerca. Tiena una capucha sobre la cabeza. Asi que procedí a quitarla. En cuanto la quito miro mi mano y me percato de el rojo carmesí que hay en mi palma...

"¿Sangre?" En seguida mire la muñeca, su rostro estaba deformado y la sangre salia a goteos por el cuello de la muñeca dando a entender que fue degollada.
Levanto la mirada, pero el niño ya ha desaparecido.

-Escol...- intento alertar a los escoltas, pero me percato enseguida que han desaparecido por completo.
En mi furia materializo de golpe mi armadura y las personas a mi alrededor se percatan de ello alarmándose y otras que apenas van llegando se asombran al ver mi armadura solar.

Aún así noto 3 miradas diferentes de entre la multitud, mantienen sus caras ocultas en mascaras. Estas son negras y escamosas. 2 cuernos a sus lados intimidan, pero son lo suficientemente pequeños pars no resaltar para cualquiera.

Avanza sigilosamente entre la multitud.
"Sus pisadas no suenan" son asesinos entrenados.
Me preparo para su ataque, pero ellos se detienen antes de estar a mi alcance.

Sus cuchillos brillan entre la multitud y antes de que pudiera pensar, una mujer nota el peligro al cual reacciona con un grito.

Uno de ellos lo lleva a lo alto. El reflejo del sol en el cuchillo llama la atención mas que los grito de la mujer y entonces, empezó...

Movía sus cuchillos de un lado a otro.
No había preferencia ni piedad. Apuñalaban a todo el qie se entrometiera entre ellos.

"No más débiles en Targón" gritaban una y otra vez.
Enseguida lo deduje, ellos son los culpables de aquella masacre en el pueblo de hace unos días.

No tuve que buscarlos, ellos vinieron a mi... y van a pagar...

-----☆-----

El rostro de Leona se ensombreció. Una faceta jamás vista de ella por los habitantes del Monte.

Leona corre a toda velocidad directo al enmascarado más cercano, pega una salto y al llegar hasta donde el, lo impacta en el rostro con la rodilla.

Su máscara se partio en miles de pedazos, pero fue imposible ver su rostro ya que Leona no se detuvo a ello. Continuó corriendo hacia el siguiente esquivando los cuerpos de los habitantes inocentes. Unos moribundos y otros ya miraban a la nada. La calle cubierta de nieve y la nieve de sangre.

Leona no se inmutaba en nada mas que acabar con aquella escoria que convertía su hogar en lugar peligroso. Ya no quería mas tristezas.

El siguiente notó la presencia de Leona y soltó al chico que sostenía quien amenazaba con asesinar. Se dió la vuelta para correr con todas sus fuerzas, pero fue incapaz de escapar de la elegida del sol. Esta tomó su cabeza desde la nuca y lo clavó contra el suelo.
Su cabeza quedó varios centímetros enterrada en la nieve. Esta empezó a pintarse de un rojo oscuro alrededor de donde se encontraba.

Leona soltó la cabeza del segundo enmascarado y giró hacia el último.

Sus ojos no se quitaban de encima de ella. Está parado al final de una choza que parecía ser un depósito. Entró y cerró la puerta destrás de el.

Leona no duró ni un segundo y lo siguió con todas sus fuerzas.

"Entrar por la puerta es muy obvio, buscaré una entrada menos predecible" pensó rápidamente.

Saltó en la pared de la choza de al lado para tomar impulso y luego subió al depósito.

Estrelló el tejado con el talón y dejó entrar la luz en la oscura choza.
Está de pie frente a una gran cantidad de cajas. su perfil derecho está ocultl en las sombras y el otro es levemente iluminado por los pequeños rayos del sol que entran por el agujero que ella hizo.

-Nosotros tambien confiabamos en tí- dijo este una vez Leona amenazaba con aniquilarlo.

-Mis ideales no tienen perdedores, pero los suyos solo se tratan de humillar al perdedor...- contestó esta dejando escapar su ira con un suspiro. Debía calmarse y ella lo sabía.

-Este no es el final, ¿Lo entiendes?-

-Lo comprendo muy bien...- se avalanzó hacia en enmascarado, pero antes de llegar a él, se detuvo en seco.

"¿Qué eres?" preguntó la elegida del sol materializando su espada en su mano derecha.

-No, elegida del sol...- cotestó este. "¿Quienes somos?" - agregó con una ligera carcajada.

Leona miraba fijamente el ojo del enmascarado. El reflejo de ella se veía largo y delgado, "Está como un reptil" dedujo esta.

El enmascarado carcajeó con fuerza, pasó su manl a su cuello, esta tenía 4 dedos deformados y sus uñas son largas y afiladas.

-Esperanos, estamos en camino... ¡No mas débiles en Targón!- rebanó su garganta con tres garras, cayó al suelo y su vida se escapó en el rojo puro de la sangre.

Próximo espidodio muy pronto.

Diana Y Leona: Inquietud En Lo Alto[League Of Legends] [Acto 2] #PremiosLOL2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora